Hay algo en el humor negro, en ese hacer chiste de la desgracia ajena, de la muerte, de los crímenes y asesinatos que, de hacerse bien, resulta de lo más divertido. En esta línea viene la idea en torno a 'Barry', la última comedia de HBO cocreada y protagonizada por el cómico Bill Hader.
La serie, que ya tiene dos episodios emitidos (de un total de ocho) sigue a Barry, un antiguo marine que trabaja como asesino profesional. Su "enlace", Fuches (Stephen Root) le manda a Los Angeles a un nuevo golpe relacionado con la mafia chechena: matar a un donnadie que se está acostando con la mujer del jefe.
Barry descubre que su presa es un actor amateur y se encontrará fascinado por ese mundo. Así que le entran dudas ¿ha llegado la hora de enfundar las armas y perseguir una carrera de actor? Algo que, lógicamente, no sienta bien a los chechenos viendo cómo el asesino que han contratado está cofraternizando con la víctima.
Lo que choca de 'Barry' es que esté en HBO. No por la calidad, sino porque es un planteamiento de comedia bastante distinto al que nos tiene acostumbrados el canal. Es, en su forma, prácticamente una sitcom, en el que el protagonista se encuentra fuera de su zona de confort.
El humor de 'Barry' mezcla el humor negro con lo que podríamos llamar ese gag más convencional pero que funciona de maravilla. Está la referencias, el humor físico que busca la carcajada, evita además caer en el chiste fácil ni en las "risas por las risas". De hecho hay una escena en concreto del segundo episodio en la que Barry coge una llamada en el que tuve claro que esta serie podría estar perfectamente en NBC.
Lo cual no es nada malo, sobre todo porque es cuestión de no tomar a sus espectadores por tontos. Esto se entiende en parte sabiendo que Bill Hader tuvo sus inicios como cómico en el 'Saturday Night Live', una de las principales canteras de la televisión en el que precisamente van hacia ese humor físico y de situación.
Por lo general todo en 'Barry' es hilarante: la relación con NoHo Hank (Anthony Carrigan), la mano derecha del jefe de los chechenos, y el curso de teatro (en el que solo hacen escenas de películas), son los principales ingredientes de una serie bastante divertida. Hader, además, está fantástico en su papel. Al tener una complexión similar a la de Michael C. Hall podría dar el pego perfectamente para hacer una especie de 'Dexter' cómico.
A mí ya me gustaba en su época del 'SNL' y en 'Barry' no decepciona. Se ve que conoce muy bien cómo funcionan los tiempos de la comedia y sabe ejecutarlos a la percepción tanto en el guion (que coescribe junto a Alec Berg) como actuando.
Estos dos primeros episodios de 'Barry' me han sido suficientes para determinar que mucho se tiene que torcer como para que la comedia no se quede entre lo más interesante que nos ha dado este primer semestre del año. Un comienzo excelente y divertido.