Que el cine español necesita urgentemente de sangre nueva que cambie radicalmente las cosas, es algo que salta a la vista. El año pasado tuvimos tres óperas primas que nos hiceron albergar esperanza sobre el futuro del cine español, 'AzulOscuroCasiNegro', 'La Noche de los Girasoles' y 'Un Franco, 14 Pesetas', tres estupendos ejemplos que hacen palidecer a otras películas de directores más consagrados. Este 2007 va camino de ofrecernos lo mismo, y ahora nos llega la propuesta de Rodrigo Cortés, alguien a quien me refiriré como el enfant terrible de nuestro cine, un provocador nato, que sabe lo que dice y defiende a capa y espada aquello en lo que cree, cinematográficamente hablando, por supuesto. Y para ello no le importa rebelarse contra el sistema y ofrecernos el producto más arriesgado que se haya visto en años dentro del panorama del cine español.
El argumento de 'Concursante' nos habla de un joven profesor de historia de la economía que un día gana el mayor premio jamás concedido en un concurso de televisión. Lo que en un principio debería ser una alegría enorme, se va convirtiendo, poco a poco, en un infierno al descubrir que ser millonario cuesta un dinero que no se tiene. Al principio tratará de arreglar el problema pidiendo un préstamo al banco, pero esto no hará más que empeorar las cosas.
El film es un completo acto de rebeldía hacia todo lo que estamos acostumbrados a ver salido de estos lares. Realizado con muchísimo valor, es como realizar un doble salto mortal y sin red, algo de lo que creo que Cortés ha salido airoso, por lo menos en lo que respecta al trabajo de dirección, que me parece sencillamente ejemplar. Sin ocultar sus influencias del cine americano, que van desde Martin Scorsese (su Dios particular) hasta Paul Thomas Anderson, la película es un verdadero prodigio en cuanto a montaje se refiere, infiriéndole un ritmo al film verdaderamente vertiginoso, en el que apenas hay tiempo para pensarse las cosas. Gracias a ese ritmo frenético que no da respiro alguno, la crítica que el film hace del sistema económico actual es simplemente brutal, no dejando títere con cabeza. En ese aspecto, y salvando las distancias por supuesto, al film se le podría emparejar con el maravilloso film de David Fincher 'El Club de la Lucha', aunque al film de Cortés le falta una mayor definición de personajes.
Y es que creo que ahí reside uno de los puntos flojos del film, ya que dejando a un lado al personaje pincipal, creo que todos los demás están descuidados, alguno hasta el punto de que prácticamente no pinta nada en la historia, como por ejemplo el de la novia del protagonista, que casi forzadamente desparece de la narración y antes de ello es incomprensible el hecho de que en unos momentos sea la típica tía tonta que no se entera de nada, y en otros esté más espabilada. Tenemos también el personaje de un abogado sin escrúpulos que me resulta excesivo y cargante, intencionadamente exagerado, pero creo que desentona en el conjunto. A eso sumamos un compañero de trabajo del protagonista y un viejo economista extravagante que puede ser de una inigualable ayuda para nuestro protagonista, que tiene su momento de lucimiento, pero al que echamos de menos más de lo que debiéramos.
En cuanto al trabajo actoral, evidentemente brilla con luz propia un Leonardo Sbaraglia sensacional, llevando absolutamente todo el peso del film, en uno de los mejores tour de force que se han visto en mucho tiempo, logrando además no caer en el histrionismo con un personaje que se presta a ello con facilidad. Chete Lera es como el Obi Wan Kenobi de la función, ofreciéndonos junto a Sbaraglia, la mejor secuencia de la película, una en la que le explica cómo funcionan los bancos, usando como metáfora una partida de ajedrez, un momento único y extraordinario, con el que dan ganas de no pedir jamás un crédito al banco. Miryam Gallego y Luis Zahera son los más perjudicados, con dos personajes apenas interesantes, por mucho que la primera sea la chica de la película, y el segundo un personaje llamativo, sí, pero vacío.
Se puede decir también que, por momentos, el aspecto formal de la película termina ahogando en parte algunos aspectos de la historia, como si fuera los árboles que no dejan ver el bosque. Y es que hay ciertos detalles argumentales que no me convencen ni lo más mínimo. Para empezar, la profesión del personaje principal: profesor de historia de la economía. Resulta un poco chocante que alguien con sus conocimientos sea tan pardillo en un tema que conoce más que la mayoría de la gente. La relación que tiene con su pareja no está del todo bien definida. El tema de cierto préstamo de un banco no está del todo claro. Y por último, algo verdaderamente chocante: ¿un millonario usa un móvil con tarjeta y no con contrato? No me lo creo.
Así pues, 'Concursante' es un film interesante pero fallido, o si os apaetece decirlo de otra manera, fallido pero interesante. Lo que a mí me queda muy claro es que Rodrigo Cortés tiene mucho que decir dentro de nuestro cine, porque sabe perfectamente qué narices pasa dentro de nuestra cinematografía (algo de lo que ya os hablaré otro día, si la ocasión lo merece), y su forma de manifestarse es realizando una propuesta salvaje por momentos, rebelde al 100% y hecha con mucha pasión. Sólo por eso, la película se merece que le déis una oportunidad.