Tras la magistral ‘Poder absoluto’ (‘Absolute Power’, Clint Eastwood, 1996) la sigiente película del realizador californiano sorprendió por varios motivos. Primero, él no aparecía como actor, algo que no ocurría desde su laureada ‘Bird’ (id, 1988), y segundo, se adentraba en un tipo de cine que hasta ese momento no había formado parte del universo de Eastwood. En realidad, al director/actor no le interesaba demasiado la historia, le habían ofrecido un guión y no le llamó demasiado la atención. Sin embargo, el destino a veces juega sus cartas de forma muy curiosa, y un campeonato de golf llevó al director de ‘Sin perdón’ (‘Unforgiven’, 1992) hasta Georgia, y enseguida le convencieron para visitar Savanah, la ciudad en la que se habían desarrollado los hechos recogidos en un libro, convertido en best selller, escrito por John Brendt y adaptado al cine por John Lee Hancock con quien Eastwood ya había colaborado en ‘Un mundo perfecto’ (‘A Perfect World’, 1993).
Una vez en Savanah, ciudad que logró no ser arrasada por los norteños en la Guerra Civil, gracias a que sus habitantes convencieron a sus invasores con licores y fiestas, Eastwood oyó de la propia boca de los protagonistas la historia que se convierte en el eje central del film: el asesinato de un chapero a manos de su amante, un millonario conocido en la ciudad por su lujosa mansión en la que daba unas fiestas monumentales conocidas en todo el país. El director se sorprendió de la diferencia de opiniones y de cómo la historia cambiaba según quien la narraba. Ni corto ni perezoso comenzó su propia investigación sobre los hechos. El camino hacia la película ya empezaba a ser recorrido. El resultado, aunque estimable, no está, a mi parecer, a la altura de las grandes obras del cineasta.

‘Medianoche en el jardín del bien y del mal’ (‘Midnight in the Garden of Good and Evil’, 1997) narra la historia de John Kelso —John Cusack en un personaje ofrecido primero a Edward Norton—, periodista que viaja a Savanah para cubrir la noticia sobre una de las famosas fiestas de Jim Williams (Kevin Spacey). Una vez allí ocurriá lo inesperado, un asesinato, y lo que en principio iba a ser una columna de opinión en un periódico irá tomando forma para un libro. Kelso conocerá poco a poco a los distintos y desconcertantes habitantes del lugar, dejándose impresionar por la magia del ambiente. Desde el propio Williams, que entre otras cosas guarda la daga con la que se mató a Rasputín, pasando por Lady Chablis, travesti que se interpreta a sí mismo, y que porporciona los no pocos momentos de comedia del film, o Luther Driggins —Geoffrey Lewis, antiguo colaborador de Eastwood y uno de los secundarios más conocidos de los 70—, ese hombre que lleva moscas pegadas a su cuerpo con hilos mientras amenaza con envenenar la ciudad. Un universo de lo más variopinto que podría terminar con el propio Kelso, quien para dormir se pone una grabación de bocinas de coches.
La película se divide en dos partes bien diferenciadas, algo que también ocurría por primera vez en la obra de Eastwood. La primera es simple y llanamente descriptiva, para que no familiaricemos con los extravagantes personajes que pululan por el relato, mientras que la segunda es un juicio en el sentido más clásico del término. En la primera Eastwood además de realizar un ajustado retrato de personajes sorprende por su abierto sentido del humor al dejar que Lady Chablis se desmelene protagonizando algunas secuencias verdaderamente divertidas como la de la visita al hospital. Sin embargo, creo que patina al introducir un amago de historia de amor entre Kelso y Mandy Nicholls —Alison Eastwood, que ya había colaborado con su padre en ‘En la cuerda floja’ (‘Tightrope’, Richard Tuggle, 1984)—, por innecesaria totalmente pues rompe el ritmo de forma increíble. También por juguetear con el fantastico a lo David Lynch y de forma poco afortunada: ese hombre que pasea a un perro invisible, ya que si deja de hacerlo no cobrará.

