Es curiosa la imagen que tiene Apple TV+ respecto al promedio de sus series. Aquí es verdad que los críticos somos algo culpables por cierta indulgencia que aplicamos ya que sus series buenas son excelentes y de algún modo compensa. Sin embargo tenemos de vez en cuando borrones interesantes en el expediente y el que se estrena hoy es uno de ellos.
Tampoco es que no se viese venir demasiado, ya que 'Ciudad en llamas' (City on Fire) no era muy atractiva a priori. Sí, es verdad que teniendo a los creadores de 'Gossip Girl' detrás llamaban un público juvenil pero más allá de eso ni su premisa ni sus adelantos parecían tener mucho gancho. Y, efectivamente, así ha sido.
Con este drama tengo sensaciones parecidas que con 'Un lugar en el cielo' (Dear Edwards), que también contaba con un creador interesante (Jason Katims) en una exploración de duelo con la historia de un terrible accidente de avión, su único superviviente y las familias de las víctimas. Más allá de sus virtudes y defectos, había un aura de televisión generalista de la que no se desprendía.
Algo similar pasa con 'Ciudad en llamas'. La historia de Sam (Chase Sui Wonders), una chica disparada en medio de Central Park y que resulta ser una conexión entre una serie de incendios por toda la ciudad, una familia poderosa de empresarios y un grupo musical underground/antisistema, podría pasar fácilmente por una de tantas que vemos en la televisión convencional, en lo bueno y en lo malo.
Un buen reparto al servicio de una historia mediocre
De lejos, lo mejor de este drama es la figura central de Sam, con una Wonders que ya vimos destacar en la extinta 'Genera+ion' de HBO Max. Una protagonista enigmática, rota y que el guion se preocupa de desarrollar y explorar todo lo posible. Esto hace que no nos interese tanto (a la serie tampoco) el quién disparó sino quién es ella y por qué es tan relevante para el resto de personajes.
Sin embargo, en lo que nos alejamos de ella, ni Josh Schwartz y Stephanie Savage, quienes firman todos los episodios, logran contarnos nada interesante. En parte por problemas heredados de los cambios que han efectuado a la novela de Garth Risk Hallberg.
Ya de por sí, cambiar de época (de los años 1970 a 2003) pinta un panorama drásticamente diferente en el entramado social por el que se mueve la historia. Si bien no es malo pasar de la "Fear City", de una ciudad en bancarrota con índices de criminalidad de récord y apagones históricos a la Nueva York de la paranoia posterior al 11S y la gentrificación como pan cotidiano, la ambientación no es tan llamativa ni permea tanto.
La pena es que no aprovechan esos elementos, ni el trasfondo de los personajes, para contar algo interesante quedándose en todo momento en generalidades. Esto afecta bastante al tono de la historia que parece navegar sin ton ni son entre lo que es un thriller algo ligero y una telenovela de "los de arriba" y "los de abajo" con uno o un par de personajes sirviendo de puente.
La falta de un misterio interesante o de un desarrollo relativamente sólido de personajes es suplido por un reparto que, en líneas generales sostienen como pueden algo en lo que no parecen tener demasiada fe. La elección de actores es bastante acertada y creo que tener a Jemina Kirke a Nico Tortorella y Ashley Zukerman es una buena muestra de algo que siempre suelen hacer bien Scwartz y Savage.
Y la verdad es que tenerlos remando a favor de obra ayuda bastante a entrar en una serie que, en definitiva, es incapaz de mantener interesado al espectador ni con su misterio ni con los tejemanejes más de telenovela. El fuego de 'Ciudad en llamas' está más que extinguido... ni siquiera hemos visto las chispas.
En Espinof | Las mejores series de 2023