Clint Eastwood: 'Ciudad muy caliente'

Clint Eastwood: 'Ciudad muy caliente'
Facebook Twitter Flipboard E-mail

El mismo año, 1984, que Clint Eastwood protagonizó 'En la cuerda floja' ('Tightrope', Richard Tuggle), se reunió con Burt Reynolds para hacer realidad el deseo de ambos actores de protagonizar una película juntos. Debido a los compromisos de cada uno el proyecto fue atrasado durante largo tiempo y cuando por fin pudieron hacerlo el rodaje fue un completo desastre, con accidentes y cambios de director incluidos. 'Ciudad muy caliente' ('City Heat, Richard Benjamin) podría haber sido una película muy distinta a la que es si no fuera porque Eastwood se llevó a matar con el director y guionista, el gran Blake Edwards, que abandonó el rodaje —fue despedido— aunque se conservó su guión el cual firmó con seudónimo.

Sam O. Brown no es otro que Edwards, las iniciales del seudónimo hacen referencia a la expresión "son of a bitch" (hijo de puta) y también a una de sus películas más famosas, 'S.O.B.' (1981) —en nuestro país recibió el título de 'Somos honrados bandidos', pero ésa es una triste historia de la que es mejor no hablar—, siendo el único guión de su espectacular filmografía que firmó con un apodo. Como director se pensó en alguien más "manejable", Richard Benjamin, actor de rostro curioso y director más bien mediocre e impersonal.

'Ciudad muy caliente' fue un continuo combate de egos en su inicio. Por un lado Clint Eastwood y Blake Edwards chocaban continuamente por las consabidas "diferenciar creativas". Además, el director de 'La pantera rosa' quería a su mujer, Julie Andrews, para uno de los personajes femeninos, algo a lo que ambos actores se negaron rotundamente. Eastwood porque lo quería para Sondra Locke, compañera sentimental del actor, y Burt Reynolds no tenía buenos recuerdos cuando la tuvo de compañera en 'El hombre que amaba a las mujeres' ('The Man Who Loved the Women', Blake Edwards, 1983). Al final el papel fue a parar a manos de Jane Alexander.

cityheat-f2.jpg

Las malas lenguas dicen que las dos estrellas del film también tuvieron sus más y sus menos con alguna pelea incluida. Lo cierto es que el film parece más de Reynolds que de Eastwood, incluso se enfocó un poco de cara a revitalizar la carrera de Reynolds que por aquel entonces empezaba a no ser tan taquillero, mientras que Eastwood seguía subiendo en popularidad. 'Ciudad muy caliente' fue un éxito de lo más discreto, de lo cual se lamentó Reynolds pero no afectó lo más mínimo a la carrera de Eastwood.

La película cuenta la historia de Mike Murphy, un detective privado que une fuerzas con un teniente de la policía, Speer, antiguo compañero suyo, para investigar el asesinato de su socio. Pronto descubren que éste había conseguido los libros de contabilidad de un importante mafioso para vendérselos a un gangster enemigo. Esta simple historia contiene un tratamiento de comedia de sabor clásico, algo que conocía muy bien Edwards, pero estando éste fuera del proyecto, el director Richard Benjamin —que había saboreado las mieles del éxito con la comedia 'Mi año favorito' ('My Favorite Year', 1982)— no saca todo el rendimiento posible a la propuesta. Ambos actores querían sorprender con un producto que era una autoparodia de sus propias personalidades jugando con la imagen que la mayoría del público tenía de ambos. En ese punto la película funciona sólo a medias.

cityheat-f3.bmp

A veces es divertido ver a los dos actores en pantalla metidos en la piel de dos colegas que se odian y respetan al mismo tiempo. Un chiste de Reynolds por aquí, una mueca de Eastwood por allá, gags muy facilones que Benjamin no sabe llevar más allá de donde llegan los actores. Lo mismo ocurre con las historias de amor de los dos protagonistas, algo deslavazadas y hasta forzadas. Otro tanto con las pocas escenas de acción, desaprovechando alguna como el espectacular tiroteo nocturno en el que Speer (Eastwood) saca todo su arsenal.

Queda para el recuerdo la composición de Eastwood, esa gabardina con ecos de Sergio Leone; la excelente decoración de Edward Carfagno —director artístico de películas como 'Quo Vadis' (id, Mervyn LeRoy, 1951), 'Julio César' ('Julius Caesar', Joseph L. Mankiewicz, 1953) o 'Ben-Hur' (id, William Wyler, 1959)—, y cómo no la banda sonora de un inspirado Lennie Niehaus que ambienta musicalmente el Kansas City de principios de los 30, una de las cunas del jazz. Un apartado técnico impecable, que no artístico. Ni siquiera los fans de Eastwood aceptamos de buen grado las muecas que el actor nos brinda en el film queriendo reírse de sí mismo, chocan con la seriedad que el personaje adquiere en otros instantes.

Menos mal que al año siguiente Eastwood nos regalaría una de sus grandes obras regresando al género por excelencia, el western.

Especial Clint Eastwood en Blogdecine:

Comentarios cerrados
Inicio