Matar a un hombre es algo muy duro, le quitas todo lo que tiene, y todo lo que podría tener
‘Sin perdón’ (‘Unforgiven’, Clint Eastwood, 1992) fue la película que abrió los ojos a mucha gente que no veía en Eastwood ni un buen director ni un buen actor. A partir de ese instante, sobre todo por los cuatro Oscars que recibió el film, los fans del actor director se multiplicaron, algo que siguió en aumento con su posterior éxito con ‘Million Dollar Baby’ (id, Clint Eastwood, 2004). A pesar de la adoración que todo el mundo parece sentir por un genio indiscutible, siempre me pareció un poco injusto que ese reconocimiento popular llegase tarde. Me explico, aunque ‘Sin perdón’ ya data de hace casi 20 años y la trayectoria posterior del director haya sido inmejorable, lo cierto es que antes de su western más famoso como director, hay otros 20 años en los que Eastwood dirigió algunas de sus mejores películas.
Por eso mi relación con ‘Sin perdón’ es de amor/odio. Lo primero es lo que trataré de explicar en este texto, y lo segundo porque aún a día de hoy, muchos siguen empeñados —quien sabe si por ignorancia, lo cual no tiene nada de malo, o por necedad, lo cual sí— no ya en reconocer que Eastwood era un gran director con anterioridad, sino en desconocer por completo su obra mientras dirigen alabanzas hacia su trabajo. Voy a hacer una comparativa con el fútbol que nunca pensé que haría —entre otras cosas porque no me gusta el mencionado deporte—: hace ya mucho tiempo, un poco más allá de la realización de ‘Sin perdón’, cierto equipo gallego que estaba en segunda ascendió a primera división. Aparecieron socios, que hasta aquel momento admiraban a otros equipos, hasta de debajo de las piedras.
Dicho esto, pasemos a hablar de la película.
La maduración de un proyecto
A mediados de los años 70 un guionista poco conocido por aquel entonces, David Webb Peoples —años más tarde conocido por el guión de ‘Blade Runner’ (id, Ridley Scott, 1982)—, escribió el guión de ‘Sin perdón’ influenciado sobre todo por el visionado de una de las obras maestras de Martin Scorsese, ‘Taxi Driver’ (id, 1976) y por la lectura de la novela ‘The Shootist’, obra de Glendon Swarthout, que conocería una adaptación de la mano de Don Siegel protagonizada por John Wayne, ‘El último pistolero’ (‘The Shootist’, 1976). Hay que apuntar que dicho film guarda no pocos parecidos con el que nos ocupa, por cuanto también narra las últimas andanzas de un viejo pistolero que sólo busca acabar sus días con algo de dignidad. El primero en interesarse por el libreto fue Francis Ford Coppola, que pensó en Gene Hackman para interpretarlo, pero por una razón u otra fue retrasándolo hasta que expiró su opción de compra.

Eso ocurrió en 1983, tras el rodaje de ‘Impacto súbito’ (‘Sudden Impact’, Clint Eastwood, 1983), cuando el famoso actor, aconsejado por Sonia Chernus —guionista del mejor western de Eastwood, ‘El fuera de la ley’ (‘The Outlaw Josey Wales’, 1976)—, se fijó en el mismo y enseguida se dio cuenta de que era lo que siempre había estado buscando. Pero en lugar de ponerse rápidamente a filmarlo, hizo algo que muy pocos se atreven a hacer por voluntad propia: esperar durante casi diez años a tener la edad adecuada para interpretar a William Munny. De esta forma el proyecto maduró en la cabeza de Eastwood, e incluso dirigió otro western en el proceso de espera, ‘El jinete pálido’ (‘Pale Rider’, 1985).
