Si bien el evento del mes es el final de 'Succession', no podemos olvidarnos de que en estos días se acaban otras magníficas series... e incluso otra de HBO. En este caso también hemos tenido que despedirnos de 'Barry', cuyo último episodio ha cerrado de forma bastante contundente una de las mejores comedias (¿dramedias?) del último lustro.
Una que hasta prácticamente la última secuencia ha ido a explorar la ilusión de la redención, de la lucha entre lo que uno quiere ser o cómo uno se muestra a lo que realmente se es, la presencia de las sombras del pasado e incluso, como se verbaliza, el estado de negación al respecto. E incluso en el chocante epílogo con que cierra la serie nos encontramos con bastante sobre la fuerza del relato que nos montamos.
Tal como dije (aunque no podía entrar en detalles) en la crítica del inicio de esta tanda, la temporada 4 estaba dividida en dos mitades. ¿El motivo? un salto temporal de ocho años donde Alec Berg y Bill Hader, máximos responsables de la serie, tienen una oportunidad de oro para hacer evolucionar a los personajes y sus circunstancias.
De esta manera tenemos un escenario novedoso: un Barry (Hader) que ha tenido un hijo con Sally (Sarah Goldberg) y cuya meta en la vida es ser un buen padre y reflejar en su vástago la mejor versión de sí mismo. Pero será la noticia de una película sobre su caso lo que hará que deban resolver las, por así decirlo, asignaturas pendientes.
Maravillosa, pero resuelta algo convenientemente
Es curioso cómo esta segunda mitad de temporada se desmarca también de la primera en su estilo. Quitando por ejemplo algunas escenas del sexto episodio (toda esa secuencia con Sally), hay menos onirismo y, de hecho, la narrativa es bastante más directa. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que la dirección sea menos interesante o estimulante. Hader se posiciona como uno de los directores más interesante ahora mismo en televisión.
En este sentido quizás donde cojea algo más el tramo final de 'Barry' sea en cómo desarrolla según qué giros de trama, a ratos notoriamente hechos por pura conveniencia (si nos ponemos escépticos el cómo se libera Barry de su cautiverio chirría). Esto causa cierta frustración no tanto por cómo acaban las cosas sino por los atajos tomados para ello.
Sabemos, además, que hubo una gran reescritura de los últimos episodios y es aquí donde se notan más fluctuaciones al respecto. También es verdad que desde el principio y aunque no se note en según que tramos, esto es una comedia. Y una muy divertida, por cierto. Es por ello por lo que se permite estos atajos y nosotros, a su vez, resultamos indulgentes con ellos.
En realidad son unas pequeñas manchas que no impiden demasiado disfrutar lo que, por otro lado, es un maravilloso final de serie que es consecuente hasta su, valga la redundancia, impactante final. Barry acaba asesinado por Cousineau (Henry Winkler) con sus últimas palabras siendo "Oh, guau". Saltamos en el tiempo. Epílogo.
Un epílogo que remata

'Barry' acaba con una última secuencia a modo de epílogo que nos muestra a un John ya adolescente (interpretado por Jaeden Martell) viendo a escondidas la película sobre la vida de su padre que finalmente ha hecho Hollywood. Una cinta bastante benévola con la figura del asesino y que pone a Cousineau como la mente maestra criminal detrás de su desgracia. Las típicas cartelas del final nos informan que Barry ha sido enterrado con honores en Arlington mientras que el otro está cumpliendo cadena perpetua.
Nuevamente la serie nos presenta de frente el concepto de estar en negación. De no reconocer las cosas como son. Aquí podemos discutir si estamos ante una visión de futuro realmente o si en realidad es la visión de un Barry moribundo y que, ante todo, quiere que su hijo esté orgulloso de él. Sea lo uno o lo otro, claramente John no es estúpido y sabe exactamente quién es su padre... pero es una nota curiosa que él mismo parezca elegir esa versión irreal de las cosas.
Una elección que también puede ser la nuestra aun teniendo una información mucho más completa como espectadores que somos. No tanto en torno al por qué nos ha fascinado el personaje sino también la serie. Si sus (pocos) defectos son suficientes para emborronar sus (muchas) virtudes. Si tal o cual nos convencen más o menos. A mí, desde luego, me ha convencido con una temporada final tan increíble como prometía.
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Ladderman
Creo que esta última temporada de Barry ha estado muy bien a nivel de escenas sueltas, algo peor a nivel de comedia, y ha sido un desastre absoluto a la hora de desarrollar la trama de una manera más o menos orgánica.
Casi todo en esta temporada final pasa por casualidad, o directamente porque sí: Fuches cambia completamente de idea porque justo en ese momento estaban echando Rain Man en la tele de la prisión, y después el personaje pega un giro de 180 grados porque le conviene a la trama; de golpe a Hank le dicen que tiene que cargarse a todos sus nuevos asociados, pese a que llevaban dos temporadas dejándole hacer lo que quisiese; Sally está en la casa de Cousineau en el momento oportuno para que la secuestren por puro azar; Fuches se enfrenta a Hank, lo que desencadena los sucesos de los últimos capítulos, nuevamente por un comentario que le sale por pura casualidad en un momento poco oportuno; Barry escapa de la prisión sin dar demasiadas explicaciones, pese a que no estaba en una situación demasiado cómoda; el padre de la agente de polícia que se cargó pasa de estar completamente obsesionado con coger a Barry a ignorarlo por completo, dándole una oportunidad para escaparse en cuestión de minutos, etc.
Me gustan las críticas a la industria cinematográfica, la religión, la venta de armas, etc. que lanzan continuamente es esta temporada; me gustan también muchas de las escenas, y la mayoría las interpretaciones, así como algún momento cómico bastante conseguido. El problema es que no me puedo quitar de la cabeza la impresión general de que se han esforzado lo mínimo posible para justificar que las cosas sucediesen como suceden. De un capítulo para otro los personajes podían cambiar por completo de personalidad, hacer algo completamente estúpido sin motivo aparente, o tener la peor suerte del mundo. Además, el tono de comedia o las escenas cómicas iban y venían a conveniencia.
Para mí Barry en general es un 7-8, porque creo que a partir de la segunda temporada van un poco dando tumbos y buscando convertirse en drama cuando no encuentran una manera de mantener el tono de comedia y contar la historia que quieren contar. Por lo menos es de agradecer que no terminasen haciendo capítulos de una hora como en Ted Lasso.
humildepensador
Cómo siempre con Barry se me queda corta, ojalá la serie durara más y fuera una mezcla entre drama y comedia, pero esta serie siempre ha hecho, como dice en el artículo, atajos para hacer lo que le conviene al guión y da rabia pero la serie es una comedia al cien por cien, juega con la ironía y un largo etc que la hacen única, y yo le pongo un 8.
Un ocho porque me quedo con ganas de más desarrollo pero de culto que la veré cada X tiempo
sygurd
El final fue un poco anticlimático para mi gusto pero compenso con la "pelicula" del final.
celsiuss
le sobró esta ultima temporada... no me gustó...
necrox1412
Me da curiosidad, tal vez tenga mejor desarrollo que Dexter que bajo de calidad a partir de la sexta temporada y que se reivindico en la novena.
xxxtentacion
No me imaginaba un mejor final para barry la verdad, es perfecto en todo sentido.
Bill hader es un genio, talentazo.