Últimamente, a los directores les ha dado por recordar su vida. Este año veremos 'The Fabelmans', pero antes de Spielberg estuvo Kenneth Branagh con 'Belfast', Alfonso Cuarón con 'Roma' o Lee Isac Chung con 'Minari'. El último en llegar a la fiesta es James Gray, pero parece que lo ha hecho sin acordarse de que en una película no vamos a sentir compasión por un personaje porque la banda sonora o el contexto nos lo indique: además, este tiene que ser mínimamente agradable, carismático o, al menos, interesante. El protagonista de 'Armageddon time' no lo es, pero la película cree que sí... durante dos largas horas.
Niño, por favor, para
Era una de las películas más esperadas del año: una autobiografía de James Gray ('Ad Astra', 'Z: la ciudad perdida') protagonizada por Anthony Hopkins y Anne Hathaway no podía salir mal. Tenía todos los ingredientes para estar en todas las listas de final de año. Y, sin embargo, Gray se ha empeñado en hacer que Paul, el niño que protagoniza 'Armageddon time', no tenga redención alguna.
Hay una escena, al poco de empezar la película, que encapsula bien lo que digo: en una cena familiar, vemos cómo la madre se ha pasado horas preparando pescado para toda la familia. Paul pregunta por qué no piden empanadillas al restaurante chino y ya está, algo a lo que su progenitora responde que lleva horas cocinando y que se coma el pescado. En mitad de la cena, entre la bronca y el jolgorio, Paul se levanta, coge el teléfono y pide al restaurante chino ante las advertencias de sus padres de que no lo haga y el llanto desconsolado de Hathaway. ¿Las consecuencias? Absolutamente ninguna. Por algún motivo, la película lo ve como una travesura de un chaval que durante la película protagoniza un 'Breaking bad' adolescente, solo que sin el carisma de Walter White.

'Armageddon time' es una película francamente extraña, en la que la redención para un personaje caprichoso y chirriante nunca llega: siempre, en todo momento, tiene un comentario fuera de lugar, una idea criminal, una frase poco empática o una manera de inculpar a un amigo que hace que sus escenas sentimentales no produzcan en el público nada más que apatía. Nadie pide que todos los personajes sean moralmente correctos, pero no puedes pedir al espectador que anime a un niño que hace la vida imposible a su familia de forma constante. Él, y solo él, es lo que hace que la película de James Gray nunca despegue, a pesar de estar rodeado por un montón de buenas ideas.
El cohete de juguete
Había dos buenas historias en 'Armageddon time' que Gray no ha sabido contar. La primera, la relación entre un abuelo absolutamente ciego a los desmanes de su nieto, amantísimo: las dos únicas personas en el mundo que se entienden entre sí. La mejor escena de la película está protagonizada por un Anthony Hopkins, como siempre, magnífico (nadie esperaba menos), y Paul, tratando de hacer volar un cohete de juguete. La mayoría de las líneas (luego hablamos de esto) están escogidas con sensatez y sensibilidad, y la puesta en escena es fabulosa: si toda la película hubiese tenido la sutileza de esta trama, otro gallo le cantaría.

La segunda es la que rasca un poco más, pero sin llegar al fondo: el racismo sistémico en el Brooklyn de finales de los años 80, en el que se juzgaba diferente según el color de la piel y los niños de diferentes razas no debían jugar juntos. Sin embargo, la película no termina nunca de explorar este problema. En lugar de cavar e indagar en los motivos, las injusticias y el cambio social, lo que hace es remover la tierra y mostrarla, sin ir más allá de decir "El racismo existía". Tiene algunos momentos muy potentes (la resignación en la cárcel como máxima representante) pero en general, su análisis del privilegio de la clase media y el racismo hace cuarenta años se queda en lo superficial.
Las buenas intenciones no hacen una buena película, y la nostalgia estadounidense no entronca con la nuestra de ninguna manera, ni consigue hacer que 'Armageddon Time' se eleve. Sí, claro, no es una película horrible ni perniciosa, pero todo lo que cuenta ya ha sido contado antes (y mejor): la película no se siente viva, no evoluciona y su clímax es decididamente decepcionante. Entonces, ¿tiene redención?
