Tras dedicar sus tres últimas películas a los superhéroes, al espectáculo de efectos visuales, a historias fantásticas, al cine de palomitas y evasión, Bryan Singer da otro giro a su carrera y se embarca en la narración de una compleja historia real, de un atentado que pudo cambiar el curso de la Historia. Y lo hace volviendo más al estilo austero, seco, directo, que recurriendo a su adquirido gusto por los encuadres retorcidos y los artificios visuales. Singer se toma muy en serio la traslación al cine de este apasionante capítulo histórico, cuya preparación, desarrollo y consecuencias ya han sido mostradas con anterioridad, pero nunca con este pulso, con este suspense, con esta emoción.
'Valkiria' ('Valkyrie', 2008) se estrenó finalmente el pasado 25 de diciembre en Estados Unidos (el 30 de enero en España), después de numerosos retrasos, de nuevas filmaciones y rumores de todo tipo, que casi llegaron a catalogar de fracaso una película que aún no se había proyectado. A pesar de lo que cabía esperar, tanto por la trama histórica como por el momento no demasiado popular del director ('Superman Returns' no fue lo que se esperaba) y actor protagonista (Tom Cruise, cuyo rostro, como es habitual, ocupa casi por completo el póster del film), la película obtuvo una excelente recaudación pero, de nuevo en contra de lo esperado, fue olvidada en las nominaciones a los Oscars.
Resulta curiosa la valoración que se hace, a menudo, sobre Bryan Singer. Casi podría decirse que se desprecia, para mí de forma sorprendente, su (aún escasa) obra por la temática de sus últimas tres películas, recurriendo constantemente a la mención de 'Sospechosos habituales' como si fuera lo único valioso que nos ha dejado este joven cineasta. Al director al que hay que agradecer que el cine de superhéroes se revitalizara, se tenga en cuenta, que tenga contenido y drama, al mismo tiempo que acción y efectos especiales, se le ha despojado de sus logros, quedando considerado como un realizador de segunda categoría, sin verdadero talento. Esta injusta valoración, con pocas luces, es propia de dos males que, en mayor o menor medida, nos afectan a todos: deficiente memoria y ligereza en el consumo de películas.
Lo cierto es que Singer lleva, desde el principio de su carrera, demostrando una extraordinaria habilidad para el suspense cinematográfico y para la construcción de escenas visualmente llamativas, así como un interés por lo ambigüo del ser humano, su lucha interna, y por la facilidad de verse afectado por la oscuridad, por lo malvado. En este sentido, ya comenté, con motivo de 'Verano de corrupción', y también cuando hablé de 'X-Men', que el director norteamericano sentía especial fascinación por todo lo que giraba en torno al nazismo, sin duda, una de las etapas más oscuras de la Historia. En su última película vuelve a tratar este tema, esta vez con mayor atención, llevándonos directamente a la boca del lobo, centrándose en una historia que ocurre en territorio alemán, durante la etapa en la que Adolf Hitler estaba aún en el poder. Concretamente, 'Valkiria' nos relata con sumo detalle y sobriedad la preparación de un atentado para acabar con la vida de Hitler y formar un nuevo gobierno al frente de Alemania.
Sin embargo, a diferencia de sus dos primeros personajes relacionados con el nazismo (curiosamente, ambos tenían el mismo rostro, el del gran Ian McKellen), aquí Bryan Singer no va a detenerse en la falta de moralidad o en la maldad de los hombres, en la fascinación por el lado oscuro del ser humano, sino que va a mostrarnos todo lo contrario, se va a centrar en ese puñado de "hombres buenos" que intentaron acabar con el régimen nazi, antes de que el ejército aliado fuese avanzando posiciones y llegara, finalmente, a Berlín. Realmente, no es que se haga una diferencia entre alemanes buenos y malos, afortunadamente no hay maniqueísmo en esta película; lo que se hace es mostrar a unas personas que se rebelan ante un régimen autoritario que está cometiendo demasiados actos intolerables, a unas personas que quisieron poner punto y final a una época siniestra.
