Ha vuelto 'Black Mirror' para alegrarnos (e inquietarnos) el fin de semana. Desde hoy está disponible en Netflix la primera tanda de capítulos de la tercera temporada, más extensa que las dos anteriores. Si le ha beneficiado el cambio de cadena es una cuestión que habrá que valorar al final; hoy he visto el primer episodio, 'Nosedive', y puedo decir que mantiene el nivel en lo esencial.
La serie, creada por Charlie Brooker en 2011, consiste en historias independientes que tratan sobre los efectos de la tecnología en nuestra sociedad, aunque recurre a entornos y elementos propios de la ciencia-ficción para ampliar sus posibilidades narrativas y crear situaciones llamativas que disparan nuestra imaginación. Tiene un tono oscuro y pesimista, distópico, aunque cargado de humor (negro) y con algún rayo de esperanza.
La mayoría de capítulos tienen lugar en futuros cercanos e indeterminados que, a simple vista, parecen retratar diferentes caminos a los que puede dirigirse la humanidad si depende demasiado de la tecnología o ésta se desarrolla descontroladamente, sin una reflexión sobre sus peligros. Cabe engancharse y entretenerse con esa faceta de 'Black Mirror' pero la clave es que recurre a la fantasía para hablar de nuestro presente.
Aunque las historias se centren en dispositivos electrónicos futuristas, las necesidades que satisfacen y sus objetivos son comparables a los que tenemos actualmente, y las relaciones sociales que se derivan de ellos también. Esto es lo más interesante de la serie, la presentación de personajes y conflictos con los que podemos identificarnos.
Para lograrlo, la serie se basa en detalles de nuestro día a día, en señales de que algo no va bien; situaciones que, vistas desde fuera, adquieren dimensiones inquietantes. Y lo explota para ir más allá. Por ejemplo, la imagen que encabeza este artículo, con varios personajes concentrados en sus teléfonos móviles, sin interacción entre ellos. Seguro que lo has vivido. Y es muy posible que tú hayas sido uno de esos personajes.
No es sólo que cada uno esté más pendiente de las redes sociales que de las personas que tiene a su alrededor, que la interacción en Internet pueda ser más importante que la real, sino que cada uno está aislado en su smartphone. Un auténtico sociópata puede ser muy popular en Twitter. Socializar ha cambiado de significado. Como tantas otras cosas. Ahora bien, ¿somos más felices o infelices? ¿Estamos progresando realmente como sociedad?
La serie nos plantea preguntas como ésas. Cuestiona nuestra forma de vida y lo que buscamos. Genera reflexión. Conversación, debate. Y creo que cada uno la experimenta a su manera, puede extraer diferentes conclusiones, dependiendo de su personal punto de vista. Hay múltiples lecturas en cada episodio. Pero es también una serie divertida, fascinante estéticamente, con interpretaciones de gran nivel; muy completa. Tiene relatos más inspirados, imaginativos e impactantes que la mayoría de las películas de género fantástico que se hacen hoy en día.
El primer capítulo de la nueva temporada me ha dejado un sabor agridulce, no me ha cautivado tanto como otros (creo que mi favorito sigue siendo 'The Entire History Of You'), pero toca una realidad relevante, la crítica es contundente, Bryce Dallas Howard está espléndida y hay tramos angustiosos, de auténtica pesadilla. Quizá no al 100% pero cumple su objetivo, y conserva el nivel de exigencia y calidad de la serie.
Ahora que tenemos tantas opciones de entretenimiento, tantas ventanas, tantas películas y series a nuestro alcance, estamos obligados a elegir, a seleccionar, a aceptar la triste verdad: no hay tiempo para todo lo que queremos o nos recomiendan ver. 'Black Mirror' es algo especial. Merece nuestro tiempo. Y no es para fans de la ciencia-ficción, ni mucho menos. Es para cualquiera que quiera historias con enfoques diferentes y sorprendentes, que no dejan indiferente.
