La última producción Blumhouse (si es que eso es posible, porque siempre hay una última después de la última), 'La caza', iba a llegar a las pantallas de todo el mundo tras una temporada en la nevera como consecuencia de una serie de desafortunados acontecimientos. Ahora, con una desgracia aún más terrible, probablemente termine olvidada para siempre. Mala suerte para una película con mucho a destacar.
Blancos humanos
Un grupo de desconocidos despierta en el claro de un bosque. No saben dónde están ni cómo han llegado hasta ahí. Tampoco saben que han sido escogidos para algo muy concreto. Han sido seleccionados para ser cazados. A raíz de una teoría conspirativa nacida en la dark web, un grupo de la élite mundial se reúne por primera vez en una recóndita mansión para divertirse cazando a seres humanos.
Sí, lo has visto docenas de veces, pero como sucede en algunas de las variaciones que hemos destacado ahí arriba, con la última versión estamos de enhorabuena. La nueva creación de Damon Lindelof (junto a su colega Nick Cuse) toma como base 'The Most Dangerous Game', la historia creada por Richard Connell (que ya ha tenido innumerables adaptaciones cinematográficas) y la adapta a estos tiempos de internet, conspiraciones, foros ultra-lo-que-sea y absoluto desencanto vital. Y lo hace desde un punto que, personalmente, me cogió a pie cambiado: desde la sátira más estruendosa.
Con 'La caza', Lindelof prolonga su racha de aciertos con una verbena satírica entre la Troma y Armando Iannucci, poniendo todas las cartas sobre la mesa sin esconder ningún as en la manga. ¿La mejor mano de todas? La de Betty Gilpin, imparable caballo ganador. Noventa minutos de pura evasión y mala uva sanguinolenta que hacen de esta cacería el producto Blumhouse más eficiente de una temporada que, al menos en chez Blum, ha cerrado hasta el año que viene.
Blumhouse verbenero
Blumhouse tiró la casa por la ventana con esta apuesta: 'La caza' cuenta con prácticamente el doble de presupuesto que sus compañeras de promoción, 'El hombre invisible' y 'Fantasy Island'. De hecho, los presupuestos de ambas suman el de esta divertida gamberrada impredecible, aunque no quizás no tanto al final. Eso sí: estamos ante la película ideal para estos días de justicieros de balcón.
Acostumbrados a intentar una mayor trascendencia y calado a través de trabajos más refinados, como 'Déjame salir' ('Get Out') o 'Múltiple' ('Split'), o más recientemente con 'El hombre invisible', que se apoyaba en un relato de malos tratos y violencia de género (mucho menos sutil de lo que ella misma habría deseado) para, desde el fantástico, reformular viejas pócimas.
No es el caso de la película dirigida por Craig Zobel, mucho más aparatosa, ruidosa, zafia y grosera de lo que nadie en su sano juicio habría imaginado jamás viniendo del mismo equipo creativo que enamoró al mundo con 'The Leftovers' y hace prácticamente cuatro días con 'Watchmen'. Sea cual sea tu postura, relájate y disfruta de la cacería. "La película más comentada del año es una que nadie ha visto", reza con orgullo su cartel. Por desgracia, y por estos cataclismos globales, es muy probable que así vaya a seguir.
.
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 8 Comentarios