Estoy aquí para comunicaros que la vida, tal y como la habéis conocido, ha terminado. Más vale que os vayáis al pueblo esta noche a reiros y a hacer el gilipollas o a restregar vuestras pichitas contra vuestras novias, o a meterla en cualquier agujero. Pero sea lo que sea hacerlo, porque mañana a las seis de la mañana, vuestros culos serán míos
La de arriba es una de las famosas frases por la que popularmente se recuerda ‘El sargento de hierro’ (‘Heartbreak Ridge, 1986), la película que Clint Eastwood decidió filmar tras un año lleno de felicitaciones por su trabajo. En Europa empezaban a proclamarle como uno de los mejores directores americanos y poco a poco su imagen de autor iba creciendo, por lo que a muchos les sorprendió un proyecto como el presente, una especie de comedia dramática bélica —toma mezcla de géneros— que a priori parecía un ensalzamiento del ejército norteamericano. Eso era lo que pretendía el propio Ejército, que apoyó a Eastwood en todo cuanto quiso, dejándole rodar en determinados lugares y prestando armamento esperando que el actor/director hiciese un film al estilo de ‘Top Gun’ (id, Tony Scott, 1986), el gran éxito de aquel año, y que provocó que muchos jóvenes se alistasen en aviación. ‘El sargento de hierro’ es otra cosa bien distinta, afortunadamente.
Los altos mandatarios del Ejército querían que en la película se reflejase al nuevo ejército el cual no tenía nada que ver con el retratado en el film, en el que Eastwood daba más bien una visión del antiguo en un homenaje a los veteranos, aquellos que habían participado en guerras como la de Corea. No era la primera vez que Eastwood daba vida a un veterano de dicha guerra, y aquí le servía para realizar una vez más un dibujo sobre uno de sus típicos personajes individualistas, de esos que no se adaptan a los nuevos tiempos y que pertenecen a una época ya muerta. El sargento de artillería Tom Highway no se aparta demasiado en su esencia de Harry Callahan, Josey Wales o más recientemente Walt Kowalski, el resumen de todos sus personajes.

Eastwood ya era alcalde del pueblo en el que vive, Carmel (California), cuando realizó ‘El sargento de hierro’. Republicano de ideas, muchos pensaban que Eastwood se desharía en elogios hacia el Ejército de su país, pero que un cineasta tenga unas determinadas ideas políticas no significa ni por asomo que tengan que aplicarlas a sus películas. De hecho el director de ‘Million Dollar Baby’ es precisamente uno de esos casos en los que su ideología personal nada tiene que ver, no siempre, evidentemente, con la ideología de sus películas, demostrando que no todo es blanco o negro, que los extremos no son buenos.
Una de las cosas que más molestó al Ejército —enseguida declararon no tener nada que ver con la película y retiraron su apoyo— fue su lenguaje mal hablado, algo que también crispó a algunos de los espectadores de la época —comprobado in situ en el momento de su estreno, y es que eran otros tiempos—, pero pocos veían que se trataba de una exageración bien planeada de cara a que el film poseyese un marcado tono de comedia que en algunos momentos alcanza un grado de negrura insólito. El film da comienzo con Highway en prisión relatando un aventura de él y sus hombres con unas prostitutas; la cantidad de tacos que Highway suelta por minuto llama la atención de cualquiera, una efectiva manera de captar el interés. Más tarde nos enteramos de que Highway es un hombre muy condecorado por haber servido a su país en tiempos de guerra. A falta de poco tiempo para el retiro, Highway, de carácter difícil y siempre metido en líos, es trasladado a una base en la que adiestrará a marines. El sitio al que siempre ha querido regresar porque allí se encuentra la mujer de su vida, su ex-esposa (interpretada por Marsha Mason), que le separó por jugar demasiado tiempo a los soldaditos.