La historia nos presenta a William Munny, un antiguo pistolero que ahora vive con sus dos hijos pequeños alejado de todo mal, aunque en condiciones precarias. La relación con su mujer Claudia, fallecida a la temprana edad de 29 años, hizo que Munny se apartase del mal camino que llevaba convirtiéndose en un hombre de bien. Pero la leyenda hace que alguien siempre esté interesado en rescatarla del olvido. Munny recibe la visita de un joven atrevido, Schofield Kid, que quiere pedirle ayuda para matar a dos hombres que rajaron la cara a una prostituta y no recibieron castigo por ello. La recompensa de 1.000 dólares que hay convence a Munny de volver a las andadas, aunque las cosas ya no son tan fáciles como entonces. Con Schofield y un antiguo socio, Ned Logan, partirán a implantar ¿justicia?
La desmitificación del western
Uno de los últimos rótulos de ‘Sin perdón’ es un conciso “dedicated to Sergio and Don”. Evidentemente se refiere a Sergio Leone, con quien hizo la mítica trilogía del dólar, y Don Siegel, con quien hizo cinco películas —si contamos la ópera prima de Eastwood, seis—, y de quien aprendió prácticamente todo lo que sabe de dirección. Estos dos autores navegan por las imágenes del film, pero menos de lo esperado. Nombres como John Ford —la contenida lírica del relato—, Sam Peckinpah —el héroe crepuscular condenado a un fatal destino—, John Huston —el perdedor—, o William A. Wellman —una vez más ‘Incidente en Ox-Bow’ (‘The Ox-Bow Incident’, 1943) se vislumbra en su obra— están más presentes que los dos antes mencionados, pero dichas influencias están asimiladas como debe ser. Insertadas inteligentemente en la historia no ahogan ni por un instante el estilo de Eastwood, fusión de clasicismo y modernidad que ningún otro director posee en la actualidad.
‘Sin perdón’ parece una continuación de los temas planteados por el propio Eastwood dentro del género del western, de Ford que en los años 60 nos ofreció su visión crepuscular del género con la imprescindible ‘El hombre que mató a Liberty Valance’ (‘The Man Who Shot Liberty Valance’, 1962), y de Peckinpah, que con su mirada violenta descompuso la épica de un mundo en extinción, el de los viejos pistoleros que deben adaptarse a los nuevos tiempos. William Munny, a quien Eastwood arrastra literalmente por el suelo infinidad de veces, o le hace caer de su caballo, bien podría ser una extensión de Josey Wales, con quien termina de emparejarlo tras el enfrentamiento final en el bar. El biógrafo le pregunta cómo eligió el orden para matar a los cinco hombres que se enfrentaban a él. La respuesta de Munny es una evolución lógica a la respuesta que da Wales en ‘El fuera de la ley’ en una situación parecida.

La figura del biógrafo remite directamente al citado film de John Ford, en el que la leyenda quedaba más bonita que la realidad. W.W. Beauchamp (Saul Rubinek) también busca la leyenda en la historias, por lo que éstas son recordadas, pero su periplo le llevará hasta el mismísimo centro de la realidad, comprobando que ésta es mucho más cruel y triste que todo lo ya no escrito, sino imaginado. Será testigo directo del último acto horrendo de William Munny, el asesino de mujeres y niños, cuya transformación en el relato sigue una lógica interna. Tras once años apartado del alcohol, el principal motivo de su pasado violento, las armas o los caballos —en el film monta una yegua—, volverá a ser el que era antaño cuando le comuniquen la muerte de su amigo Ned y coja una botella de whisky de la que se pondrá a beber.
‘Sin perdón’ tiene un estructura casi circular, adornada con la historia paralela de Bob el inglés —sensacional y divertido Richard Harris—, un pistolero que ha acudido al pueblo atraído por la recompensa. Su enfrentamiento con Little Bill Daggett, el sheriff del pueblo, no sólo es un anticipo de lo que le espera a Munny y sus amigos, sino que sirve para vestir el personaje de Daggett, uno de los antagonistas más fascinantes que haya dado el cine en los últimos años. Gene Hackman, que se llevó un merecido Oscar por su interpretación, logra crear un personaje con múltiples aristas que va más allá de ser el típico villano de la función. Daggett es un hombre con un peculiar sentido de la justicia, y puede resultar tan temible —la paliza delante de todo el pueblo a Bob el inglés— como encantador por torpe —la penosa construcción de su casa—. Un rival a la altura de la leyenda de William Munny.
