No fue lo mejor que vimos ayer, pero 'Sin ley' ('Lawless') fue sin duda el título estrella de la cuarta jornada del festival de Cannes. Otra vez, por las estrellas que acudieron a la Croisette. Shia LaBeouf, Tom Hardy, Jessica Chastain, Guy Pearce y Mia Wasikowska se pasearon por la alfombra roja entre flashes y gritos de fans. No voy a pecar de hipocresía, cuando el grupo atravesaba el pasillo que lleva a la pequeña sala donde se celebran las ruedas de prensa, un servidor les esperaba con la cámara del móvil encendida y el montón de hojas con las notas de producción (en francés) de la película, esperando conseguir algún autógrafo. Pero creo que ante todo hay que guardar las formas, una cosa es respetar y admirar a unos profesionales que se ganan la vida con el séptimo arte, y otra muy diferente adorar de manera enfermiza y perder el control por una firma o una foto. Por supuesto, al margen de todo esto están los reporteros gráficos, que empujan, golpean y clavan los codos en el estómago por las imágenes que deben entregar de manera inmediata. A veces, esto parece una guerra por un botín de lo más absurdo.
‘Lawless’ es uno de los veintidós trabajos que compiten por la Palma de Oro y el primero que John Hillcoat presenta en Cannes. Tras ‘The Road (La carretera)’, el australiano dirige esta adaptación de la novela ‘The Wettest County in the World’ escrita por Matt Bondurant, nieto de uno de los tres hermanos sobre los que gira la película. Jack, Forrest y Howard (LaBeouf, Hardy y Clarke) son los Bondurant, dedicados al contrabando de alcohol en los Estados Unidos de la Ley Seca, con fama de inmortales. Su mayor amenaza es el ayudante del sheriff Charlie Rakes (Pearce), un implacable hombre de la ley que llega a Franklin, Virginia, para frenar la distribución de whisky casero. Y como os podéis imaginar, hay tensión, amenazas, violencia, sangre y una buena cantidad de tiros. Es una película entretenida con una cuidada atmósfera, delicioso sabor a western y un puñado de actores carismáticos a los que gusta ver, pero le falta riesgo, es previsible y demasiado comercial para Cannes, dudo que entre en el palmarés de este año; desde luego, no se lo merece.
Los comienzos dicen mucho de las películas y del enfoque del cineasta. ‘Lawless’ arranca con un pequeño prólogo en el que vemos a los tres hermanos cuando aún son niños, en un establo. Uno de ellos, el más pequeño, lleva un arma y debe matar a un cerdo. No lo hace, y es otro de los Bondurant quien dispara. Aparte de que no está muy bien filmada (con continuos cortes que rompen la emoción del momento) la secuencia no tiene ninguna utilidad, no será mencionada más adelante y la información que aporta será expuesta de nuevo en varias ocasiones. Así que el único motivo es mostrar cómo un niño liquida a un animal de un balazo sin inmutarse lo más mínimo. Llamativo y gratuito. Y la primera pista de que no vamos a ver algo grande. Enseguida vemos a los hermanos en plena rutina, pasando el control policial, vendiendo licor para una fiesta y enfrentándose a los que intentan sabotear su negocio. Como digo, pronto nos retratan a Jack como el Bondurant débil y cobarde, protegido por los otros dos; Forrest es el líder y Howard un imponente bruto. Todo les va estupendamente hasta que aparece el psicópata de Rakes. Pero Jack no será el mismo durante toda la película, como protagonista tiene que evolucionar, demostrando inteligencia para los negocios y valentía para encarar un duelo a muerte.
Nick Cave, colaborador de Hillcoat en ‘Ghosts… of the Civil Dead’, ‘The Proposition’ y ‘The Road’, firma el guion (y la banda sonora) de ‘Lawless’ y no se complica demasiado. Está el relato lleno de lugares comunes y giros previsibles, no plantea nada realmente especial. Los mejores momentos del film se deben a la puesta en escena de Hillcoat y al trabajo del reparto. Hillcoat tampoco hace nada memorable, se le intuye atado a las necesidades comerciales de un proyecto que no fue fácil de financiar, pero la realización es más que digna y entusiasmará al público menos exigente. Básicamente, el australiano se limita a repetir el tono y el estilo visual de sus anteriores largometrajes, con imágenes crudas, personajes sucios y sudorosos, y una violencia seca y rápida, contundente, realista, sin espectáculo; Benoît Delhomme se ocupa de la fotografía y regala algunos instantes preciosos (como esos planos entre sombras durante el tiroteo del clímax).
Los actores cumplen, y algunos secundarios mantienen el interés de la narración, rota en dos pedazos y a la que le vendría bien un recorte de metraje. Shia LaBeouf intenta que lo tomen en serio y se esfuerza con la interpretación del menor de los Bondurant, pero le falta carisma y no puede evitar quedar eclipsado por sus compañeros de reparto. De hecho, uno de los mayores problemas de ‘Lawless’ es que LaBeouf encarna al personaje con más minutos en pantalla, y los recursos del chico son limitados. Tom Hardy, Jessica Chastain, Guy Pearce y Gary Oldman son los más acertados. Lamentablemente Hardy está obligado a dejar espacio a LaBeouf y se queda un poco al margen, Chastain hace creíble el convencional papel de mujer fuerte enamorada, Pearce se divierte con un villano de dibujos animados (cruel, excéntrico, vanidoso), sin duda el rol más llamativo de la película, y a Oldman apenas se le disfruta en tres o cuatro escenas. En general, todos estos personajes están algo desaprovechados. Mia Wasikowska y Jason Clarke tienen poca relevancia mientras que Dane DeHaan, al que vimos en ‘Chronicle’, saca partido de sus escasos minutos. Es una lástima que Cave y Hillcoat no hayan puesto toda la carne en el asador, han perdido la oportunidad de hacer algo importante.
No pude asistir a la rueda de prensa (normalmente solo tienen acceso los privilegiados de la acreditación rosa) pero pude seguirla en directo a través de uno de los monitores situados en el exterior de la sala. Hubo muchas preguntas centradas en obtener títulos que Cave y Hillcoat hubieran usado como referencia para escribir y poner en imágenes la historia de los Bondurant. El director confesó que tuvo en mente ‘Bonnie & Clyde’ pero que principalmente usó fotografías de la época; el músico y guionista fue más contundente y se molestó con un periodista (algo pesado) que insistía en que ‘Lawless’ le recordaba bastante a ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’, en la que colaboró Cave (que cuanto terminó de contestar soltó un “son of a bitch“ que se oyó alto y claro al dejar encendido el micrófono). Alguien preguntó a los actores si, ya que habían encarnado a traficantes, estaban a favor de la legalización de las drogas, pero nadie quiso responder directamente, solo Hardy dijo “hagas lo que hagas, que no te pillen”. Habló el actor sobre su logrado acento estadounidense (más que un acento es la voz del personaje, matizó) y aseguró que no ha visto ‘El padrino’, aunque no me lo tomaría muy en serio (ya digo que se buscaron influencias insistentemente). Cave fue muy sincero, dijo que escribió el guion pensando en entretener durante dos horas y como no cree que la novela sea fiel a la realidad no se cortó a la hora de introducir cambios. Hillcoat también respondió con honestidad al revelar que habían simplificado el personaje de Pearce (el peinado fue idea del actor) y en general toda la novela. Destacó, por último, que la crisis económica ha afectado mucho al cine pero que por suerte está la televisión, mencionando concretamente la HBO.