‘El sargento de hierro’ se divide en dos partes bien diferenciadas: el entrenamiento y la parte bélica —¿alguien se está acordando de Kubrick?—, estando la primera de ellas también subdividida. Primero vemos como Highway pone en cintura a una pandilla de vagos e inútiles jóvenes que no hacen absolutamente nada en el campo —otra de las razones por las que en el Ejército se sintieron especialmente molestos—, el entrenamiento será en principio un verdadero suplicio y toda esa parte está llena de gags, aunque la seriedad subyace debajo de toda la comicidad que baña dicha parte. Cuando todas las cartas han sido presentadas, Eastwood da uno de esos giros a los que nos tiene acostumbrados pero que siempre sorprenden. El director nos desvela el lado humano de Tom Highway, uno de los personajes mejor retratados por el actor, con detalles tan divertidos como las revistas femeninas que lee para entender mejor a las mujeres, o tan dramáticos como el recuerdo de lo que pasó en Heartbreak Ridge —al paredón el que cogió el título original y lo convirtió en lo que es en nuestro país— y que es la clave para entender la personalidad de Highway. Dicen que el pasado no importa, pero lo cierto es que lo que se hace, lo que se hizo, convierte a uno en lo que es, en lo que será. Hay que bucear en el pasado de los demás para entenderles.

Con todo lo mala que fue la década de los 80, artísticamente hablando, y lo mal que envejecen muchos de las películas de aquellos años hay que reconocer que ‘El sargento de hierro’ aguanta muy bien el paso del tiempo, aunque personalmente el último tercio del film, el de la parte bélica, es el que encuentro más flojo. No sé si está hecho adrede, parece que sí, pero la torpeza del asalto a la isla de Granada, la rapidez con la que entran y vencen al enemigo, y que dicha victoria haga quedar a Highway como un soldado excelente poniendo en evidencia a su superior —papel que interpreta un caricaturesco Everet McGill— me resulta demasiado facilón. No obstante, hay apuntes en ese tramo muy interesantes y bien mostrados, por ejemplo cuando se producen las primeras muertes. Los soldados entienden que han pasado de lo que parecía un divertido juego a la realidad. Incluso la música de Lennie Niehaus cambia volviéndose más oscura.
La crítica no trató demasiado bien, aunque tampoco demasiado mal, al film, y muchos no supieron ver más allá de los chistes basados en los tacos dichos por Highway. Es lo que ocurre cuando se tiene la imagen equivocada de un actor por determinadas películas. Por cierto, decir que ‘El sargento de hierro’ estuvo en el libro Guinness de los récords por ser la película en la que más tacos había, récord que mantuvo hasta que llegaron Tony Scott y Bruce Willis con ‘El último Boy Scout’ (‘The Last Boy Scout’, 1991). Eastwood tardaría casi dos años en ponerse delante y detrás de las cámaras. Como actor serviría en bandeja todos los ataques posibles de la crítica gracias a su muy olvidable participación en la quinta entrega de Harry Callahan a la que Eastwood volvió por evidentes intereses comerciales para después entregarse a un proyecto muy, muy personal.
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grebleipS
Estoy con Alberto Yupi Cave, no hace falta intentar ser tan "auténtico" para ser auténtico de verdad. No te ofendas THE ROCK, me caes bien, pero a veces pareces querer llevar a tu personaje más allá de lo pasable.
Por cierto, la película es mucho más que un montón de tacos. Pobre de aquellos que solo sean capaces de valorar estos. Grande Eastwood, grande como muy pocos.
gregorio_gl
Policía: Te voy a meter una multa de cojones, yo no hago descuentos a soldados.
Highway: Qué lastima, tu mujer si los hace.
ÁlexDarko
Charlie Parkeeeeeeeeeeer, es hora de coger el DVD de 'Bird' antes del próximo análisis.
'El sargento de hierro' es grande, de esas que echan tropecientas veces en la televisión y siempre acabas viendo. Siempre he dicho que sin Clint Eastwood, no valdría nada.
eluyeni
Cierto es que verla en el cine fue curioso. Hubo un montón de gente que vi desfilando para la salida porque les resultaba gratuitamente soez. Es una película simpática (Van Peebles está muy bien), que se maneja mejor en la comedia-documental castrense costumbrista. Hasta que se acaba tan abruptamente, cambiando incluso de estilo, en el momento en que les llaman a la acción en medio del baile. Hasta ahí más o menos aguantaba, pero increíblemente desde ahí es un despropósito. Parece incluso dirigida por otro, y hasta que termina no deja de bajar la valoración hasta entonces aceptable del film. La verdad es que no entiendo muy bien que el ejército no la encajase bien, porque a pesar de no ser un spot tipo Top Gun, sí que deja los mensajes a transmitir bien claritos: la gran familia acogedora del cuerpo de Marines, la superación de diferencias y la cooperación en equipo, la democracia y el patriotismo americano como valor absoluto en cualquier parte del mundo, etc.