La segunda parte recuerda a las películas clásicas de juicios, y en ese aspecto nada que objetar. Además de arrojar algo de misterio sobre el relato de forma que nuestro interés nunca decae. El actor Jack Thompson pone toda la carne en el asador dando vida al abogado de Williams, y Eastwood aprovecha para lanzar unos cuantos derechazos, sobre todo en lo que respecta a los prejuicios humanos y nuestra mala manía de juzgar a las personas por sus tendencias sexuales o rarezas, más que por las posibles atrocidades que han podido cometer. Sin embargo esos derechazos, que suelen formar parte de las películas de su autor, no llegan en ningún momento a causar polémica, ni siquiera contribuyen a crear debate. El principal problema radica en un Eastwood poco arriesgado, aunque no lo parezca, moviéndose siempre dentro de los límites de la corrección más académica. No quiero ser malinterpretado, ‘Medianoche en el jardín del bien y del mal’ es una película bien dirigida y sobre todo bien interpretada, aunque estoy convencido de que John Cusack podría haberlo hecho muchísimo mejor. Pero sus limitaciones son evidentes. Eastwood no se adentra del todo en Savanah, por muy bien que la fotografíe Jack N. Green, quien es menos tenebroso que de costumbre, por lo que su retrato se queda a medias.
Aún así, sería injusto hundir esta película por el simple hecho de que Eastwood no juegue de verdad todas sus cartas. Hay momentos muy inspirados como la conversación final entre Williams y Kelso en la cárcel y que lleva a la mejor frase de la película: “La verdad, como el arte, está en los ojos de quien la mira. Tú cree lo que quieras, yo creeré lo que sé”. La forma de mostrar el asesinato dos veces es ejemplar, aunque a mi juicio luego se comete el error de enseñar la muerte de Williams como si de un acto sobrenatural se tratase. La ambigüedad y la duda hubieran quedado muchísimo mejor, pero Eastwood por alguna extraña razón prefiere condenar a Williams sometiéndolo a los caprichos de una ciudad no regida por las misma leyes naturales que las demás. En cualquier caso Spacey está soberbio, Jude Law empezaba y ya se hacía notar, y la banda sonora es absolutamente impresionante con canciones de Johnny Mercier, interpretadas por los propios actores o ese genio de nombre Brad Mehldau que reiventa el piano.
Dos años pasarían hasta el regreso de Eastwood con un film que guarda no pocos parecidos con el que hoy nos ocupa, y que es mucho más inteligente de lo que parece a simple vista. Pero de eso hablaremos en el siguiente capítulo de este eterno especial.
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gustafsson
Pues es de esas películas que no sé si me gustan o me dejan de gustar.Tiene muchos elementos que me atraen.De entrada me gustan las ciudades sureñas(preciosa Savannah)y las historias donde un forastero,por alguna razón,mete las narices en algún asunto turbio;me gusta la mezcla de investigación,excentricidad y magia y me fascina el título.Pero me falta ambigüedad y una mayor disección de la doble moral y la decadencia de una sociedad encerrada en sí misma,a parte de mostrar las fiestas del potentado del pueblo,un par de frases y unos cuantos personajes extravagantes.
Es extraña,teniendo en cuenta de quien viene.Para mí tiene su encanto pero le sobra título.
ÁlexDarko
ALABADO SEA EL SEÑOR.
La película más extraña de Eastwood. Un paseo por la comedia, el suspense, el cine de juicios y la fantasía. Algunas escenas alcanzan unas cotas extravagantes e insólitas atípicas en su filmografía. No por ello deja de tener algunas cosas estimables, como la cara oculta de la burguesía, más típica de Buñuel.
shade2814
Alberto, cuando acabes el especial de Eastwood podrías seguir con uno de Bergman o de Takashi Miike, o algún otro director con una filmografía corta XD
eluyeni
Pues si como dice usted los revisionados ayudan a decidirse, y éste es su segundo sobre esta película, le diré que me está provocando el tercero mío (maldito sea usted: no conocía esos detalles private eye del señor Eastwood). Me explico: la primera vez me pareció una filfa bastante aburrida y dispersa, descompensada, sin saber muy bien a qué carta jugar. La segunda vez (creo que la pasaban por la tele), bastantes más años después, le saqué algo más de jugo, y sin parecerme una mala película, tampoco me pareció ni abominable ni del todo aburrida, incluso en la parte judicial (muy standard) pues me entretuvo. Y esto es lo que me gusta de algunas películas: que tengan cierto recorrido. Aunque también le digo que la culpa la tendría ese actor tan bueno y con tan mala suerte, o malas elecciones, o dejadez, o llámenle cómo quieran, que es John Cusack.
