'Chrysalis', el thriller futurista que podría haber sido

París, año 2020. Un policía presencia el asesinato de su compañera y esposa. Al cabo de un tiempo le es asignada otra compañera y, junto a ella, tiene que enfrentarse con el criminal que mató a su mujer en un mundo en el que los recuerdos pueden ser alterados, por lo que ya no puedes estar seguro ni de tu verdadera identidad…

Con esta premisa y con la fotografía y la atmósfera que se puede ver en el tráiler, 'Chrysalis', el primer film de Julien Leclercq, promete. Sin embargo, su irritante lentitud y la inclusión de tramas que apenas tienen significado en la historia global, así como algunos fallos de guión, estropean el resultado. Podemos seguir pendientes de Leclercq, eso sí, pues no sería extraño que en futuros trabajos suyos estos problemas se hubiesen superado y que el director que hoy es novel nos ofreciese interesantes acercamientos a la ciencia ficción desde una estética europea.

Como en 'Olvídate de mí' ('The Eternal Sunshine of the Spotless Mind'), en 'Chrysalis' existe una máquina capaz de borrar de la mente los recuerdos. Pero en este caso, en lugar de con fines románticos, la tecnología se emplea con objetivos terroristas y bélicos. Las autoridades, por lo tanto, quieren recuperar la posible arma para que no caiga en manos enemigas y envían al teniente David Hoffman a cumplir esta misión.

Todo esto suena bien tal como está dicho aquí, sin embargo, no queda bien planteado en la trama y ni siquiera es creíble. Por ejemplo, el potencial de ataque de la máquina que podría otorgar el dominio del mundo a quien la posea, se supone que consiste en lavar el cerebro a los soldados, pero esta tecnología necesita repetidas sesiones para lograr este efecto y el lavado de cerebro se podría hacer con mucha mayor facilidad y rapidez de muchas otras formas, como de hecho ya se hace en la actualidad en la vida real.

De la misma forma, los supuestos giros que, además, son muy previsibles porque están muy vistos (SPOILER: las autoridades han mentido al protagonista y lo han utilizado FIN DEL SPOILER), pierden efectividad, pues no se transmiten bien, no llegan hasta el espectador de forma que éste pueda sentir algún tipo de empatía.

Por ello se podría decir que el guión de 'Chrysalis', firmado por cuatro plumas: Julien Leclercq, Nicolas Peufaillit, Franck Philippon y Aude Py, posee los elementos necesarios —así como numerosos guiños a otros films de ciencia ficción— para crear una película correcta, pero que los autores no los han sabido colocar o transmitir. A este segunda aspecto, es decir, a transmitir, contribuye, como es lógico, la realización. Es precisamente esa atención a la estética de la que ya hemos hablado, la que ha impedido a Leclercq ocuparse de narrar una historia y de lograr que el espectador pueda hacer otra cosa que no sea contemplar los planos.

Y en el sentido de la contemplación es donde mejor encaja la trama de Mélanie Thierry, la hija de la científica, a la que constantemente estamos viendo sin que ocurra nada en sus escenas más que el tenerla a ella en el encuadre. Por si fuese poco, la sorpresa que se ofrece acerca de esta joven es aún más fácil de adivinar que las demás.

El avance de la investigación se despliega a un ritmo muy pausado, no en el sentido de planos largos en duración, sino en el de que se tarda mucho en averiguar cosas, que la información se dosifica demasiado poco a poco. Por lo tanto, toda la parte central del film es soporífera.

Como adelantaba en la introducción, existe algún otro detalle de guión que no encaja. Es incomprensible que la nueva compañera del protagonista, siendo una policía con algo de experiencia, cometa las estupideces que comete, como, por ejemplo, acercarse con la pistola en el cinto a un preso al que acaba de desatarle las esposas y agacharse delante de él de modo que el hombre sin esfuerzo le puede arrebatar el arma.

En general, se podría dividir la película en dos y decir que, estéticamente, nos encontramos ante un interesante ejercicio, pero que narrativamente no es nada. Quizá se resumiría todo diciendo que se trata de acción francesa y que, ante tal oxímoron, que se contradice sólo en un par de excepciones, ya sabéis lo que podéis esperaros. 'Chrysalis' es un film que aspira a mucho más de lo que consigue y que, sin llegar a resultar molesto por lo pretencioso, se hace tedioso de ver.

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