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13 comentarios
Usuario desactivado
Muy buena serie, de lo mejorcito que he visto. Mi capítulo favorito es el especial Blanca navidad, que me dejó muy, pero que muy descolocado, pero los dos más relacionados con las relaciones sentimentales también me marcaron bastante: el que dice el redactor y Be right back. Además, mola que no se traten de tecnologías "mágicas" como se ve en muchas ocasiones, sino de una evolución de lo que actualmente tenemos, y cosas que seguramente veremos antes de morir (el de los créditos quizá sea el futuro menos probable, aún así la crítica a los Talent Shows y a una sociedad semi-idiotizada es realmente brutal). Futuros más o menos cercanos sin exagerar, muy probables, alejados de la fantasía de Zemekis para Regreso al futuro.
Ojalá mantenga el nivel en Netflix, porque el ritmo que llevaba antes era un poco put*** para quienes la seguíamos, y una temporada de 3 capítulos cada dos años de algo tan sumamente bueno te dejaba cierto sabor agridulce.
Chicaro
También mi favorito es el tercer episodio de la primer temporada. Toby Kebbell está genial pero la historia es una pasada. La primera temporada es impecable.
Más películas y series como ésta, por favor.
thaproducer
Primera serie que me engancha al instante. No sé si entrarle pues mi tiempo se lo llevan los libros. Por supuesto el cine.
pcalzadolopez
¿Soy el único al que le ha extrañado ver este post aquí y no en vayatele?
javerit.langoyo
De las pocas series que me parecen salvables de la tan cacareada "edad dorada" de las series. Porque Juego de Tronos no me gusta, y empezando por ahí podría seguir con casi todas las demás del panorama actual. Pero Black Mirror... tiene cosas. Haces bien en dedicarle un artículo, Caviaro.
Hay capítulos y capítulos. Algunos me parecen flojos, la verdad... mientras que otros, sí que dan algún destello brillante, y la factura de la serie suele ser buena también. Y para brillantez "Black Mirror: White Chrismas". Hasta el título mola, y el episodio no decepciona. Que gran acierto la ambientación cuando nos presenta a los dos personajes, en una especie de caseta aislada en mitad de un paraje en el que no hay más que nieve, la elección del reparto y, para resumir, prácticamente todo. Tanto la idea, como la manera de plasmar la misma... una joya. Lo vi de madrugada (y en fechas navideñas) y flipé aquella noche.
De todas formas, creo que Utopia me resultó una serie más original; al menos en cuanto a su propuesta artística. Diría que la calidad y atrevimiento de Utopia son superiores. La mejor fotografía que he visto en una serie, más un uso de los colores (por ejemplo el amarillo) para crear un efecto "realismo mágico" muy especial, y un soundtrack rubricado por Cristobal Tapia de Veer acorde a la perfección con eso. Una banda sonora magistral, ya que parece brotar de esos amarillos y demás colores estridentes que salpican todo; una banda sonora hipnótica y psicótica... sardónica, como la serie misma. No parece insertada, parece emanar de su locura, y fluir en ella de manera orgánica. Pienso que es mejor, pese a tener un enfoque en su formato más interesante para mí Black Mirror, con esa independencia de que cada episodio sea un cuento y un caso aparte. Es una manera de narrar que me agrada mucho más que una trama que se vaya desarrollando a lo largo de las temporadas en plan telenovela. Le doy valor a eso de resolver rápido, al sorprender en una baldosa con una idea inspirada y no estar estirando un chicle que luego no sabes ni dar resolución. Tal vez, ese sea el mayor mérito de Black Mirror.
Elmandarinomandaloriano
Esta temporada supera con creces la segunda en mi opinión. Genial serie.
carloshernandezgomez
Adoro esta serie, para mi, la mejor que he visto nunca. Estiy en pleno proceso maratoniano de la nueva temporada en Netflix. Sigue igual de interesante, increíble y maravillosa. Gracias a Dios (Netflix) esta serie no cayó en el olvido.
snakeplissken
Estamos de acuerdo en que la serie lo peta, pero no concuerdo en varias cosas. La principal es que 'Black Mirror' es ciencia ficción pura y dura, no fantasía.