Salu2 ;)
Adam West
A mí me defraudó bastante ésta peli.Tenía otras expectativas,otra idea de lo que iba a encontrarme en la pantalla. Me resultó que por momentos se hacía espesa y larga.L a historia está bien,es interesante y creo que está bastante bien narrada,sin embargo a mí entender le sobraban unos cuantos minutos de metraje.Hay secuencias que aunque aporten cosas acerca de los personajes,si se hubiesen cortado no habría pasado nada,e incluso podría haber agilizado un poco el ritmo,sobre todo en los últimos 45 minutos. Hace bastante que no la veo,tendré que echarle otro ojo. Eso sí,el reparto es la bomba.Cusack está bien,pero aun así,hay momentos en los que Spacey se lo come vivo.
Juan E. Trujillo
Es de esas películas que son poco atractivas para la taquilla, pero tiene un sin fin de momentazos con un pulso único, sólo hay que ver que Eastwood da tremenda catedra con cada toma. Aquí, lo que atrapa, es la calidad de personajes que se van desarrollando al pasar de los minutos, una muestra de complejidad narrativa impresionante, quizás se lo más complejo que a hecho Eastwood.
PD: Lo más impresionante, o respetable, o lo que sea, es que no hay ningún protagonismo, quizás sea porque el no esté, pero es algo de admirar, conseguir que un elenco resalte durante todo el metraje.
Rollo Tomasi
Toma!!! Alberto con un especial!!!! pense que eso ya no nunca lo veriamos...XD
Pippen
Tengo entendido que no le dejaron o no pudo estrenar la película con el montaje que el hubiera querido.
Pinaker
"Pero de eso hablaremos en el siguiente capítulo de este eterno especial"
Eterno pero maravilloso, ojalá no acabara nunca, xq significaría q el bueno de Clint sigue ahi...
Dax
El gran Clint Eastwood, sin dudas el mejor director de la actualidad por lejos, y uno de los mejores del siglo pasado, desde su debut en la direccion con "Play misty for me" (1971)no ha dejado de sorprender, no solo pòr su prolifica obra, mas de 30 peliculas, sino tambien por la creciente calidad de sus peliculas, obras de arte como " The outlaw Josey Wales" (para muchos la mejor de Clint), "Pale Rider","Unforgiven","Cazador blanco, corazon negro", "Bird","Mystic River" o "Los puentes de Madison"; pequeñas grandes peliculas como "Bronco Billy", "High Plains Drifter", "Honkytonk Man" o "True Crime", faltan varias, no mencionare todas, hacen su obra casi incomparable. Hay 3 peliculas de su filmografia que yo calificaria de "llanas", por no decir olvidables, como son "Mas alla de la vida", "Invictus" y "Medianoche en el jardin del bien y del mal", es indiscutible que las 3 llevan su sello, pero son las menos interesantes de su carrera. A "Medianoche en el jardin del bien y del mal" solo la sostiene su gran elenco, para mi, John Cusak esta perfecto, al igual que Kevin Spacey, de la musica no hace falta decir nada (es sabido que Clint es un jazzofilo consumado, y eso se nota en sus peliculas, y es de agradecer, mencion aparte para la musica de "Bird", que sobre el saxo alto de Parker, regrabaron todos los demas instrumentos, con artistas de la talla de Ray Brown, Ron Carter o John Faddis, para hacer un OST espectacular). El personaje de "Lady Chablis" es cansino, y sus apariciones parecen interminables.Es dificil encontrar una pelicula "mala" en su filmografia, pero la que nos ocupa si me parece menor e intrascendente..
luissss
A mí esta película me parece un peliculón. Eastwood se mete en muchos charcos y en la mayoría sale seco. Recuerdo unas inclusiones humorísticas negras y muy divertidas, unos personajes muy carismáticos, una banda sonora y ambientación excelentes y varios apuntes sobre los prejuicios (tanto de Savanah como en la sociedad en general) muy cabrones. Sin ir más lejos, recuerdo una conversación entre la hija de Eastwood y John Cusack donde este último cuestiona al jurado porque tiene prejuicios contra los homosexuales por ser sureños; la hija de Eastwood le replica a Cusack que en si en Nueva York la gente no tendría prejuicios contra los homosexuales. La cara que se le queda a Cusack demuestra que el prejuicioso es él, y que la gente de Nueva York (el mundo) tiene tantos prejuicios como las del sur de USA (o más). Una película quizás algo irregular narrativamente, pero con picos extraordinarios e insólitos. Un gran filme. Saludos.