Me quedo con la mítica secuencia de la llegada de Eastwood al barracón, así como con la coña de las camisetas y lo del AK-47.
Salu2 ;)
penitenciagite
Una película que no te cansas de ver, como bien apuntas mucha gente no ve mas allá de los tacos lo grande que es. Eso si algunas expresiones se quedan gravados a fuego, como la que comenta THE ROCK y una de mis favoritas en el bar cuando discute con el novio de su ex: HIGHWAY: Ah sí, entonces lo mejor será que te tumbe sobre esa mesa y te dé por culo." JENNINGS: ¿Qué has dicho?" HIGHWAY: "Así podrás ir a tu casa con una sonrisa en la cara y presumiendo de que acabas de cepillarte a un tío cojonudo"
Alberto Yupi Caye
Que razón tienes Mr.Blonde! Era un tipo duro, que se fue autofigurando para papeles como este. Pero que a lo largo de los años ha sabido demostrarnos que sabe llegar también al corazón de la gente. Si te paras a pensarlo es increíble toda la evolucion que ha sufrido como actor y director. Al que sin duda siguen sentándole los papeles rudos como un guante. Lo mas grande lo marco sin duda con Gran Torino, para mi y pese a quien le pese, su mejor película. Es todo Clint, lo bueno y lo malo, lo duro y lo sensible. El ejemplo perfecto de un actor de categoría superior y un director con un manejo de la cámara y la situación envidiable.
x0nsuns
"Habrás oído hablar de mí, soy Steve Jones, el conde del funk, el duque del cool, el ayatollah del rock and roll"
Una de esas peliculas tan grandes que ya no se hacen.. ahora el Sueco estaria generado por ordenador, cortes de camara cada 2 segundos y Mario van Peebles seria una estrella teenager para arrastrar a las masas al cine.
Grandes los 80!
MADE in JAPAN
Sin duda, yo también me quedo con la parte del entrenamiento y el "tratamiento" a los reclutas. Esta película dejó un muy buen sabor de boca y un personaje para la historia, y supongo que por eso envejece bien.
Y respecto a lo de que es republicano pero no lo parece, conozco a no pocos republicanos que no están en nada de acuerdo con lo que ha hecho en materia militar el gobierno de su país. Pero a pesar de ello, siguen votando a los republicanos, porque con los demócratas piensan que acabarían en la ruina económica. Quizá Eastwood es estos últimos. A saber.
drvenkman
Pero que seria de esta pelicula sin los tacos y sin los apodos geniales que les pone Highway?soldado mariconetti!!es cojonuda,una de mis peliculas favoritas,cierto es que la segunda parte,la que se trata la parte belica resulta casi ridicula,pero el que quiera cine belico del bueno que vea Apocalipse now y asunto arreglado,esta pelicula es para disfrutar del Eastwood total y echarse uns risas y como dice THE ROCK,espero que a nadie se le afloje el esfinter por el tema de los tacos.
malpaso
Me gusta el estudio del personaje central, el entrenamiento de los zoquetes y los salvajes diálogos, pero el último tercio de la película preferiría eliminarlo directamente, no me parece consecuente con el resto de la cinta.
P.D.: ¡Qué tetas tan agresivas!
lester
Aparta ese puro de contrabando de mi vista antes de que te lo meta tan dentro del culo que te quemes la nariz cuando intentes encenderlo
pcerezo
Una película de frases para repetir en noche de borrachera con los colegas al igual que los chascarrillos de Fordfairlane (Qué fue de Zuzu Petalos).
Simplemente comentarle al Sr. Crítico que la invasión de la Isla de Granada durón horas y no hubo practicamente combate de ahí que no dure nada en la película.
