En Netflix deben estar muy satisfechos de su relación profesional con McG, ya que la comedia de terror ‘The Babysitter’ fue bastante comentada -a la compañía parece que le importe más que se hable de ella a cualquier otra cosa- cuando se estrenó allá por octubre de 2017 y este mismo mes ha iniciado el rodaje de ‘Wonderland’, el tercer largometraje que dirige para la plataforma.
Este mismo mes ha estrenado también ‘Campamento alienígena’, la segunda. Una vez vista está claro que pretende ser una especie de actualización de ‘Los Goonies’ tomando elementos prestados de otros títulos y el resultado no es especialmente memorable. No obstante, sí que funciona como pasatiempo juvenil a poco que esté dispuesto a pasar por alto sus obvias limitaciones.
Unas debilidades y fortalezas claras
Los efectos especiales han llegado a tal punto que son capaces de conseguir que nos creamos que existan cosas que no están ahí, pero para conseguirlo hace falta mucho dinero y McG contó con apenas 16 millones de dólares para sacar adelante ‘Campamento alienígena’. Una cifra que ha acabado siendo a todas luces insuficiente para conseguir que el monstruo alienígena no nos resulte poco más que un engendro digital en varias escenas.
Ese detalle resta credibilidad a la película hasta el punto de que todo funciona mucho mejor cuando se deja de lado esa amenaza extraterrestre y se centra en la relación entre los cuatro chavales protagonistas. No es que esté presentada de forma ejemplar por el guion, pero los cuatro jóvenes actores consiguen resultar lo suficientemente simpáticos como para que te dejes llevar y disfrutes de su viaje para salvar el mundo.
Sí, salvar el mundo, porque ‘Campamento alienígena’ lo eleva todo a ese nivel y es una de las causas de que el tono de la película resulte un tanto bipolar. Por un lado tenemos a un improbable cuarteto de amigos que van estrechando lazos tras ver que no les queda otra que seguir juntos para no acabar dejados a su suerte. Ahí sí funciona la película. A veces hacen estupideces y es todo más o menos previsible, pero tiene su encanto.
No pidáis peras al olmo
Por otra parte nos encontramos con la necesidad de elevar la intensidad dramática, de avivar el ritmo por encima de esa ligereza que había abrazo hasta entonces… y falla. El resto de actores tampoco es que haga gran cosa por evitarlo y McG no termina de saber integrar bien esa amenaza. Al menos sí que consigue que el arco de los protagonistas evolucione y así el público es más proclive a no centrarse en las pegas, sobre todo estando en casa y sin ganas de pensar mucho.
De hecho, esa influencia que mencionaba antes de ‘Los Goonies’ se nota más en el inicio de la amistad entre ambos y la llamada a la aventura porque luego se diluye bastante, bebiendo más de otras fuentes -hay al menos un par de escenas que lo que me venía a la cabeza era ‘Parque jurásico’ y 'Stranger Things' también sobrevuela en más de una ocasión- y no terminando de encontrar una personalidad que la defina. Va un poco a tirones y eso probablemente sea un obstáculo imposible de superar para algunos espectadores.
En definitiva, ‘Campamento alienígena’ no es gran cosa. Funciona mejor cuando es un pasatiempo ligero centrado en cuatro chavales que cuando se convierte en una lucha contra el reloj por salvar el mundo. Para pasar el rato un día que no quieras complicarte mucho sí que sirve, pero no esperéis mucho más que eso.
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