También nos habla de Ned Logan, quizá el único personaje positivo en un relato donde los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos. Morgan Freeman, en su primera colaboración con Eastwood, transmite esa humanidad típica en muchos de sus personajes. Un hombre que ayuda a su amigo, pero llegado el momento de la verdad no puede disparar contra un hombre porque realmente él ya se ha reformado, ha dejado atrás de verdad su pasado violento. Schofiled Kid —un convincente Jaimz Woolvett— refleja la juventud, el ímpetu, la fanfarronería, tal vez lo que Logan y Munny fueron en sus tiempos jóvenes. El chico ayudará a Munny hasta que descubre por sí mismo que matar a un hombre puede ser algo fácil de hacer, pero muy duro de asimilar.
Hasta el clímax final, Eastwood alterna paisajes abiertos con escenas de una oscuridad casi extrema, en la que apenas pueden verse los rostros de los personajes. Poco a poco, las tinieblas van ganando a la luz en una historia cuyo clímax parece desarrollarse en el mismísimo infierno, fotografiado por un Jack N. Green en plena forma. En la famosa escena del bar, Munny aparecerá cual figura fantasmal, para llevar a cabo su venganza personal y demostrará la eficacia de la historia que instantes antes Daggett ha contado al biógrafo: un hombre tranquilo es el más peligroso en un tiroteo. La fotografía es más tenebrista que nunca, y Munny, que sabe que se verá con Daggett en el infierno, desaparece en medio de la lluvia no sin antes lanzar una advertencia de muerte y destrucción.

‘Sin perdón’ está delimitada por dos planos al más puro estilo John Ford —como si, a modo de homenaje, todo lo narrado por Eastwood no sobrepasase al más grande director de westerns que ha habido—. Un texto nos indica el pasado de Munny, y cómo una mujer le cambió la vida. Dicha mujer se llamaba Claudia, y su madre, que viajará hasta el último lugar de descanso de su hija, jamás llegará a entender por qué su única hija se casó con un hombre tan violento. Nadie conoce la verdadera cara de William Munny, sólo Claudia —pocas veces un personaje que no aparece físicamente en una película tuvo tanta presencia en una historia—, y el espectador.
Conclusión y curiosidad
Una obra maestra ya no sólo del western, sino del cine en general. Un Eastwood introspectivo que hizo las delicias de los críticos europeos, mientras que en Estados Unidos tenía un gran éxito de público y se alzaba como la vencedora en los Oscars entregados en 1993, siendo el tercer western en toda la historia que conseguía el premio a la mejor película, tras ‘Cimarrón’ (id, Wesley Ruggles, 1931) y ‘Balando con lobos’ (‘Dances with Wolves’, Kevin Costner, 1990).
El bello tema a guitarra que puede oírse a lo largo del film, ‘Claudia´s Theme’, fue compuesto por el propio Clint Eastwood. Está interpretado por Laurindo Almeida, excelente músico brasileño que colaboró en film de William A. Wellman —‘Good-bye, my Lady’ (id, 1956)— o Sam Peckinpah —‘Compañeros mortales’ (‘The Deadly Companions’, 1961)—, y contiene arreglos de Lennie Nieahus.
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213144
Pequeño Bill:
Eres tu William Munny de Missouri, el asesino de niños y mujeres.
Munny:
Así es. He matado a mujeres y niños. He disparado sobre cualquier cosa que tuviera vida y se moviera. Y hoy he venido a matarte a ti pequeño Bill por lo que le hiciste a Ned.
Yo creo que esta sera una de sus peliculas que menos envejezca con el tiempo
grebleipS
Me han dado ganas de volver a verla. Tengo cierta sensación (quizás sea solo un deseo inconsciente) de que Eastwood volverá al género para rodar "el último gran western"
224002
Se puede decir que el western nació con La diligencia, alcanzó la madurez con Centauros del desierto y Río Bravo, evolucionó con la trilogía del dólar y Hasta que llegó su hora, comenzó su crepúsculo con El hombre que mató a Liberty Valance y murió con Sin perdón. Así de importante es esta película y así de importante es este género. El GENERO.