Un saludo, Pablo
crom
Gran película para mi gusto, es de esos films que con los años gana, ya sea por añoranza o porque en la actualidad no se realicen producciones por el estilo, donde aun esta bien visto ser politicamente incorrecto,los insultos gratuitos,al igual que la violencia y donde se veian los hombres duros de verdad. Tambien hacer mención a la aparición de un joven Mario Van Peebles que con el tiempo se quedo por el camino como otros muchos. Puro cine de entretenimiento.
tgtr666
Un excelente film que habia olvidado. Lo he visto 2 veces (una en el cine cuando bien niño) y me gusto mucho, sobre todo el caracter de Eastwood. Una prueba mas de que Eastwood y no otro es el mejor director vivo.
urquizap
Esta secuencia de revisiones a la carrera de Eastwood me fascina, cada que leo sobre una película suya aquí me la apunto para correr a conseguirla. Es que el tipo de un crack.
richardford
Excelente peli que va ganando con el paso de los años,lo de los insultos...mejor en castellano(como me partí el pecho con el post de hace un par de meses de Caviaro...jajaja).
Ojala que Eastwood llegue a los 101 años como Manuel de Oliveira haciendo cine(que no he visto ninguna de las pelis de este señor,pero ya tiene merito).
jorgepaez
Clint Eastwood acá demostrando su faceta de actor serio, la verdad Clint al verlo con el paso de los años me asombra más, sin duda una leyenda del cine y el Sargento de Hierro con el paso de los años sera reconocida como una gran pelicula.
Gabriel Caballero
Un peliculón, Eastwood en estado puro. Eso sí, estoy de acuerdo con la idea general de que la parte bélica flojea respecto al resto. Da la sensación de intrascendente y de que la película ya ha contado todo lo que había de contar. No lo había pensado pero ahora sí que me ha venido a la cabeza La chaqueta metálica, otra gran película que empeora tras acabar el entrenamiento. Claro, que en la película de Kubrick dura mucho más la parte bélica, pero ni mucho menos es tan irregular como en el film de Clint Eastwood.
Más de dos décadas han pasado y el tito Clint sigue teniendo las mismas inquietudes. No es difícil encontrar las similitudes entre esta película y Gran Torino -a la que considero incluso superior- como alguien anclado en las costumbres del pasado que se resiste a adaptarse a unos nuevos tiempos que no acaba de comprender. Contar lo mismo de distinta forma, que ni mucho menos es poco.
rhaplo
Un peliculón como la copa de un pino. Es una alegría que haya profesionales como el tito clint
Kessel
La última parte no es que sea floja, es que no os gusta, os incomoda; vosotros queréis ver el final que Clint os hace entrever antes de que llegue. Os jode, como a mi, y eso es justo lo que pretendía Clint: jodernos.
Para ver un final que se entrevé y que además ocurre, poneros Sin Perdón. Hasta entonces, con El sargento de Hierro, os joderéis.
Sin ánimo de ofensa.
raul.elnota77
Magnifica pelicula, divertidisima, con unos personajes muy bien definidos y unos dialogos brillantes. Lo mas criticable de la pelicula desde mi punto de vista es que la segunda parte te deja un poco frio y no porque no este bien filmada ni nada eso, si no porque la violencia verbal que tiene durante toda la pelicula no se tranforma en una violencia belica mas acorde con el tono general de la pelicula. Aun asi el tito Clint crea uno de sus personajes mas jodidamente entrañables de toda su carrera.
jalope
Pocas películas dejan tantas frases para el recuerdo como El Sargento de Hierro, y por muchos años que pasen, el público las seguirá recitando con la voz áspera que el recientemente fallecido Constantino Romero tan bien adaptaba al estilo soez y a la vez divertido del duro combatiente que Eastwood interpreta y que ya había entrenado en la saga de Harry El Sucio, en el papel de policía, y después con un estilo más parternalista, hizo emocionar a los espectadores que se rindieron ante Gran Torino. Un papel a su medida que ahora vuelve a la mente de todos los espectadores que aquí en España tanto admiran en parte por una voz ya apagada, porque como ya dijo el sargento Highway, "¡Somos silenciosos, somos rápidos, somos mortales!