La gran complejidad de lo que quisieron hacer y las consecuencias que pudo tener si finalmente llegan a tener éxito son dos puntos que quedan muy claros en la película, que no es ese thriller espectacular que parecía vendernos la publicidad (echad un ojo al trailer de arriba), sino un drama de suspense que se aleja de lo convencional, porque no hay concesiones (o son mínimas) y se centra en los hechos (fríos, si se quiere) y en la dureza de sus implicaciones, sin abandonar al espectador; no en vano, Singer tiene a Spielberg en un pedestal. A pesar de todo, de que en 'Valkiria' no haya sitio para un romance resultón (la participación de Carice Van Houten, breve, no va por ahí) o explosiones y persecuciones constantes, es también cine de entretenimiento, es un producto que cuida la información que se da al público, para que mantenga la atención en la pantalla y no la abandone en ningún momento.
Es interesante que en estos momentos haya dos películas como ésta y 'The Reader (El lector)' en la cartelera, ya que en ambas se habla de algo tan aparentemente limpio e irresponsable como es obedecer órdenes. Mucho se ha dicho y se ha visto en torno a eso, a ese escudo fruto de la jerarquía y el orden, de la falta de humanidad en las organizaciones (sobre esto mismo también giraba la muy fallida 'La cuestión humana'). La cadena de mando, el lenguaje seco, directo, y la amenaza de un severo castigo llevan a no discutir las órdenes ni las acciones de los que ejercen la autoridad. El miedo paraliza la razón, engaña las mentes y justifica actos que, en otro contexto, resultarían impensables. Pero todo tiene su límite y como se muestra en 'Valkiria' también hubo personas dentro del propio régimen liderado por Hitler que dijeron "basta" y quisieron detener la rueda de terror que estaba aplastando Alemania y Europa.
La cuidada ambientación, el convincente reparto (encabezados por un Cruise que vuelve a demostrar que es mejor actor de lo que muchos "cegatillos" se empeñan en asegurar, y con un Kenneth Branagh fantástico, que desgraciadamente no tiene mucha participación), la estupenda banda sonora (cómo no, obra de John Ottman, como sabéis, siempre junto a Singer, salvo en 'X-Men'), perfectamente integrada en la trama (diseñada por el ingenioso Christopher McQuarrie, guionista de 'Sospechosos habituales'), la sobria puesta en escena y un suspense realmente logrado (más aún teniendo en cuenta que ya sabemos lo que ocurre, es algo que está ahí, en los libros, y en internet) hacen de 'Valkiria' una experiencia intensa y muy disfrutable, si bien requiere de una adecuada aproximación por parte del espectador, que en modo alguno puede esperar un thriller comercial corriente.
Sin embargo, hay que decirlo, no estamos ante una película extraordinaria, completa, redonda. Me parece que falla el que todo esté tan centrado en el atentado, dejando fuera una adecuada recreación del contexto histórico (ya lo conocemos, pero nunca viene mal para comprender del todo a los personajes), y que el público se canse un poco de tanta preparación, especialmente cuando por medio hay un intento fallido, retrasando el momento en el que verdaderamente se llega hasta el final. Es el riesgo de las películas de atracos (a fin de cuentas, 'Valkiria' podría englobarse ahí, cambiando el asesinato de Hitler por el robo a un banco) cuando se molestan demasiado en demostrar que el plan ha sido trabajado en todo detalle, que al final provocan que el público desconecte y quede a la espera, aburrido, del desenlace, de si tienen éxito o no. Aquí no se llega a este extremo, pero es cierto que sobran minutos de planificación y faltan otros que aporten más información sobre el momento histórico y los protagonistas.
En definitiva, creo que esta 'Valkiria' nos reporta dos buenas noticias; la primera, que Bryan Singer, lejos de estar consumido, se encuentra lleno de energía, y lo que es mejor, con la intención de seguir experimentando, mejorando su saber hacer como director; la segunda, que aún hay sitio, en el cine comercial, para productos de calidad, serios, de narración elegante y jugoso contenido. Puede que a 'Valkiria' le falte una visión más global, que no cuente nada nuevo (me refiero a los hechos concretos), y que Tom Cruise tenga demasiado protagonismo, pero antes que todo eso, es una película magníficamente realizada, de gran suspense y con momentos realmente emocionantes, especialmente un final que llega al corazón. En pocas palabras, cine elegante, eficaz, bien hecho.
Especial Bryan Singer en Blogdecine:
Bryan Singer: 'Sospechosos habituales'