220668
Maravillosa obra de arte...la vi por primera vez en un cine de verano, con la ignorancia típica de la adolescencia, esperando una peli del Oeste de acción con duelos, tiros, persecuciones a caballos, indios, los dicho ignorancia... Con cada secuencia que veia no para de pensar pero esto qué es?...termina la pelicula, salí del cine mosqueado pensando que me habían tomado el pelo, esto no es una pelicula típica del Oeste.... pero tampoco paraba de pensar qué había sido LA MEJOR PELICULA QUE HABIA VISTO NUNCA?, al día siguiente fui a verla de nuevo y desde entonces empecé a MIRAR EL CINE.
eluyeni
Pues sumarme a los que piensan que es uno de los mejores westerns que se han hecho jamás. Me encanta el personaje de Hackman, uno de los villanos más inolvidables del cine, por su "humanidad" realista: tan pronto te cae cojonudamente, como al rato te repugna su despotismo y crueldad.
Me voy a dar la licencia de hacer una aportación-sugerencia que casi seguro nadie conoce, y que les permitirá comprobar que ciertas cosas ya se habían hecho antes. Que conste que no sugiero ni que se inspirara Eastwood, ni nada por el estilo. Lo traigo a colación porque creo que les puede resultar curioso su visionado. Sé que el editor no es muy amigo del spaghetti western. El menda que les escribe sí, y además afirma que tiene películas muy interesantes, que, aun con sus consabidos y habituales defectos, presentaban muchos elementos bastante rompedores y disfrutables, que les diferenciaba marcadamente del modelo de referencia, el western americano, teniendo al final un sabor propio. Sabor que, como es lógico, no es del agrado de todos (para muchos, un mal sucedáneo). Voy a citar (aunque hay bastantes más, porque fue un tema muy recurrente en el spaghetti), una que muy de crío (otra cosa fue revisarla) me gustó mucho: 'El Puro se sienta, espera y dispara' (1969), de Edoardo Mulargia. Son 80 y pocos minutos de bajo presupuesto, con mucho zoom y realización ramplona, diálogos no muy elaborados, interpretaciones asiasao,... peeeero, atención al protagonista, a la historia y al final de la misma. Creo que merece la pena verla.
Salu2 ;)
Víctor
Obra maestra, el mejor anti-western de la historia. Impresionantes Eastwood, Hackman , Freeman y el inglés Richard Harris.
El impaciente escocés
Los personajes y la historia lo son todo. Genuina, única, imprescindible.
Sergio Fernández
Hola a todos.
No hay una película como esta dentro de su género, y hay muchas muy buenas dentro de él. Y lo es no porque gozase de un guión espléndido, porque tiene verdaderos momentos sacados de muchas otras referencias de films del western clásico del que Clint Eastwood es admirador. Tampoco lo es porque las interpretaciones de todos y cada uno de los actores son sublimes, porque hay personajes secundarios maravillosos que con dos briznas de diálogo lo han dicho todo y definen cómo es su personaje. Es un gozada ver esta película porque Clint Eastwood es en sí una leyenda viva de ese género, porque muchas de sus películas han bebido en él, porque su imagen y su figura es el retrato del pistolero moderno, con aire algo canallesco y buscavidas. Silueta y rostro que ha influído en no menos artistas y obras posteriores, incluso en otras artes, como el cómic (Jordi Bernet,el mejor dibujante de cómics español hasta la fecha ,lo ha usado para su personaje de Tex, y en muchos otros personajes suyos).
Además es una película que discurre a la par que su director/protagonista. Aúna muchas vivencias, es el resumen y fin de una carrera singular, la de Eastwood, dentro de ese género.
