Moteros, estrellas porno, Charles Manson, ciencia ficción, pollo frito o samuráis negros. Al Adamson no conocía límites, ni tampoco la vergüenza. Heredero de cineastas como Ed Wood, contemporáneo de Roger Corman y precursor en cierto modo de la mecánica que perfeccionarían los Golan-Globus de la Cannon. Ahora el cineasta llega a Amazon Prime con un excelente documental dirigido por David Gregory, que ya nos brindó hace unos años el alucinante viaje al corazón de las tinieblas de Richard Stanley.
Una vida de película (de terror)
No hay tiempo para la sorpresa ya desde el mismo título del fabuloso documental producido por la mítica Severin Films. "Director de cine de terror encontrado muerto, enterrado bajo el suelo". Así salían los titulares de los diarios de todo el mundo aquella fatídica mañana de 1995. La vida salvaje de Al Adamson, al menos en unos sets de rodaje que parieron títulos tan emblématicos como 'Drácula vs. Frankenstein' o 'Enfermera diabólica', fue por méritos propios una de las más extrañas de la historia de Hollywood.
Contada a través de testimonios de amigos, familiares, colegas e historiadores, el archivo incluye docenas de clips bizarros y entrevistas de archivo con el propio Adamson, incluyendo la última que dio. Solo 'Blood & Flesh: The Reel Life & Ghastly Death of Al Adamson' puede saltar del retrato de un cineasta histórico al documental true crime con empleados homicidas. Sin duda alguna, estamos ante uno de los mejores documentales sobre "cine" que veremos este año.
Durante los años 60 y 70, como buen artesano del cine, Adamson tocó todos los géneros, siguió todos los modas, explotó todas los éxitos y se codeó con algunos de los profesionales más destacados del cine. Sobre todo a nivel de fotografía. Ahí está el divertido testimonio de Vilmos Zsigmond, sin ir más lejos. Todo con una ausencia de talento que solo se corresponde con un extraordinario sentido del oportunismo y muy buen olfato para el negocio.
Sangre, carne y cemento
Al Adamson fue un hombre de negocios sin escrúpulos. Un cineasta de guerrilla que no pagaba salvo que fuera estrictamente necesario y que tampoco dudó a la hora de reciclar alguna de sus películas con un nuevo título y otro cartel más en la onda de lo que fuera que estuviera de moda en un determinado momento. Pero también supo hacer eso tan bonito con lo que también identificamos en su momento a Quentin Tarantino. Adamson supo recurrir a viejas glorias olvidadas por la industria y convertirlas en buque insignia de su obra.
Aldo Ray, Lon Chaney Jr, Sandra Dee, Broderick Crawford y principalmente John Carradine y Russ Tamblyn fueron verdaderas marcas de fábrica de Adamson, viejas glorias que lideraron uno y mil proyectos del cineasta durante sus dos décadas en activo. Más de treinta películas en veinte años no está al alcance de cualquiera. Ni haciéndolas mal. Y, como dice el propio director en las estupendas imágenes de archivo del documental, no es que se hicieran mal adrede. Simplemente hacían lo que podían con el dinero que tenían. Y no tenían nada.
Sin comerlo ni beberlo, Amazon Prime nos brinda por sorpresa un trabajo fino con esa carga justa de encanto y tacto que el propio Adamson plasmaba en sus películas: muy poca.
El título del documental lo deja todo claro: sangre y carne es el resumen de la obra y milagros de uno de los reyes del trash con un tercer acto perturbador y, sobre todo muy, muy triste.
Otro estupendo trabajo y otro Lost Soul para David Gregory. Que no pare la fiesta, que para algo es el dueño de Severin Films.