Permitidme sacar de contexto una pequeñísima frase de la letra de una canción del gran cantautor, y cinéfilo, Aute: "Queda la Música", que también servía como título de la misma. Se podría aplicar perfectamente a este film que en ningún momento debe tomarse como un biopic al uso sobre la figura de Beethoven, aunque al final termine echando mano de todos los clichés que abundan en los biopics. Y quizá por eso cuando uno termina de verla son pocas las cosas que quedan en el recuerdo, y una de ellas es evidentemente la música. Desgraciadamente eso no es mérito de la película, sino de uno de los más grandes compositores de música de todos los tiempos: Ludwig van Beethoven.
El film narra hechos ficticios acaecidos durante los últimos años de vida del maestro. Éste necesita un copista que copie toda la música que le sale de la cabeza, y le mandan a una joven mujer que admira profundamente a Beethoven, además de aspirar a ser compositora. Entre ambos se establecerá una relación muy especial basada sobre todo en la franqueza. Dicho personaje nunca existió, es la suma de dos de los alumnos de Beethoven más el de una mujer que durante el estreno de la Novena Sinfonía ayudó a Beethoven a girarse para mirar al público, ya que el gran compositor empezaba a dar síntomas de una preocupante sordera.
Agnieszka Holland, su directora, realiza un film totalmente anodino, sin fuerza por sí solo y apoyándose continuamente en la música compuesta por Beethoven, o sea, con la mitad del trabajo hecho, o en este caso ni la mitad, ya que el film sólo es destacable en un par de momentos, eso sí, absolutamente gloriosos: el estreno de la Novena Sinfonía, secuencia que dura diez minutos y que es todo un deleite para los oídos, aunque no para la vista, ya que la directora se muestra más nerviosa que otras veces recurriendo a ciertas expresiones visuales que no hacen ningún bien al film. Barridos de cámara, montaje rápido, etc. Algo que no deja de sorprender en una directora como Holland (¿se le habrá pegado de dirigir episodios de la serie 'Caso Abierto'?) Tal vez su intención era la de expresar el estado de ánimo de alguno de sus personajes, pero si es así, no le ha quedado nada bien.
La otra secuencia, sin desvelar nada, es la explicación con palabras de la composición de cierta obra. Un momento maravilloso que todo aquél que haya estudiado armonía musical sentirá de manera especial, ya que pocas veces como ésta se habrá explicado con palabras algo que simplemente debe sentirse y no decirse. Ése es para mí el momento más especial de un film que en los demás aspectos se pierde tanto formalmente como argumentalmente. Sólo por ese momento para mí ya mereció la pena, aunque luego al salir de la sala olvidara completamente la película.
También, cómo no, Ed Harris es otro de los puntos positivos de la película, pero no tanto cómo cabría esperar. A pesar de que el actor está muy, pero que muy bien, tal y cómo viene siendo norma en alguien de su talla, creo sinceramente que Harris nos ha ofrecido grandísimas intepretaciones mejores que ésta (aunque sólo sea un poquito). El actor está entregado a un personaje-caramelo de esos que se pillan pocas veces, y lo interpreta con una facilidad pasmosa. Su maquillaje le hace un poco irreconocible, pero por otro lado le da mayor credibilidad. Diane Kruger, muy bella ella, no está a la altura de Harris e incluso la he notado un poco sosa, como si el personaje le quedara grande. No es que estemos hablando de una gran actriz, pero desde luego no es mala.
La película recurre a la técnica del flashback, pero éste no está bien utilizado y el final parece como inconcluso y un poco difuso. También a lo largo del film, hay cosas que no están expuestas con demasiada claridad, como por ejemplo las relaciones de los personajes principales con otros secundarios que aportan menos a la historia de lo que en realidad pretenden.
Un film flojo que no funciona ni como drama, fracasando en el intento de querer reflejar la soledad de un genio y su relación con los pocos que tenía cerca. Es posible que a Harris le caiga una nominación por este papel, aunque no es a él a quien recordamos días después de haber visto el film, sino a su personaje y concretamente su música, la cual no deja de sonar prácticamente durante toda la película. Bueno, algo es algo, aunque pensándolo bien, eso ya lo teníamos mucho antes de que se hiciera el film.