Tal vez Robert Wise no tenga un lugar entre los grandes grandes directores de todos los tiempos al lado de Murnau, Ford o Lang, por poner sólo tres ejemplos, pero desde luego hizo grandes películas, siendo recordado sobre todo por su contribución al cine fantástico y de terror con películas como 'Ultimátum a la Tierra' (de la que ahora amenazan con un remake), 'The Haunting' (para el que esto suscribe su mejor película), 'El Ladrón de Cadáveres' o 'Star Trek' (indudablemente la mejor de toda la larga saga). Wise es uno de los dos directores que aparte de ganar el Oscar al mejor director lo ha recogido también como productor en dos ocasiones, hazaña que logró con dos títulos míticos: 'West Side Story' y 'Sonrisas y Lágrimas', dos musicales de enorme éxito allá donde se estrenaron (el otro director fue Clint Eastwood).
En los años 40, bastante prolíficos para Wise, hizo un buen número de films inolvidables, como éste que nos ocupa, 'Born to Kill', cine negro al cine por cien. En él se nos narra la historia de un violento y ambicioso hombre que un día mata a una pareja movido por los celos. Pronto cambiará de ciudad y en su nuevo hogar conocerá a una rica heredera con la que podrá cumplir sus sueños de ambición. Sin embargo, aparecerá en escena otra mujer por la que se sentirá terriblemente atraído y ella por él.
Indudablemente lo mejor de la película es el manejo de la narración que realiza Wise, y su logradísima atmósfera de film noir en la mejor tradición del género. Puede que argumentalmente haya algunas cosillas que estén cogidas por los pelos, como la reacción de cierto personaje al descubrir los cuerpos de dos personas asesinadas, pero la fuerza que le imprime Wise al relato palia algunos de sus defectos, sobre todo porque logra un estupendo ritmo que va in crescendo hasta llegar a un clímax muy bien filmado y logrado.
Otro de sus puntos fuertes es la relación de los dos personajes centrales, un hombre y una mujer que se desean más allá de cualquier cosa, bañados por la maldad del personaje masculino. Lo que chirría bastante es la penosa interpretación de Lawrence Tierney, actor malo donde los haya, y del que ya os hablé cuando comenté la penosa 'Bodyguard' donde también estaba bastante mal, pero al lado de ésta se puede decir que hacía una interpretación de Oscar. Y es que lo de Tierney en 'Born to Kill' no tiene nombre. Han escogido al peor actor posible para un personaje lleno de matices y con muchísimas posibilidades, evitando que estemos ante la obra maestra que la película pedía ser a gritos. Y es que la inexpresividad de este actor es realmente impresionante, por no hablar de sus caras cuando se enfada.
Tierney choca de frente con la portentosa (ésta sí) interpretación de Claire Trevor, a la que todos recordarán por ser la prostituta de esa obra maestra de título 'La Diligencia'. Trevor, que en 'Born to Kill' tenía 37 años demuestra una madurez increíble dominando a la perfección un personaje lleno de dudas, aunque de una gran fuerza en su interior. Increíblemente guapa y atractiva, es la mejor de todo el reparto, y haberle puesto a Tierney delante subraya todavía más lo excelente actriz que era.
Una película estupenda, a pesar de los fallos antes mencionados, que demuestra la gran capacidad de Wise para esto del Cine, director que por cierto tocó todos los géneros y con buena fortuna. 'Born to Kill' la tenéis editada en dvd por Manga Films, pelada de extras pero con una excelente calidad de imagen y audio, como debe ser. Más Cine de Robert Wise en Blogdecine:
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