Luis Tosar está considerado como uno de los mejores actores españoles de la actualidad. Habrá quien lo tenga en más alto, mientras que habrá quienes tengan otra preferencia personal, pero lo que parece indiscutible es que cualquier conversación al respecto tiene que contar sí o sí con él.
Además, tenemos la suerte de que Tosar no tiene ningún problema en participar con regularidad en thrillers de corte más comercial como 'El desconocido', 'Cien años de perdón', 'Quien a hierro mata' o la reciente 'Way Down'. Ha demostrado que se siente a gusto en ese género y ahora vuelve a hacerlo con 'Código emperador', la película que ha inaugurado el Festival de Málaga de este 2022.
Una pequeña decepción
Confieso que 'Código emperador' era una película que me atraía mucho, tanto por la participación de Tosar como por la presencia tras las cámaras de Jorge Coira, quien recientemente había demostrado lo bien que se movía en el thriller con la televisiva 'Hierro'. Por desgracia, su nuevo largometraje me ha dejado un sabor agridulce, pues no puedo decir que haya nada que haga especialmente mal, pero lo mismo aplica en la otra dirección.
Inspirada en hechos reales, 'Código emperador' es un thriller más de corte político que de acción. Es cierto que a mitad de su metraje hay una escena muy potente en el interior de un edificio de Bilbao en el que la intensidad tira más hacia lo físico que lo emocional, pero lo habitual es que prime lo segundo y que las dudas morales de su protagonista funcionen como principal eje dramático.
La película cuenta la historia de Juan, un hombre especializado en manejar los trapos sucios de la gente poderosa, sea para ayudar a aquellos que lo necesiten o para meter en problemas a gente que parecía intachable. Ya de entrada queda claro que no parece dispuesto a hacer cualquier cosa por su trabajo -aunque uno no puede evitar pensar que haya algunas decisiones que hasta disfruta, como un detalle referido al personaje de Arón Piper-, pero también que siempre acaba cediendo.
A fin de cuentas, la película arranca mostrándonos le mecánica de trabajo de un especialista en manejarse dentro de las cloacas del Estado. Por ello, los primeros 30 minutos optan por un enfoque preciso, como si el propio Coira quisiera jugar esa mismo rol de hombre invisible dentro de un entramado mucho mayor.
A medio gas
Y es que Juan vendría a ser un poco como el personaje de Gene Hackman en 'La conversación' pero con la necesidad de tener una implicación más activa en lo que sucede. Ahí es donde el guion de Jorge Guerricaechevarría propone un cambio esencial que marcará todo lo que vendrá a continuación: Juan sigue siendo una persona y sucede algo que le lleva a empezar a replanteárselo todo.
Esa disensión entre lo que tiene y lo que quiere hacer se presta a un apasionante viaje emocional que nos permitiera conectar más con el protagonista a medida que el personaje encarnado con solvencia por Tosar. El problema es que 'Código emperador' resulta algo distante cuando ha de incidir más en lo emocional, sea por el vínculo que une al protagonista con el personaje de Georgina Amorós o por la relación que surge con el de Alexandra Masangkay.
Ahí la película pierde fuerza, solamente recuperándola de forma satisfactoria en cada una de las apariciones de Miguel Rellán. Es verdad que su personaje se presta más a ello por sus propias características, pero es una gozada verle en pantalla. En el resto se ve venir tanto cuál es la intención de lo que busca 'Código emperador' que acaba resultando fría, como si estuviesen haciéndolo todo con un pie sobre el freno para que nada se descontrole.
Esa marcada sobriedad de la que hace gala la película en todo momento -la única excepción real sería esa escena que mencioné antes situada en Bilbao- puede que la sostenga en algunas situaciones que de por sí podrían haber causado altibajos de interés, pero a cambio se aplana todo. Queda el consuelo de que la historia de (hasta cierto punto) redención del protagonista tiene gancho y el buen hacer de Tosar, pero con eso te da para cumplir el expediente, sin hacer el más mínimo mérito para merecer algún tipo de medalla por tus esfuerzos.
En resumidas cuentas
'Código emperador' es un thriller hasta cierto punto estimable, pero deja la sensación de que no pone toda la carne en el asador. Es verdad que todo apunta a que se trata de una decisión deliberada por parte de sus responsables, pero así lo que han logrado es limitar su alcance y restarle fuerza.
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