Para mi hay muchos momentos excelentes en toda la película, pero coincido en que el final es algo aparte. Sin darle mucha importancia al tiroteo en el bar, todo lo que se dice y se hace en la escena final es lo que cualquier aficionado a la épica, sea del género que sea, desearía ver en una película o rodar si tiene vocación.
Creo que sobre cualquier película se pueden tirar piedras haciendo crítica despectiva en algún aspecto. Yo ha esta no sé ni me atrevo, tal y como ocurre con el personaje de William Munny al final, no se puede arremeter contra ella, porque impone demasiado respeto. El personaje de Bob "el inglés" comenta la noticia del intento de asesinato del presidente en la película: "Cualquiera puede disparar a un presidente, al fin y al cabo es alguien elegido entre el pueblo. Sin embargo, disparar a un rey es mucho más difícil, porque un rey tiene presencia." A William Munny nadie puede dispararle fácilmente, no porque sea tranquilo como se apunta en el post, sino porque su presencia en todo la película es titánica. Cada vez que alguien habla de su pasado habla de un mito, de una leyenda, de un hombre al que hay que temer, porque su sola presencia en la conversación impone respeto y temor. Cuando finalmente reconoce ante todos en la taberna quien es, sus palabras son lapidarias. Y como buena leyenda se marcha no sin antes dejar palabras de miedo y temor (como seguramente hiciese en sus tiempos de forajido), porque así su leyenda no dejará de crecer, y nadie dejará de temerle.
Es el mejor cierre para un género histórico e inmortal gracias al cine, a las novelas, al cómic y muchas otras obras.
Terry Gilliam, ya lo dijo hace tiempo cuando le preguntaron sobre sus 10 películas favoritas. Mencionando "Sin perdón" en el primer puesto decía: "Si yo llegase a rodar algo así alguna vez, no haría más películas. Porque no se puede hacer nada mejor".
Gracias por el post. Llevo años esperándolo.
Saludos a todos. SergioF
armadamaister
Una puta obra maestra. Uno de los mejores westerns que se hayan hecho. El mejor Clint Eastwood. El mejor personaje que ha interpretado Eastwood.
Además de todo lo mencionado, tiene los 10 mejores minutos de la historia del cine.
No se le puede pedir más a una película.
Atticus
Película irrepetible. Para mí, una de las mejores de la historia. No sólo uno de los mejores western de la historia, sino una de las mejores pelis de la historia. Por todo. Por personajes, por lo que cuenta, por lo que denuncia, por la fotografía, por sus paisajes, por sus diálogos, por el cariño y la paciencia de Eastwood para con el proyecto durante muchos años, para en poco tiempo eso sí, rodar una de las mayores exquisiteces de la historia del cine.
Como anécdota, mi hermana vive actualmente en Mssouri, y no siempre que hablo con ella, pero sí muchas veces, la recuerdo que de ahí, son los personajes de Eastwood, tanto en Sin perdón, como en El fuera de la ley. Dónde además, la madre de Sondra Locke hace una nada sutil referencia a los habitantes de Missouri.
El western es Sin perdón y Sin perdón es el western. Y con respecto a eso, no tengo más que decir.
Alberto Yupi Caye
La puedes ver diez veces, en blanco y negro, con subtitulos, incluso podrías bajar el brillo y escuchar solamente los diálogos y los sonidos que la envuelven.
Lo hagas como lo hagas, esta es una obra maestra de un genero que supo reinventarse a si mismo, dirigida magistralmente por el que a día de hoy al menos para mi es el mejor director de cine que existe.
Una historia brillante, con un climax que sube y baja llevándonos en volandas a través de una rotunda y desgarradora historia. La transición de un hombre que se enriquece en pantalla. Que cuanto mas nos cuenta y mas dificil se vuelve su situación mas profundidad nos trasmite.
Películas como estas elevan el cine a categoría de obra maestra.
malpaso
Mi relacion con "Sin Perdon" es de amor absoluto, y revisitarla de vez en cuando es un placer exquisito.
