Mi compañera Maldivia en su crítica de 'Café Solo o con Ellas', creo que termina llegando a la conclusión de que esta película es una completa basura (no con estas palabras, que mi compi no es tan atrevida) en la que únicamente te ríes un par de veces o más. Estoy completamente de acuerdo, de hecho un servidor se rió exactamente dos veces durante el visionado de esta cosa. El problema es que ya no recuerdo los gags en concreto, lo cual no dice nada bueno de esos supuestos momentos cómicos. O eso, o mi memoria está programada para olvidar rápidamente lo que en una charla entre colegas calificaría con palabras que aquí no me permiten utilizar por eso de que hay lectores demasiado sensibles.
La película narra las vivencias de un grupo de amiguetes con sus respectivas "mujeres". Tenemos al ligón que se las come a todas, hasta que se encuentra con una que no le hace caso, al buen chaval al que su novia deja por otro, al listo del grupo que está a punto de pedir en matrimonio a su novia, y al más "feo" que no tiene éxito entre el público femenino hasta que aparece la mujer de mis sueños, de nombre Lucía Jiménez, y las cosas cambian.
No me preguntéis por mi admiración por la Jiménez, es algo que no tiene explicación, sólo puedo decir que a esta morbosa mujer se lo perdono todo, incluso el participar en un engendro de este calibre. Eso sí, que nunca más se vuelva a poner un uniforme de guardia de seguridad porque le queda fatal. Bueno, a lo que iba: la película es un compendio de chistes facilones, sobre todo de contenido sexual, un humor grueso en el que por supuesto no falta gente cagando o follando. En algunas de las situaciones se pretende ir más allá creando otras situaciones desencadenadas de las anteriores, pero que no tiene ni la más mínima gracia. Al respecto citar los pedos que alguien se tira mientras una prostituta le hace un trabajo oral a uno de los personajes; o mientras uno de ellos tiene un orgasmo con una mujer, ésta está hablando sobre las relaciones de pareja con uno de sus amigos. No están bien resultas y resultan absurdas.
La doble labor de Álvaro Díaz Armero dirigiendo y guionizando es simplemente penosa, de juzgado de guardia. Su puesta en escena es tan tan cutre, y de tan poca personalidad, que recuerda y mucho, a un montón de teleseries hispanas, de esas que pretenden, o pretendían, hablar de los problemas de un grupo de estudiantes, o vecinos, o padres de familia que ejercen de médico, etc, etc. La historia patina prácticamente desde el principio, resultando casi todo muy forzado y muy mal explicado, sobre todo algunas de las reacciones de lo personajes. Por no hablar de que la película parece que avanza a bloques, los cuales están muy mal unidos entre sí, con enormes problemas de ritmo.
Respecto al trabajo actoral, sólo señalar que es innegable que todos demuestran habérselo pasado de miedo rodando esta película, pero eso no justifica que las interpretaciones dejen bastante que desear. Alejo Sauras sigue sin poder quitarse de encima su imagen de 'Al Salir de Clase', cosa que sí consigue por ejemplo Lucía Jiménez, aunque eso no quiere decir que la actriz esté bien. Por cierto, los personajes femeninos son los peor tratados en la película. La única razón de ser de los personajes masculinos está tratada de forma banal y superficial. ¿Estaremos ante un film machista?
Un bodrio descomunal que no ayuda mucho, sino más bien todo lo contrario, a la actual situación de nuestro cine. Por último señalar que en cierto momento de la película aparece un póster de un film de Billy Wilder, posiblemente una de las influencias del director, ¿y de quién no? Viendo 'Café Solo o con Ellas' uno deduce fácilmente que Díaz Armero no ha visto ni una sola de las películas de Wilder, o simplemente no tiene la capacidad de aprender. Y es que el verdadero talento no se aprende, se nace con él.