En Netflix llevan tiempo demostrando su interés por jugar un poco con los formatos habituales a la hora de hacer series o película. Buenos ejemplos de ellos tenemos con experiencias interactivas como 'Black Mirror: Bandersnatch', 'Kimmy contra el reverendo' o 'El gato caco', pero ahora ha querido ir un paso más allá con 'Caleidoscopio', una serie cuyos episodios pueden verse en el orden que prefiera el espectador.
Eso no quiere decir que 'Caleidoscopio' sea uno de esos procedimentales en los que puedes ver un episodio sin perderte apenas nada, ya que cuenta la historia de un robo, estando todos los capítulos conectados entre sí. La idea de dar libertad al espectador para escoger como verla es bastante curiosa, pero el problema es que lo que cuenta no es demasiado interesante.
Curiosa como experimento pero discreta como serie
Imagino que habrá quien piense que eso de elegir uno el orden en el que verlo es una tontería, pero hay otro detalle importante a tener cuenta, ya que a cada suscriptor le aparecen los episodios ordenados de forma diferente, y sin números, ya que cada uno de ellos está identificado por un color. Eso prácticamente obliga a que haya multitud de experiencias diferentes a la hora de acercarse a la serie. En mi caso el primero en aparecer era Verde, pero os podría salir perfectamente otro.
Obviamente, eso marca la experiencia a la hora de ver 'Caleidoscopio', pero una cosa que me queda clara es que esta miniserie creada por Eric Garcia centra su ambición en ese experimento en lugar de esforzarse más a la hora de construir las diferentes tramas que dan forma al relato. La única regla, y no sé hasta qué punto es vinculantes, es que Blanco está pensado para ser el ultimo episodio que veamos.
El problema es que ese toque exótico pronto queda de lado ante el hecho de que esta historia de robos y venganzas tiene un fondo dramático demasiado convencional. Claro que ayuda que las motivaciones de los protagonistas estén claras, pero hay un punto en el que simplemente se vuelven obvias y nos retrotraen a infinidad de propuestas similares que iban a ello de forma más directa.
Lo que sucede aquí es que 'Caleidoscopio' se puede ver en cualquier orden porque está diseñada de tal forma que no hay nada que se sienta esencial, lo cual también lleva a que las motivaciones de algunos personajes pierdan fuerza. Sí que existe el inevitable flashback para dar más profundidad a las motivaciones del protagonista, pero la verdad es que casi tiene más sentido como arranque que apareciendo a mitad de temporada, pues uno ya se huele bastante lo que va a suceder.
A su favor podría decirse que busca un enfoque ligero y ágil, donde había venido fenomenal algo más de estilo en lo referente a la puesta en escena. Está claro que no esperaba aquí una exhibición como la de Steven Soderbergh en 'Ocean's 11', pero tampoco algo tan tradicional. Aquí era donde 'Caleidoscopio' podía justificar por qué son 8 episodios en lugar de una película de un par de horas, pero lo cierto es que poco aporta por esa vía.
Por su parte, el reparto cumple con cierta solvencia pero sin conquistar al público en ningún momento, siendo Giancarlo Esposito el que tiene más margen para desarrollar su personaje, agradeciéndose además que no estemos ante otro primo hermano de su inolvidable Gustavo Fring de 'Breaking Bad' y 'Better Call Saul'. A cambio, el protagonista también se ve afectado por esa apuesta sobre seguro en lo que nos está contando, quitando así brillo a su componente más emocional.
Del resto me gustó especialmente el trabajo de Paz Vega como Ava, ya que también es el personaje con el que se introduce cierto toque de enigma en lugar de dejar las cosas demasiado claras desde el primer momento, algo que ella sabe aprovechar muy bien. Y es que no me olvido de que con el de Tati Gabrielle también se juega con la incógnita, pero ahí los guionistas hacen un trabajo bastante flojo, hasta el punto de acabar vaciando de interés a su Hannah.
En resumidas cuentas
'Caleidoscopio' prometía ser una serie revolucionaria pero acaba quedándose en tierra de nadie. Nunca es realmente mala, lo cual ayuda a que se vea con cierta facilidad, pero tampoco tiene nada memorable más allá de ese juego a la hora de ver los episodios que no deja de ser una forma de intentar enmascarar sus debilidades. Para ver, echar el rato y olvidarte de ella en cuanto empieces con otra serie.
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