Juan E. Trujillo
Clint Eastwood es otro semidiós, sin palabras la acción le corre por las venas y la saca por las balas.
inbruges
No soy muy fan del género, pero esta pelicula me encanta, sobre todo la complejidad psicológica del personaje que interpreta Clint.
Usuario desactivado
Un clásico imperecedero. Clint Eastwood consigue con Sin Perdón su mejor western, otra vuelta de tuerca a los personajes legendarios que hicieron grande en el pasado un género cinematográfico hoy en día desdeñado. La venganza como motor de una historia en la que un antiguo asesino vuelve a desenfundar sus revólveres por necesidad y finalmente para hacer justicia a un viejo amigo. El final es de un cinismo aterrador. Parece ser que nadie, ni siquiera en el cine, puede vivir con dignidad sin ensuciarse las manos. La película rezuma desencanto en casi todas las escenas. Y merece recordarse esa frase de William Munny al chico que acaba de matar a un hombre. Es una verdadera lección de humanismo sobre el valor de la vida humana.
jeinzu
Mi película preferida de Eastwood (aunque debo admitir que estoy más familiarizado con su cine de las últimas dos décadas). Siempre que la veo me dan escalofríos durante la escena final en el bar.
hristo
Una de las poquisimas películas que he llegado a ver en cine hasta 3 veces, solo por esta película, para mi, Eastwood es uno de los grandes directores. La forma en que muestra la violencia, tanto la física como la verbal es soberbia. No hay nada que no me guste de esta película. Uno de los mejores Westerns de la historia.
Harry Powell
Sin Perdón para el que no la haya visto aún.
Menudo western,con todas las de la ley, nos regaló el maestro Eastwood,CINE en su estado más puro.
Saludos.
tgtr666
Con el perdon de Scorsese, Eastwood me parece el director activo cuya carrera en los ultimos años ha tenido mas brillo. En lo personal, uno de mis idolos en el cine, y esta es sin duda para mi su obra cumbre. Sin Perdon (?? Deberia ser "No Perdonado aunque suena algo mal) es inmejorable. La vi en el cine cuando salio y nunca he dejado de tenerla cerca.
SemiMonguer
mi más sincera enhorabuena por la crítica. a la altura de la película. 10
mclane10
el duelo interpretativo entre Clint Eastwood y Gene Hackman es uno de los mejores de la historia del cine, con un clímax apoteósico. La escena del bar es inmejorable
clarke
La mejor película dirigida por Eastwood hasta la fecha, para mí está "Sin Perdón" y luego todas las demás. Confieso que no soy nada fan de Clint pero esta peli es sobresaliente y una de las mejores de la historia (puso el nivel muy alto). Sobrecogedora de principio a fin, va mucho más allá del típico western profundizando de manera cruda en emociones universales, pero sobre todo en el arrepentimiento y el destino del ser humano.
Auténtica obra maestra con unos intérpretes en el clímax de su carrera, lo de Gene Hackman es de un nivel superior (hace que lo odies a muerte). Los paisajes son impecables y la música es sensacional, estoy convencido que Clint desplegó todo su talento en esta compleja y emocionante película que se nota está cuidada al detalle. El final es tremendo...
principevegetta
Maravillosa obra maestra de un maravilloso realizador. Con Clint Eastwood el cine vive mas que nunca.
Es ironico en el personaje de Munny como constantemente repite a Ned y a Kid que ahora es bueno, que Claudia lo cambio. No es que quiera convencer a sus compañeros de andanzas, sino a si mismo, porque muy dentro sabe que es mentira, que sigue siendo el mismo asesino y que en su destino todavía persiste la sombra de la tragedia
De Moraes
Eastwood, sobre la violencia y las víctimas. Y sobre el cine-espectador.
