‘La Casa’ (The House, 2022), uno de los primeros lanzamientos originales de Netflix del año es una antología inquietante de animación que se ha anunciado como una comedia oscura, pero esconde mucho más detrás. Está dividida en tres capítulos, cada uno dirigido por un director diferente, y todos los cuales exploran una historia diferente relacionada con la misma casa que conecta cada cortometraje, que también tienen en común la deliciosa técnica stop-motion, y un tono inquietante.
‘La casa’ empieza con una historia dirigida por Emma de Swaef y Mac James Roels, sobre una familia pobre del siglo XIX que recibe una oferta que no pueden rechazar de un excéntrico millonario llamado Van Schoonbeck, que les construirá una mansión gratis si abandonan su modesta casita. La nueva morada es enorme, y un poco mal ventilada, y la hija mayor, Mabel, descubre que el millonario está haciendo cambios constantemente, y su representante, el Sr. Thomas se está volviendo loco poco a poco.
Un pequeño prodigio de stop motion
Tan contenida como escalofriante, esta primera historia es la que más responde a un relato de terror convencional, una especie de ‘El resplandor’ con muñequitos, muy paciente y atmosférica y con los elementos de terror cercanos al surrealismo. Su final es bastante grotesco y extraño y funciona más como un trabajo de David Lynch. Y del director de ‘Rabbits’ parece el estilo de la segunda historia, que está protagonizada por ratones y dirigida por Niki Lindroth von Bahr.
Ya ambientada en la actualidad, el segmento intermedio trata sobre un restaurador que ha puesto todos sus recursos en renovar la mansión. Cuando acaba el trabajo se da cuenta que la casa tiene que una plaga de escarabajos y antes de una jornada de puertas abiertas debe asegurarse de que la casa esté lista. La mayoría de los posibles compradores allí muestran poco interés, excepto una extraña pareja que dicen estar "muy interesados" constantemente.

Un distinto tono de terror que se completa con un número musical grandioso con los coleópteros que recuerda a las delirantes piezas con cucarachas de ‘El cuchitril de Joe’ (Joe's Apartment, 1996). En la tercera historia, dirigida por Paloma Baeza y ambientada ya en un futuro próximo, entramos en el terreno de la ciencia ficción y la casa es lo único que queda seco en una ciudad completamente inundada.
Tres visiones y una sola mirada
Ahora es un complejo de apartamentos y la propietaria, una gata llamada Rosa está también decidida a renovar la mansión, pero no puede recaudar el alquiler de dos inquilinos restantes; un joven llamado Elias que le paga con pescado y una mujer hippie llamada Jen que le paga con cristales. Cuando Cosmos, uno de los amigos místicos de Jen viene de visita, intenta convencer a Jen de que es hora de dejar la casa.
Es la historia más fantástica y luminosa de las tres, completando un muestrario diverso e inusual de cuentos oscuros con apariencia encantadora, con animales que hablan y efectos visuales similares a los de una casa de muñecas, realmente una maqueta que se mantiene como el gran personaje de la película, captado de diferentes maneras por los tres autores. Pero en cada episodio hay algo bajo la superficie aparente, algo inquietante que nunca se llega a desarrollar. Y a pesar de ello la casa representa una especie de salvavidas para todos los personajes y parece atraer a los desesperados.

Lo más interesante de ‘La casa’ es que es capaz de seguir este hilo con tres ambientes diferentes y no dejar de parecer tener un mismo hilo y un tono siniestro que oscila entre Edgar Allan Poe y los cuentos de hadas góticos, con una animación que recuerda a Ladislas Starewitch, Cegavske o Jiri Trnka, llena de texturas de pesadilla que se mantienen consistentes gracias a los guiones de Enda Walsh, quien sabe transmitir la sensación de extrañeza y oscuridad siniestra de la historia para completar una deliciosa anomalía en el cine de animación.
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8 comentarios
Undersky
Me la apunto.
Godfrey
Yo solo ví el primer segmento de la antología, pero la animación con muñecos de fieltro tiene un rollo creepy muy en la linea de Starewitch, como se apunta en el artículo. Y me gusto la idea de dejar espacio a la incertidumbre en el deambular de los niños por la casa, con personajes o escenas que no son explicados pero aportan otras capas de significado.
mickyvainilla
El que más me gustó es el último de todos. Muy bien caracterizados los personajes "hippies" (dicho sea de paso, etiqueta ofensiva en éstos tiempos dónde todo el mundo se ofende por todo) y que además la metáfora del mensaje "hippie" materializada, encaja perfecto en el universo absurdo de la obra.
paulcrosnier
Se le pueda dar un vistazo para recordar siempre a Ray Harryhausen.
Usuario desactivado
Me la apunto para este finde. Me encantan estas mierdas que dan mal rollo.
charlesss
la del medio me encanto me dio un mal de cuerpo que hasta ahora me dura esa decadencia representada de manera parasitaria mas la fobia que tengo a las ratas, para mi la mejor lograda de las 3
pedrogarreperez
¡¡¿¿Humor absurdo???!!! ¡¡¡¿¿¿Dónde??!!!!Sin duda la historia central es la mejor y de un mal rollo que asusta. Esto demuestra lo mucho que queda por hacer (y se puede hacer) en animación. Probablemente no vuelva a verla en mi vida. Estas cosas que dejan tan mal cuerpo no son lo mío.