Ay, qué nostalgia, los 80
Al final, lo más interesante de la película es ver a James Gray mirando al pasado y afirmando que si ha llegado donde está es, en gran parte, por el privilegio y a base de pisar cabezas que eran más inocentes que él. Este mea culpa se traduce en diálogos tremendamente forzados: en la, por lo demás, increíble escena del parque, el niño dice que a veces los niños en la escuela dicen cosas de los niños negros. "¿Qué haces cuando eso ocurre?", pregunta el personaje de Hopkins. "Obviamente, nada", responde el niño. Como espectador, sabes que la catarsis está a punto de llegar. "¿Y crees que eso es inteligente?", vuelve a inquirir su abuelo antes de soltar una charla sobre el poder de las palabras. Sí, en boca de Anthony Hopkins hasta la lista de la compra estaría bien interpretada, pero el guion es obvio, facilón, blandito y visto mil veces. Es imposible convencer así.
Pero 'Armageddon time' también tiene sus momentos de disfrute, aunque, como todo durante su metraje, viene en pequeñas píldoras inconexas. Jessica Chastain y John Diehl dando mensajes motivadores a los líderes del mañana como la hermana y el padre de Donald Trump, Jeremy Strong en una escena muy contenida pero muy emocional hablando con sus hijos sobre su suegro, la desesperación de una Anne Hathaway perdida en su fantasía rota de clase media... la película de Gray tiene sus momentos, pero la trama principal es lo suficientemente escandalosa y poco vibrante como para que destaquen entre el tono tibio general.
'Armageddon time' era mejor idea que guion, y mejor guion que película. Por mucho que tenga sus buenos momentos, al final nada sabe realmente original, la nostalgia es una imposición blandita y todo pasa por un niño protagonista francamente egoísta, caprichoso y desagradable con el que es imposible empatizar y que nunca termina de aprender nada a lo largo de la cinta. Ojalá pudiese decir que me he encontrado con un adorable coming of age y una de las obras maestras del año, pero, francamente, esta vez James Gray ha caído en tierra de nadie... teniéndolo todo a favor.
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Fuel
Coincido en gran parte de la crítica: me ha parecido blanda, de borcha gorda, facilona y directa a que al verla digas "qué bonita" y a olvidarla. Y me fastidia porque es la primera película de Gray que no me encanta, uno de mis directores favoritos. La he visto muy por debajo de lo que suele ofrecer, incluso complaciente.
No comparto tanto lo del niño. Sí que es insufrible, pero creo que su redención llega en el momento en el que tiene la conversación con su padre en el coche (una de mis escenas favoritas) y todo lo que pasa esa noche. Lo veo bastante realista.
PD (con SPOILERS) Hopkins lo hace muy bien pero siento que todo su personaje y sus interacciones con el niño van encaminadas a una conclusión predecible lacrimógena. Se ve venir que su único fin es hacer llorar, y no puedo con ello. (FIN DE SPOILERS)
pavlotsky
Uf, James Gray. Solo he aguantado Ad Astra (por la muy pequeña similitud con Interstellar) y la verdad; ¿este hombre sabe lo que significa ritmo y cadencia? desde Z, hasta hoy, mejor que un Lorazepam, ver una peli de este tío.
Hasta Tarkovski tiene mas ritmo.
El trailer de esta película me atraía, obviamente por los actores adultos; pero también parecía ser empático el niño, sin embargo por lo que contáis, ha sido solo magia del montaje del trailer...
degoxx
Me gusta este director,pero creo que debería de mejorar el ritmo que le imprime a las películas.Z me gusto bastante y Ad Astra la considero fallida,aun contando con algunos buenos momentos.
the_viking.
Desde luego que se trata de una peli flojita, muy lejos de grandes obras del director como son The Yards, We Own The Night o Two Lovers.
Lo compenso con la gran oportunidad que tuve de preguntarle algo a James Gray después de la proyección y que me diera la mejor respuesta que un amante del cine te pueda dar.
cristinagarcia_2
La película no es un manual de educación infantil. Los padres se ven desbordados ante un niño con unas condiciones muy especiales. La reacción del padre en una escena es brutal y podría considerarse maltrato infantil.
Los derechos humanos en los años 80 no se defendían como ahora y aún nos queda por mejorar.
Me ha parecido una película interesante y entretenida que refleja fielmente una época y un tipo de educación.
cristinagarcia_2
Hace unos días mandé un comentario sobre la película Armageddon Time con opiniones contrarias a las tuyas y no lo has publicado. Eso se llama censura y poca apertura de miras. He visto la película y me reafirmo en todo lo que dije. Ya hay bastante censura en los tiempos que vivimos para que tú pongas más. Un saludo.