‘Space Jam: Nuevas leyendas’ ha roto nuestra capacidad para ver el metacine como algo que puede ser brillante. Su comentario estaba tan falto de ironía, de sentido, de gracia y de talento que parte del público, desencantado, llegó a calificar al tráiler de ‘Chip y Chop: Los guardianes rescatadores’ de trasunto de la película de los Looney Tunes (y Lola Índigo).
Por suerte, no hacía falta mucha pericia para ver que había algo más: la magia de The Lonely Island, posiblemente el grupo de creadores más creativo y original de los últimos veinte años: dos de los tres miembros participan en la cinta. Y lo han conseguido. ‘Chip y Chop’ es el reverso luminoso de ‘Space Jam: Nuevas leyendas’, la película que consigue que creamos de nuevo que hacer buen humor sobre la cultura pop, más allá de la referencia por la referencia, es posible.
Chip y Chop, los mejores
Originalmente, la película de Chip y Chop no tenía a The Lonely Island, ni humor meta, ni gracietas sobre Hollywood y la cultura popular. De hecho, en 2014 la idea era hacer un reboot y crear una franquicia que rivalizara con ‘Alvin y las ardillas’ (algo de lo que esta película se venga de manera explícita) contando una historia de orígenes. La película que tenemos en Disney+ ha transgredido todo lo que se esperaba de ella y se ha convertido en algo completamente diferente: un comentario sobre el estado actual de Hollywood y su poca imaginación que además esconde un regusto agridulce sobre la vida adulta. Y todo ello, con Chip y Chop como protagonistas. Ni trampa ni cartón.
La serie original terminó en 1990, y en estos más de treinta años tan solo tuvieron un retorno episódico en la maravillosa ‘Patoaventuras’. No tenía sentido continuar con una saga que muy pocos recuerdan como si nada hubiera pasado. En su lugar, y en vez de tirar por un humillante auto-odio, ‘Chip y Chop’ se lanza por un camino tan complejo como acertado, el de contar la historia detrás de las cámaras demostrando amor por la franquicia y actualizándola a la época actual. Y esto no significa animales rapeando, rediseños poco afortunados o comedia edgy que solo pueden entender los adultos. O al menos, no del todo.
‘Chip y Chop’ podría haber sido una colección de instantáneas de la cultura pop, cuatro chistes sobre películas conocidas, y una trama endeble tratando de unir los gags, pero su base es la de una buena historia que se asemeja a un cruce entre ‘El asesino de personajes’, el fabuloso cómic de Pafman, y un episodio de ‘El asombroso mundo de Gumball’. Además, aunque el reencuentro en ocasiones peca de típico (por muy rompedora que sea, no deja de ser una película familiar de Disney) consigue emocionar por momentos utilizando los running gags en su favor, destacando los detalles que después tendrán importancia y sin que su moraleja sea obvia y ramplona. Y todo ello obligando al espectador avezado a presionar el botón de pausa cada poco tiempo para pillar todos los chistes de fondo.
La bella y el Hombre-Perro maldito
El miedo de que las referencias de ‘Chip y Chop’ fueran, como en la secuela de ‘Space Jam’, un simple escaparate de Disney+, era lógico y tenía fundamento. Y sin embargo, han conseguido hacer un Roger Rabbit (literalmente): en la película hacen cameos personajes animados de diferentes franquicias fuera de Disney, consiguiendo incentivar el factor sorpresa y consiguiendo que el viaje sea siempre fresco y sorprendente. Si queréis algunos nombres, mejor entrad en Twitter: los que la han visto antes ya han corrido a dar spoilers para demostrar, supongo, que ser cinéfilo no suele estar reñido con ser un cretino.
Si queréis ver la cinta como una oportunidad de pillar easter eggs y cameos, estáis de enhorabuena. Pero si le pedís algo más, por suerte, también. Chip y Chop, en su papel de estrellas vintage, son capaces de hacer un comentario sobre el cine de animación actual, tópicos incluidos, divertido y acertado. Obviamente no llega a ser una reflexión sesuda, pero sus creadores van mucho más allá de lo que ninguno de nosotros creyó que llegarían: la presencia de los personajes como actores que interpretaban un papel, si bien no es algo nuevo, le permite ensanchar horizontes y llegar a límites tan divertidos como insospechados. Rodajes, bootlegs, personajes rechazados o merchandising inservible se juntan en un guion en la que, al final, lo que más brilla es el corazón de sus protagonistas.
De acuerdo, sí, la trama de ‘Chip y Chop’ no es nueva y nos recuerda a muchas cosas vistas antes: una pareja de actores que hace tiempo que rompieron su amistad por una tontería y se embarcan en una aventura para salvar a alguien de su antiguo equipo. Pero lo que esta obra hace bien es abrir en canal a sus protagonistas (no literalmente). Y es que tanto Chip como Chop tienen motivos para llevar treinta años sin hablarse, consiguiendo que el espectador sea capaz de empatizar con ambos. Ayuda que se tome su tiempo para plantear la historia y no tenga prisa por empezar hasta que no estén todas las fichas sobre el tablero. Se nota que detrás hay gente que sabe lo que se hace. Para bien… Y para mal.
Cero Cero Chop
En The Lonely Island (si no sabéis quiénes son, os recomiendo un vistazo a YouTube urgente), por mucho que falte un miembro y que el guion esté escrito por gente proveniente de 'Crazy ex-girlfriend', son demasiado inteligentes como para permitir que una película como esta utilice los tópicos del cine sin subrayar su uso. Y aquí es donde comete su error más grave: señalar que una parte del guion es vaga y tópica de manera explícita no la convierte en algo bueno. Además, lo hace en prejuicio de algún personaje que podría haber dado más de sí, y que tristemente tiene su papel reducido en este pseudo-reboot. Es una solución ingeniosa, pero no lo suficiente.
Sin embargo, cualquier pequeño error queda diezmado por la fabulosa elección del reparto vocal: John Mulaney y Andy Samberg, una vez nos quitamos del problema “es que no hablan con voz de ardillas”, tienen la entonación perfecta, y Will Arnett lo borda como el villano (cuya identidad, obviamente, no desvelaré). Quizá se echan de menos más posibilidades para el humor vocal de Mulaney, pero Samberg lo compensa con creces. Un sueño, la verdad.
‘Chip y Chop’ es un pequeño milagro en el que decenas de creadores de dibujos animados se han unido para reírse de sus obras y del trato que les da Hollywood, de la industria e incluso de tus propias expectativas como espectador cuando le das al Play esperando ver qué tontería han hecho con una serie de hace tres décadas. Tiene que ser mala, ¿verdad? Seguro que en un momento dado se ponen a rapear. ¡Y que los personajes están hechos en 3D y quedan raro! Quítate todos los prejuicios posibles: te va a sorprender.
En resumidas cuentas
Tanto si eres un fan de ‘Chip y Chop’ como si no lo has visto en tu vida, o si eres un amante del metacine, del juego de Hollywood y de la animación en general, tienes que ver esta película. Eso sí, ten en cuenta que no deja de ser una película familiar en la que posiblemente los niños acaben aburriéndose, no tanto por las referencias como porque la historia tiene capas adultas y unos personajes maduros en forma de pequeñas ardillas rescatadoras. Los adultos con cierto sentido del humor muy específico os lo vais a pasar en grande. Ahora sí que sí, podemos volver a cantar orgullosos aquello de “Chip y Chop rescatadores, Chip y Chop, los mejores”.
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