Hace unos días os hablaba del cambio de rumbo en la trayectoria de Kevin James. El cómico pasa al home invasion puro y duro con la simpática 'Becky', la mejor película del dúo responsable de 'Dulces criaturas' y 'Bushwick', onathan Milott y Cary Murnion. Y la cosa no sale mal.
Escupirá sobre vuestra tumba
La heroína que da título a la película es una dulce criatura de 13 años que tras la pérdida de su madre ha decidido, con toda la razón del mundo, enfadarse con la vida. Para intentar solucionarlo intentará limar asperezas con su padre en la casa del lago donde pasaron los mejores momentos de su vida familiar. Pero la vida no se cansa de dar palos, y tras un par de sorpresas más inofensivas que las que están por llegar, empiezan los problemas.
'Becky' es una película realmente confusa (para bien, en el mejor sentido) durante sus primeros minutos. Como sucedía en la primera película de la pareja, los niños son más peligrosos que los adultos por mucha simbología nazi que tengan grabada en la piel. Así, el paralelismo que establece en su arranque, entre la vida carcelaria y la vida estudiantil, nunca se toma a cachondeo. Y el resultado es chocante. Acertado y chocante.
Pero donde más problemas puede encontrar el espectador que decida invertir sus noventa minutos (disponibles en venta y alquiler en terreno norteamericano en Prime, entre otros) es en el farragoso hábitat del MacGuffin. Y es que la premisa de la película se sostiene sobre un elemento con la misma importancia y significado que, por ejemplo, el maletín de 'Pulp Fiction'. Si no te importa que la fuera motora de una película sea en realidad una artimaña sin explicación, disfrutarás del resto del viaje.
La niña salvaje
Aunque muchos se empeñarán en ver una versión asilvestrada de 'Solo en casa', algo que en realidad ya existía antes de la popular película de Columbus y se titulaba 'Game over - Se acabó el juego' ('36.15 code Père Noël'), sus influencias nos llevan a terrenos más incómodos y violentos. Por ejemplo, sin abusos ni agresiones sexuales de por medio, a la muy violenta 'La violencia del sexo' ('I Spit on your Grave) de Meir Zarchi. El cineasta isrealí, con solo tres largometrajes, marcó un sangriendo y revanchista camino de venganzas femeninas y explotaciones, y los directores demuestran ser conocedores del movimiento.
Y ahí está la parte más positiva y sorprendente de la película: 'Becky' es una fiesta salvaje, sangrienta y explícitamente gore cada vez que llega el turno de un Fatality, ofreciendo toneladas de hemoglobina vengativa de primer nivel. Aquí el "ojo por ojo" se vuelve literal y la catarsis funciona casi a la perfección.
Por desgracia, el tercer acto se muestra más previsible que el resto del conjunto, desapareciendo rápido la sensación de sorpresa pero sin llegar a molestar. Las interpretaciones de Lulu Wilson y Kevin James funcionan y consiguen que la fricción entre sus dos personajes provoque chispazos, también de manera literal. Un encuentro violento entre Garfio y Campanilla.
'Becky' es un pasatiempo estupendo con aires de fiesta y sesión golfa al que acudir sin complejos ni prejuicios. Un festival gore y bastante burro, mucho más de lo que cabría esperar, que tiñe de divertido rojo sangre un argumento caprichoso y efectivo que no pretende nada más que una elegante (buena banda sonora de Nima Fakhrara) reconversión del exploited femenino en tiempos modernos. Y ahí reside su secreto: en sentirse orgullosa de permanecer anclada al pasado.
Por cierto, la versión más moderna e incorrecta de lo que podríamos denominar como una vuelta de tuerca a la película que hizo famoso a Macaulay Culkin se titula 'Cuidado con los extraños' ('Better Watch Out')
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