'Attack the Block', terror en el polígono

Se ha proyectado en el Festival de Sitges la cinta británica ‘Attack the Block’ (2011), escrita y dirigida por Joe Cornish, que llegará a salas comerciales el 9 de diciembre y cuyo tráiler ya había compartido aquí. En aquel momento, hablaba de una película desconocida, de la que me atraían el concepto de partida: los alienígenas atacando un barrio suburbial londinense , y uno de sus actores, Nick Frost, el eterno compañero de Simon Pegg. Esperaba, con todo ello, una propuesta más extraña y friqui, con la que poder pasar un rato divertido.

‘Attack the Block’ resulta ser mucho más correcta de lo esperable, pues tiene una factura digna, una iluminación muy conseguida y sabe explotar al máximo esos espacios imposibles que forman los bloques de viviendas sociales de arquitectura monstruosa. Como contrapartida, no tiene nada que la convierta en especial o la diferencie de otras. El humor no es uno de sus puntos fuertes, no porque falle en ese sentido, sino porque sus intenciones no van por ahí, reservando casi todos los intentos al efecto para el personaje de Frost y para un compañero suyo, pero sin presentar la gracia que este actor ha tenido en todo lo que hemos visto de él hasta ahora, ya fuese para televisión, ‘Spaced’, como para cine: ‘Zombies Party’, ‘Arma fatal’ o ‘ Paul’.

La aventura, que al fin y al cabo es el género en el que más se zambulle esta película, se torna muy canónica. La manera en la que se presenta la acción, así como el final heroico se me antojan demasiado adolescentes, como si el film se dirigiese a un público de la edad de sus protagonistas. No lo suscito como punto en contra, ya que es muy lícito escoger una franja de edad para encontrar a tus seguidores, pero sí resulta un punto flaco desde mi punto de vista. Es lo más parecido a un film casero, rodado por chavales de esas edades, pero con presupuesto. Las ideas que componen el guion, es decir, las estratagemas y los planes para acabar con los monstruitos, podrían perfectamente haber salido de mentes menores de edad, lo que responde a una lógica de la verosimilitud.

La posibilidad de resultar un film mayor se queda en la faceta social con una crítica evidente, pero no por ello menos acertada, que se coloca en forma de paranoia del protagonista, pero que no se aleja de la realidad tanto como suelen estar otras teorías de la conspiración. Y es que, en definitiva, este aspecto es el que le da la razón de ser a ‘Attack the Block’, ya que, si tuviese lugar en una parte diferentes de la ciudad, carecería por completo de sentido. Por ese motivo, una se queda con ganas de que se hiciese un remake en algún barrio bajo español en el que los pokeros y las chonis peleasen contra los extraterrestres –un título adecuado sería “ataque al polígono“–.

Que el film no haya terminado de llegarme o no haya resultado ser lo que me esperaba, podría explicarse en que las referencias británicas o generacionales desde aquí y desde esta edad solo puedo entenderlas a medias. Pero esa distancia no es lo único que me aleja del disfrute completo de la película, ya que con la más que recomendable serie ‘Misfits’, que transcurre en un ambiente similar y con jóvenes de edades y extracciones sociales semejantes, no me sucede lo mismo. La gran diferencia radica en que los personajes de las temporadas televisivas son sumamente carismáticos, diferenciados entre sí y muy particulares. Aquí esos acertados y atrayentes retratos brillan por su ausencia, pues todos los protagonistas de ‘Attack the Block’ comparten identidades muy similares y planas.

Las películas de monstruos surgieron mostrándonos enemigos peligrosos por su bestialidad y sus capacidades físicas, pero carentes de inteligencia para combatir de forma efectiva a los humanos. Era volver a la época en la que el homo sapiens sapiens, siendo más pequeño, débil y lento que cualquier otro animal, podía derrotarlo en la caza gracias a los instrumentos y trampas que diseñaba. No tardaron los creadores en darse cuenta de que dotar a estas amenazas de cierta inteligencia tornaba las películas más interesantes y las llenaba de tensión. Así se han humanizado animales como el ‘Tiburón’ o los velocirraptores de ‘Parque Jurásico’, por poner solo dos ejemplos de muchísimos posibles. Cuando el monstruo de una película no tiene estas capacidades, su amenaza es mucho más limitada, pues no puede engañarte, disfrazarse, ocultarse… y la intriga es menor.

En conclusión, ‘Attack the Block’ funciona de forma solvente como film de aventuras y acción: entretiene sin cesar y presenta uno de los arranques más inmediatos que he visto en mucho tiempo. Por otra parte, se queda corta en el retrato de personajes individuales y reseñables y apenas explota sus posibilidades humorísticas. Diseña unos extraterrestres interesantes visualmente, pero con poco que aportar en el resto de los sentidos. Quizá si hubiese sido más mala o hubiese estado peor rodada, tendría más miga como peli basura para ver con los colegas y echarse unas risas. Pero su corrección es lo que más la convierte en anodina.

Mi puntuación:

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