Ricardo Darín hace ya varios años que se convirtió en la gran estrella del cine hablado en español, logrando que las películas que cuentan con su presencia puedan competir de tú a tú con casi cualquier propuesta que nos llegue desde Hollywood. Títulos tan diversos como ‘El secreto de sus ojos’, ‘Séptimo’, ‘Relatos salvajes’ o ‘Truman’ han demostrado su gancho entre el público sin ser largometrajes de corte especialmente comercial.
Con ‘Capitán Kóblic’ ('Kóblic') volvió a demostrarlo en su estreno en Argentina el pasado mes de abril y ahora ha llegado el momento de volver a hacerlo en España, contando para hecho con la dura competencia de la excelente ‘Expediente Warren: El caso Enfield’ (‘The Conjuring 2’) y de la entretenida ‘Ninja Turtles: Fuera de las sombras’ (‘Ninja Turtles: Out of the Shadows’). Por mi parte, no dudo de que vaya lograrlo, pero en lo artístico es discreta y se queda finalmente en tierra de nadie.
Una propuesta interesante sobre el papel
Por lo pronto, ‘Capitán Kóblic’ es una cinta que juega multitud de cartas, con el añadido de que prácticamente todas ellas resultan interesantes sobre el papel. El gran problema es que Sebastián Borensztein, director y guionista -esta última tarea compartida con Alejandro Ocón- de la película, no termina de exprimir ninguna de ellas y tampoco logra conectarlas de una forma satisfactoria, coqueteando así en varios momentos con despertar la indiferencia del espectador.
Antes mencionaba que la película se quedaba en tierra de nadie, algo que coincide con la ubicación de la historia, un pequeño pueblo interior aislado en el que rigen sus propias normas. Su rutina se ve alterada con la llegada del personaje interpretado por Darín, un desertor que a duras penas tiene un lugar en el que refugiarse sin saber tampoco muy bien qué va a ser de él. Todos viven su particular estado de incertidumbre y eso es algo que se transmite de forma bastante clara.
No obstante, llega un punto en el que esa pausa relativa tiene que romperse para que ‘Capitán Kóblic’ nos lleve a alguna parte. Para ello se opta por romper con la figura del héroe tradicional en beneficio de seguir resaltando la mera necesidad de huir de su protagonista, pero sin tampoco poder ponerlo de manifiesto. Eso provoca una serie de reacciones en los personajes con los que interactúa, desde la complicidad de una muy solvente Inma Cuesta hasta el nerviosismo de un muy convincente Oscar Martínez.
’Capitán Kóblic’, un desarrollo fallido
Ahí es cuando Borensztein debería elevar la intensidad y lo cierto es que lo intenta, pero en algunos casos se queda muy lejos del impacto emocional deseado -el pasado de Kóblic- y en otros hay una frialdad demasiado marcada -el romance entre Darín y Cuesta-. No obstante, lo más llamativo es que la gran rivalidad entre el cacique local y el recién llegado nunca llegue a explotar, jugándose en su lugar con elementos secundarios que dejan** un sabor de boca un poco amargo** por mucho que también tengan algunos detalles jugosos.
‘Capitán Kóblic’ tenía ahí muchas opciones de llevar más allá ese toque de western que sobrevuela por la función en todo momento, pero no sé si resultado de la indecisión o fruto de una decisión poco afortunada, pero le falta fuerza, y eso disminuye su atractivo. Curiosamente, lo mismo podría decirse del propio Darín, quien realmente no hace nada mal y encaja muy bien con las necesidades del personaje, pero son éstas las que le limitan tanto a él como a la propia película.
La pena es que en términos de ambientación sí que se crea ese clima de calma ligeramente enrarecida que a priori debería sentarle muy bien a la historia que nos está contando, llegando a haber momentos puntuales que a su manera tienen una gran belleza visual. Además, la puesta en escena de Borensztein sabe potenciarlo, pero no enmendar las debilidades de un libreto que no termina de tener del todo claro lo que busca, o al menos no cuál es su verdadero eje.
Al final la sensación que me quedó con ‘Capitán Kóblic’ es que no tenía muy claro si me había gustado o no. Han pasado ya unas semanas y esa idea persiste en mi cabeza, ya que sus defectos no son tan pronunciados como para sacarme de lo que nos está contando, pero sus virtudes tampoco son tan potentes como para agarrarme a ellas e intentar dejar pasar todo lo demás. Lo que sí tengo claro es que quiero saber más sobre esos vuelos de la muerte que aquí no son más que un catalizador de la situación actual del personaje de Darín.
En definitiva, ‘Capitán Kóblic’ no es una mala película, pero tampoco puedo decir que sea buena. La cuestión es que sus buenas interpretaciones y un acabado visual estimulante chocan con una deriva argumental que se queda a mitad de camino en prácticamente todo lo que propone, quitando así energía a una cinta que apenas dura hora y media y en la que la nota reinante acaba siendo la sensación de cierta insatisfacción colindante con la indiferencia que nos deja.
En Blogdecine: 'Capitán Kóblic' | Charlamos con Ricardo Darín e Inma Cuesta
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