M Torreiro apunta algo, pero me gustaria leer la opinión de Fernandez-Santos:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/EASTWOOD/_CLINT/Actualidad/clasicos/elpepicul/19920929elpepicul_1/Tes
pepe perez
Muchos halagos, todos con razón. La escena final, el enfrentamiento del bar, efectivamente pone los pelos de punta. La frialdad y la impavidez de una venganza que no necesita de aspavientos. Eso no va con Manny. Él es el Mal en sí mismo, no necesita grandes presentaciones ni planes elaborados. Se presenta en el bar y se queda en la entrada mirándolos y allí mismo, cuando advierten su presencia, pregunta por el dueño y dispara. No hay nada que planear, él va a matar a todos los que han hecho daño a su amigo y a los que se interpongan en su camino.
Pero cualquier escena anterior no tiene desperdicio; la subtrama que protagoniza Bob El Inglés, en su enfrentamiento con Little Bill, es perfecta, es el preludio de que un hombre tan duro y peligroso como ese Sheriff encontrará la horma de su zapato cuando se enfrente a Munny.
Pocas películas han llegado a ofrecer tanta intensidad narrativa a los espectadores. Incluso cuando nos quiere contar cómo es la vida sórdida y triste de las putas que deciden pagar una recompensa por la muerte de los dos vaqueros, nos lo cuenta sin exageraciones. Son unas pobres mujeres y lo saben, pero están dispuestas a pagar lo que sea por sentir un poco de autoestima, dignidad y respeto por sí mismas, aunque ello provoque que las desprecien aún más.
Pero a pesar de ser una obra maestra, yo le veo una pega. Siempre tengo una sensación extraña, un regusto amargo en ciertos diálogos en los que se empeñan en contarnos qué tipo de hombre era el tal Manny. Después de la primera descripción de las maldades que fué capaz de cometer, cuando vuelve a surgir el asunto del pasado terrible de Munny, da la sensación de que redunda demasiado. Pienso para mi mismo: "que sí, que vale, que ya sé que es el asesino más peligroso del Medio Oeste, no sigáis, dejad que yo imagine que es un auténtico mostruo, invencible, cruel y malvado".
De entre lo mejor de la película siempre me quedaré con la respuesta de Manny a Schofield Kid, cuando éste por fin reconoce que nunca había matado a nadie y que es un hombre común y corriente, no un asesino: "Matar a un hombre es algo muy duro, le quitas todo lo que tiene, y todo lo que podría tener".
El momento en el que lo dice, cómo lo dice, por qué lo dice. Solo el monólogo de Roy, cuando decide salvar a Deckar, es comparable a esa frase.
Por último, "Sin Perdón" no envejece como ha dicho algún forero antes. Han pasado un montón de años pero sigue intacta, no aburre, emociona. Lo bueno no envejece.
flagg
Joder últimamente os estáis saliendo con las críticas. Han coincidido "La naranja mecánica", "Godfellas" y ahora "Sin Perdón", tres películas que están en mi top 10 de todos los tiempos.
Sobre "Sin Perdón": Una maravilla, la escena de William Munny con la prostituta 'marcada' es una de las más hermosas que he visto ("creía que era usted un ángel"). En mi opinión Eastwood mereció ganar el Oscar al mejor actor, siempre le quedará la espinita de no haberlo ganado ("Gran Torino" fue su última gran oportunidad pero ni siquera le nominaron).
Se suele decir que "Sin perdón" marcó una línea, que ningún otro western podrá estar a la altura. Hombre no se, a mi "Open Range" me gusta bastante pero sobretodo "Deadwood" creo que puede considerarse el último gran western, aunque sea una serie.
pcerezo
Pues hablando de cine polémico y polémica en el cine nada mejor que ver esta película. Como trata la violencia en la sociedad, la homofobia, la represión, el fascismo, la justicia, el poder. Todo con un gusto exquisito, con una puesta en escena maravillosa, con actores de verdad, actores con mayúsculas. Y lo más importante de todo: VIGENCIA.
keitel
La vi con 15 años el día de su estreno esperando un western con muchos tiros y me descolocó completamente. También marcó mi forma de ver el cine. Otro detalle que me encanta: la india esposa de Ned. Con tres planos, tres miradas y ni una palabra, parece que sabe la tragedia que va a ocurrir.