La animación para adultos suele ser sinónimo de familias desestructuradas: 'Rick y Morty', 'Los Simpson', 'Padre de familia', 'Padre made in USA'... Aunque subyazca un cariño solo se deja ver en escenas emotivas o episodios especiales. Durante años, la tónica era que Homer ahogara a Bart, Peter se tirara un pedo en la cara de Meg y Rick tratara de forma condescendiente a toda su familia.
Y en este maremágnum, 'Bob's Burgers' se alzó como la serie más extraña y pura del panorama de la animación adulta: una familia de cinco miembros que se quieren hasta las últimas circunstancias.
Hamburguesa "Pelinillos a la mar"
"Sois mi familia y os quiero, pero sois horribles. Todos sois horribles". Esta frase de Bob encapsula bien el espíritu de 'Bob's Burgers', que en sus episodios no destaca por sus diálogos provocadores, sus personajes rozando la frontera entre el bien y el mal o por los chistes grotescos. Al contrario: confía en las rarezas de su núcleo central, los running gags y un gigantesco reparto de personajes con el que contar aventuras familiares entre el slice of life y lo surrealista.
En un panorama donde Rick convertido en un pepinillo se trató como el pináculo de la comedia, es refrescante conocer a este grupo extraño y catastrófico pero con pureza en su corazón. Por eso fue tan desconcertante que, entre todas las posibilidades de series exitosas que llevar a la pantalla grande, la elegida fuera una de las menos populares. De hecho, quizá la serie que menos posibilidades tenía al llevarse a un formato de hora y media. Pero si 'Beavis y Butthead' ha salido ilesa dos veces y de 'South park' salió una obra maestra, ¿por qué no?
Después de verla, hay que reconocer que 'Bob's Burgers: la película' es un experimento que le quedaba grande. La cinta, que en España ha ido directa a Disney+, funciona como un reloj en los momentos más mundanos, y más incluso cuando intenta dar respuesta a preguntas recurrentes de la serie, como el origen de las orejas de conejo de Louise o la indecisión de Tina respecto a Jimmy Pesto Jr... pero, tristemente, se pierde en el momento que trata de dar un espectáculo cinematográfico que nadie, ni fans ni neófitos, le había pedido.
Hamburguesa "La dama de Belcher"
Como si tuviera algún tipo de complejo o de obligación con su audiencia, 'Bob's Burgers: la película' trata de ir más allá con un argumento whodunit que se aleja mucho de su material de origen. La travesía por descubrir quién es el asesino empieza de manera muy propia, con la visita a un barrio de feriantes, pero en el momento que se desvela el pastel, la película no sabe qué hacer y trata de mantener una tensión que se siente impropia, rompiendo con el tono sin motivo.
Los dilemas de los personajes hasta ese momento que rompe la trama son más bien mundanos, propios de una buena adaptación: tratar de salvar la hamburguesería, encontrar novio, ser respetada o, bueno, hacer música con un tenedor atado a un servilletero. De pronto, la película les pone en la tesitura de tener que salvarse de algo más grande de lo que nunca se han enfrentado y ponerse entre la vida y la muerte. Tristemente, hay algo que se esfuma durante el tercer acto. Los personajes están ahí, siguen siendo iguales, el clímax emocional es correcto, pero las situaciones que viven no lo son.
Hacer un episodio alargado no habría sido decepcionante en absoluto: es más, hasta ese momento no tiene otras pretensiones, y, si bien no es descacharrante ni está al nivel de los mejores capítulos de la serie, sí es divertido a su propia manera. De hecho, 'Bob's Burgers: la película' trata de satisfacer tanto a los fans de toda la vida como a los que se acercan a los Belcher por primera vez, y lo consigue durante todo del metraje: los guiños abundan durante toda la cinta pero no se vuelve en ningún momento críptica para un novato. Es un primer bocado genial, pero cuando llevas más de doscientos sabe incluso mejor.
Hamburguesa con clusiones
Lo voy a confesar: hay pocas cosas que me pongan de mejor humor que 'Bob's Burgers' y a la vez me caliente tanto el corazón. Es hogar, es mantita, es un chocolate caliente en Navidad. Cada capítulo te asegura varias carcajadas, canciones pegadizas, una sonrisa durante veinte minutos y algún que otro momento tierno (que no cursi: la serie rechaza lo cursi con violencia abrazando la naturalidad) con el que echar un par de lagrimitas. Sí, la película tiene sus defectos, pero, ¿cómo no voy a quererla? Los personajes están fabulosamente tratados en su paso al cine, se resuelven misterios que llevaban más de una década ocultos, hay guiños y cameos para los fans más observadores y las (tristemente pocas) canciones son un regalo.
Durante los dos primeros actos, 'Bob's Burgers: la película' funciona como un episodio alargado que hará feliz a cualquier fan. En cuanto al público nuevo, depende de sus expectativas: si espera ver groserías, chistes llevados al extremo o referencias continuas a la cultura pop probablemente ni siquiera termine de verla. La cinta, como la serie en sí misma, es un repositorio de cinismo, pureza, comedia y amor, y ni en sus momentos más derivativos deja de ser el fondo de todo.
Esta no es la mejor versión de 'Bob's Burgers' ni pasará a la historia como uno de sus momentos más celebres, pero merece la pena verla. Si ya seguís a los Belcher en Disney+ lo más probable es que esté entre vuestras prioridades del mes. Si lo que buscáis es una carta de presentación, quizá no sea perfecta, pero también funciona. Como poco, os aseguro que al final tendréis ganas de comeros una hamburguesa como es debido: en el restaurante de Bob. Sí, el del boquete en la puerta.
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