En un verano marcado por la multitud de fracasos y decepciones en taquilla, esta semana era la gran esperanza de Hollywood para enderezar el rumbo. El estreno simultáneo de 'Oppenheimer' y 'Barbie' se ha convertido en un fenómeno pocas veces visto que apunta a que ambas producciones acaben siendo éxitos económicos. Eso sí, al menos en Estados Unidos toda apunta a que la película de Greta Gerwig va a superar con creces a la de Christopher Nolan.
Tiempo habrá de sobra para establecer comparaciones más o menos oportunas entre ambos títulos, pero la que nos interesa ahora es 'Barbie', una película que perfectamente podría haber sido otro intento más de lanzar una franquicia pero que logra sobreponerse a su condición de simple propiedad intelectual. Eso se debe principalmente a la participación de Gerwig, pero seamos justos a la hora de dejar claro que lo que realmente va a marcar que alguien disfrute más o menos con ella es su sentido del humor.
La diversión por encima de todo
Una cosa que ha hecho muy bien Warner con 'Barbie' es dar forma a una campaña promocional extraordinariamente llamativa y que ha destacado con luz propia por encima de la de cualquier otra superproducción de este 2023. Incidir en todo aquello que hace especial a la película ha sido vital para ello, ya que no tienen ningún miedo a la hora de llevar su apuesta visual, con un toque cuqui innegable en algunos aspectos, hasta las últimas consecuencias, especialmente en todo lo vinculado a los diseños de los escenarios y vestuario o el uso de los colores, con el rosa destacando por encima de cualquier otro.
Ahí se nota que detrás de 'Barbie' hay alguien con las ideas muy claras, pero es que además Gerwig tampoco se corta a la hora de ofrecer una relectura de lo que representa esta famosa muñeca de Mattel. Sí es cierto que no lo hace más con una vocación lúdica que crítica y que el mensaje que quiere transmitir es bastante obvio, lo cual estoy convencido de que va a llevar a que muchos la hundan sin tener en cuenta nada más, o quizá señalando erróneamente que estamos ante un mero ejercicio de potenciar el merchandising de una marca.
Ahí es cierto que a 'Barbie' es menos incisiva que 'Lady Bird' y 'Mujercitas', pero es que eso es algo que parte del propio enfoque que adopta Gerwig aquí desde el primer minuto, porque a veces caemos en el error que la única forma de dejar tu voz en una obra es a través del drama y la ambición desmedida. Por supuesto que habrá tenido alguna limitación por parte de Mattel con lo que puede y no puede hacer, peso eso es algo que se asimila desde el principio para ofrecer un relato que apuesta por la diversión por encima de todo.
Es ahí donde surge lo que apuntaba antes de cuál es la auténtica clave y que puede llevar tanto a decir que 'Barbie' es una maravilla que va a marcar a millones de personas como una tomadura de pelo que no sirve para nada. Yo me sitúo en un punto intermedio pero bastante más cercano a la primera que a la segunda opción, principalmente porque incluso cuando contiene elementos y situaciones más comprometidas, Gerwig no se olvida de que esto es una comedia y lo primero es provocar risas en el espectador.
En mi caso perdí la cuenta de la cantidad de veces que me reí con algunos de los muchos gags, principalmente verbales pero también visuales, que aparecen a lo largo de su metraje. Esa mezcla de ligereza, absurdez, artificio y autoconsciencia es el barniz ideal para una historia bastante sencilla en sí misma pero que consideraría un error tachar como una simple versión alternativa de 'La Lego Película'. Algo de eso hay, sí, pero el guion de Gerwig y Noah Baumbach no se conforma con ello.
Lo que sí llama la atención es que 'Barbie' quizá sea un poquito más superficial de lo que uno podría esperar viniendo de Gerwig, y eso es algo presente a todos los niveles, desde algunas bromas a costa de diferentes modelos de muñecos de la línea de Barbie hasta el claro componente feminista del mensaje que busca transmitir. Para algunas personas se quedará corta por ahí y para otras cualquier aspecto en esa dirección será motivo para ponerla a caer de un burro, pero yo creo que encaja bien con el tono dominante en la película.
Tampoco me quiero olvidar de la aportación de su reparto, con unos inspiradísimos Margot Robbie y Ryan Gosling, mientras que todos los demás actores no dejan de ser meros complementos, la mayoría de ellos con muy poca presencia real en la película. Como tal cumplen con creces su cometido -al final ellos también han venido a divertirse, incluso Michael Cera dando vida al siempre ninguneado Allan, y a intentar transmitir eso mismo al público-, pero sí que desluce un poquito la idea de que 'Barbie' tenía uno de los repartos más impresionantes de los últimos años.
En esa parte menos positiva también merece la pena apuntar una cosa es ser ligera y directa, pero otra que haya situaciones que puedan ser un poco repetitivas o gags que no terminan de funciona. Es cierto que lo positivo triunfa claramente por encima de sus limitaciones, pero tampoco nos vengamos arriba diciendo que es una maravilla cuando no es ni mucho menos el caso. Con todo, aquí tenemos una película refrescante, divertida y que se pasa en un suspiro si entras dentro del juego que que propone. Si no es el caso, es posible que al de 10 minutos de metraje estés deseando que acabe de una vez, pero aquí creo que el marketing ha reflejado muy bien lo que es 'Barbie' para que cualquiera se haga una idea bastante aproximada de lo que puede esperar de ella.
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