‘Oviedo Express’, otra delirio genial de Gonzalo Suárez

El tren Oviedo Express trae a la compañía de teatro que representa ‘La Regenta’ a la cuidad asturiana donde transcurre la Madame Bovary de Clarín. Allí, la situación de la novela se reproduce, aunque en un contexto del siglo XXI: la esposa del alcalde es una joven con una madre que parece su hermana y casada con un hombre que parece su padre. Los actores teatrales supondrán un revulsivo en la localidad e incluso el adulterio de Ana Ozores se repetirá mientras los ensayos de la representación tienen lugar en Oviedo.

Los protagonistas de ‘Oviedo Express’ son Carmelo Gómez, en el papel de Benjamín Olmo, un actor que vive su personaje en todo momento; Aitana Sánchez-Gijón como la actriz Mariola Mayo, que representa a la Regenta sobre el escenario; Maribel Verdú como Mina, la madre de la Regenta de la vida real, que es Bárbara Goenaga, con el mobre de Emma, es decir, de la auténtica Madame Bobary, la de Gustave Flaubert. Najwa Nimri es Bárbara, la amante del marido de Emma, que está interpretado por Alberto Jiménez. Jorge Sanz interpreta al actor que a su vez interpreta a Álvaro Mesía. Víctor Clavijo hace de Leopoldo, el adaptador y director de la obra teatral. Silvia Marty es Petra, una actriz secundaria, y Rulo Pardo es el tramoyista Pirandello, al que todos llaman Pirindolo.

Con este argumento tan metalingüístico como reflexivo, ‘Oviedo Express’ desarrolla una historia que es convencional en cuanto a su narración, pero que retoma la locura digna de un genio que es habitual en Gonzalo Suárez, es decir: los momentos absurdos y los diálogos imposibles, llenos de juegos de palabras, de filosofía y de humor. En el film hay frases tan memorables como “este collar que a María Antonieta le costó la vida ahora sólo cuesta un huevo”. Es ésta una de las facetas que más me atraen de este escritor, guionista y cineasta, por lo tanto, aprecio que haya vuelto a volcarse en este estilo de escritura después de films fallidos como ‘El portero’.

La estética de la cinta, con fotografía del hermano del director, Carlos Suárez, quizá se ve algo anticuada, pero eso no quita que haya algunos planos compuestos como si de cuadros se tratase, como por ejemplo, el que muestra a Carmelo Gómez, vestido de cura del siglo XIX, haciendo ondear su capa con la ciudad detrás.

Es difícil evaluar el trabajo de los intérpretes, ya que hay en la película una artificialidad y una teatralidad buscadas. Además de que esos diálogos sólo pueden decirse con una media sonrisa, con una especie de sorna. A pesar de esta dificultad, me parece entrever que si alguno de los actores no está a la altura de los demás es Jorge Sanz, mientras lucha por lograr una dicción más o menos comprensible. Así y todo, su personaje tiene momentos grandiosos. Si no digo nada de los demás es porque están bien.

Suárez, además de llenarlo todo de esa tremenda sabiduría sobre el arte de la interpretación, ya sea teatral o cinematográfica, y sobre la creación; también sabe penetrar muy profundamente en la psique humana y en los conflictos que pueden presentar tanto los otros como nosotros mismos. Fantasmas personales, miedos, envidias, celos, egolatría… El retrato psicológico de todos los caracteres que pueblan el film está llevado con grandísima habilidad. Es interesante también la forma que tiene de representar dentro de la obra de teatro a la ciudad de Vetusta, como ojos que miran y lenguas que cuchichean, situando espectadores tanto sobre las tablas, como en las butacas de ese teatro de Oviedo, como fuera de la propia película, en nosotros cuando acudimos a la sala.

En lugar de recomendar o dejar de recomendar esta película de forma genérica, lo que haría es dividir a la audiencia y sugerir que la vean todos los seguidores de Gonzalo Suárez pues, sin ser uno de sus mejores films, tiene elementos muy personales de gran valía. A quienes no hayan disfrutado otras películas del asturiano, les diría que ésta tiene quizá un hilo conductor más racional y convencional que puede hacérsela más llevadera, pero que seguirán encontrando ese punto absurdo que, si hasta ahora no era de su agrado, tampoco lo va a ser en esta ocasión. Así que sería preferible que se abstuviesen de acudir. Quienes aún no conozcan la obra de Suárez podrían empezar por aquí como por cualquier otra, aunque la mejor en mi opinión es ‘El detective y la muerte’, seguida de ‘La reina anónima’.

En Blogdecine | Tráiler de 'Oviedo Express' e información sobre su rodaje.

Portada de Espinof