Así es. Uno de los mayores iconos del western —ya sea como intérprete en la famosa trilogía de Sergio Leone o como director/actor en films como ‘El fuera de la ley’ (‘The Outlaw Josey Wales’, 1976) o ‘Sin perdón’ (‘Unforgiven’, 1992)— declaró alguna vez que ‘Ataque bajo el sol’ (‘Ambush at Cimarron Pass’, Jodie Copelan, 1958) es probablemente el western más patético jamás filmado. No tengo duda de haberlos visto peores, pero en el caso de Eastwood es el más terrible con diferencia.
La película pertenece a ese grupo de films en los que Eastwood intervino antes de ser famoso por la serie de televisión ‘Látigo’ (‘Rawhide’, 1959-1965), y sobre todo por los westerns a las órdenes de Leone. De hecho, cuando la trilogía del dólar se hizo popular en todo el mundo, ‘Ataque bajo el sol’ fue reestrenada poniendo a Eastwood como cabeza de cartel para aprovechar el éxito.
Eastwood tiene en sus manos un personaje secundario, aunque con bastante peso en la narración. Un soldado del sur resentido con los del norte tras la Guerra de Secesión y que, junto a sus compañeros ha de unir fuerzas con soldados yanquis para combatir a un grupo de indios que les persiguen para adueñarse de rifles. Un argumento muy simple que alcanza momentos verdaderamente delirantes. No es de extrañar que los autores de la historia, Robert A. Reeds y Robert W. Woods, no volviesen a trabajar en el cine.
Una historia absurda
Claro que el guion de Richard G. Taylor y John K. Butler —el único veterano del grupo— tampoco lo arregla demasiado. La película está llena de diálogos y situaciones absurdas, empeoradas todavía más por el trabajo de dirección de Jodie Copeland en su primera y única película para el cine —Copeland fue sobre todo montador en la televisión—. Sólo las interpretaciones salvan algo la función, a excepción de… Clint Eastwood.
Puede que estemos hablando del peor trabajo interpretativo de Eastwood en unos años en los que trabajó de secundario. El futuro genio del séptimo arte se metió a actuar simplemente porque quedaba bien en cámara. Efectivamente, y si se hubiera estado callado luciría mejor. Curiosamente esa etapa temprana del actor está limitada por sus dos peores interpretaciones, la de aquí y la realizada en ‘La venganza del hombre monstruo’ (‘Revenge of the Creature’, Jack Arnold, 1955), en la que salía únicamente en una secuencia.
‘Ataque bajo el sol’ —título español por cierto horrible, ya que el ataque principal se lleva a cabo de noche— no saca provecho de ninguno de sus elementos, ni siquiera del paisaje. Una historia presumiblemente de tensión al estar los protagonistas sin caballos y acosados en todo momento por indios, pero que en ningún momento uno siente que estén en peligro; mucho menos cuando se le da la vuelta a la situación de forma totalmente inesperada.
Los indios son los malos, y muy malos
Durante buena parte de la trama los protagonistas son acechados por un enemigo casi invisible, y que, cómo hemos visto en muchos westerns, sólo se deja ver cuando está seguro de su victoria. Un enemigo también silencioso y sigiloso que poco a poco va acabando con las vidas de sus oponentes, minando el ánimo de los supervivientes. Hasta que los protagonistas tiene una idea brillante por no decir suicida: atacar por sorpresa, Y DE NOCHE, a los indios mientras estos duermen.
Así es. ‘Ataque bajo el sol’ debe ser el único western en el que el indio pasa de inteligente a tonto con un simple cambio de plano; de sigiloso a sordo en la misma secuencia, y de ágil a torpe en un gesto. Soldados confederados y yanquis, cansados, hambrientos y sedientos, son capaces de pillar por sorpresa a los indios que hasta ese momento los tenían al límite de su resistencia. No hay como un caprichoso giro de guion para que las cosas mejoren.
Más incomprensible aún es la decisión de quemar todas las armas que los enemigos quieren justo antes de llegar al fuerte. Un delirio de película de la que no extraña en absoluto que Eastwood reniegue. Tal vez el hecho de que él cobró 750 dólares por su trabajo mientras que Scott Brady recibió 25.000 por hacer prácticamente lo mismo, tiene algo que ver. El film se estrenó en un programa doble con una cinta de Disney…