Es habitual que el protagonista de una película sea alguien que esté pasando por su peor momento y necesite encontrar algo para redimirse y, de paso, iniciar una nueva etapa de su vida. Las opciones son prácticamente infinitas a la hora de mostrar esto en cualquier obra de ficción, pero lo importante es que es una solución argumental con la que resulta relativamente sencillo el poder sentirnos identificados, por lo que sigue utilizándose de forma regular.
Jon Favreau ha apostado por ello en 'Chef' (2014), su regreso a un cine más pequeñito tras varios años centrado en rodar superproducciones como 'Iron Man' (2008) o 'Cowboys & Aliens' (2011), pero también hasta cierto punto su forma de lidiar con todos los problemas que tuvo tanto con Marvel como con otras personas por culpa de 'Iron Man 2' (2010). Todo ello sirve además para dar forma a una agradable comedia veraniega y un muy efectivo crowd pleaser.
'Chef', Marvel y la redención
Ya os comenté en mi artículo sobre víctimas del cine de superhéroes que Favreau estaba convencido de que en Marvel iban a confiar en él para rodar 'Los Vengadores' ('The Avengers', 2012), pero su creciente salario y la mala experiencia vivida durante el rodaje de 'Iron Man 2' hizo que se decantasen por Joss Whedon. A priori podría costar creerlo, pero una de las cosas que cuenta 'Chef' es esa, llegando al punto de incluir detalles tan específicos como que un personaje Tony pase de él cuando necesitaba su apoyo para que su muestra de fuerza sirviera para algo.
Los que queráis leer la película en esa línea encontraréis más detalles, algunos seguramente hasta se me pasaran por alto, pero su auténtica historia no deja de ser la de un chef venido a menos que ha de rehacerse y también reconciliarse con su hijo, al cual ha tenido bastante desatendido en beneficio de un trabajo en el que nunca le dejaban demostrar su maestría cocinando. Seguro que cualquiera de vosotros podrá acertar lo que va a suceder sólo leyendo eso, pero es que el encanto de 'Chef' no está en incluir grandes sorpresas, algo que tampoco busca en ningún momento.
La fuerza de 'Chef' está en ser un entretenimiento ligero que contagia optimismo al espectador y también en lo apetitosos que resultan todos los platos que el protagonista cocina, siendo bastante efectiva la actuación de Favreau para mostrar la pasión del personaje por el arte culinario. Todo ello está aderezado con algunas tramas que no son más que pasos en su regreso por todo lo alto, contando con aliados de lujo que hace que momentos que podrían haber sido una gran tontería resulten bastante disfrutables -pienso sobre todo en la breve aparición de Robert Downey Jr.-.
Eso sí, no interpretéis esa naturaleza de comedia ligera con el hecho de ser muy poca cosa, ya que son pocos los títulos de Hollywood que hayan sabido expresar tan bien la importancia de las nuevas tecnologías y, sobre todo, las redes sociales. Además, todo ello expresado de forma muy sencilla a través de la puesta en escena de Favreau para mantener el tono de forma impecable, pero pequeños detalles como este resultan decisivos para que su algo excesivo metraje o las concesiones del guión no acaben siendo una losa demasiado pesada.
¿Exceso de buenas intenciones?
Por mucho que uno se deje llevar, hay una serie de puntos en 'Chef' que sólo podríamos pasar por alto si desconectásemos nuestro cerebro por completo, ya que todo va adquiriendo tintes demasiado positivos e ideales como para que realmente podamos creernos lo que sucede en pantalla. Era algo con lo que ya contábamos, pero llega un punto en el que la acumulación de detalles -pronto empieza a hacernos dudar al ponerse a Scarlett Johansson como amante y a Sofía Vergara como su ex y madre de su único hijo- puede ser excesiva para muchos.
Por mi parte, no llegó a molestarme en demasía, ya que hay que entender que cada película busca cosas distintas y uno no puede empeñarse en buscar que sabe que no va a encontrar. Aquí se da la casualidad de que los manjares que se muestran en pantalla son el disfraz de un disfrutable -y nada empalagoso- algodón de azúcar realzado por contar con un reparto repleto de rostros conocidos implicados -un lujo contar con el actor mejor pagado y una de las actrices que más cobran en un título pequeñito como el que nos ocupa- que no se dejan de llevar y la sinceridad de Favreau pese a las licencias que se toma para describir de forma exageradamente positiva a su personaje.
En definitiva, 'Chef' es una película ligera por mucho que podamos rascar segundas intenciones en lo que cuenta y eso es su salvación, ya que podría haber resultado pesada y cansina a poco que se hubiese desviado de eso. El no hacerlo permite que sea una cinta agradable que se toma sus licencias -más peligrosas cuanto más se acerca el final-, pero para cuando llega ese momento ya nos habrá conquistado con la apetitosa sencillez de un aperitivo de verano.
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