Spectre, la organización que da quebraderos de cabeza a James Bond en la nueva película dirigida por Sam Mendes, es citada por primera vez en la novela ‘Thunderball’ (1961) de Ian Fleming, cuya adaptación cinematográfica supone todo un punto de inflexión en la famosa saga. Estamos ante el film de mayor éxito de toda la serie —teniendo en cuenta la inflación, evidentemente—, con mucha diferencia. ‘Operación Trueno’ (‘Thunderball’, Terence Young, 1965) supuso toda una revolución en el momento de su estreno.
Para el cuarto título, en el que el escocés Sean Connery se vistió el smoking del agente secreto por excelencia, no se tuvieron en cuenta reparos de ningún tipo. Su presupuesto superaba el de las tres películas previas juntas. Se tiró la casa por la ventana en una jugada comercial de lo más inteligente; además la película se filmó en formato scope, estrenando nuevas lentes Panavision que hicieron del mundo del espía un lugar de ensueño aún mayor. Todo en esta película está hecho a lo grande, y Connery demuestra una vez más que es el mejor actor para un personaje como Bond.

Tanto se quisieron hacer las cosas a lo grande que, ante la negativa de Guy Hamilton para repetir dirección tras ‘James Bond contra Goldfinger’ (‘Goldfinger’, 1964) —expresó cansancio, que es lo que deben sentir todos los directores que aceptan un encargo como éste—, le ofrecieron la silla de director a nada menos que Alfred Hitchcock. Ante la evidente negativa de éste se pensó en el que había estrenado la saga, el solvente Terence Young, quien sin llegar a demostrar el talento visto en los dos primeros títulos de la serie, se limita a cumplir sin más como el director de orquesta de tan tamaña empresa.
El argumento como siempre en una película sobre 007 es lo de menos, a nadie debería importarle, ya que si los analizamos todos, salvo casos muy concretos, están llenos de incoherencias narrativas. Lo que verdaderamente importa es ver al agente 007 enfrentándose a cuantos peligros pueda, seducir a cuantas mujeres pueda —hay en uno de los diálogos de Luciana Paluzzi una clara crítica a una reseña sobre el film anterior, acusando de machista el universo Bond—, todo al son de los acordes de John Barry, que aquí es el compositor de la banda sonora, en la que se incluye un jugoso tema interpretado por Tom Jones.

Espectáculo puro y duro
A Connery, que se desenvuelve por todo el film con una soltura que asusta, demostrando que el personaje le queda como un guante, se le suma la belleza de la citada Paluzzi, Claudine Anger y Martine Beswick, unos cuantos gadgets, exóticos paisajes, elegancia en grandes cantidades, mucha ironía, y el espectáculo está servido. Sin embargo, tanta fastuosidad visual termina por afectar un poco al ritmo del film, que en su segunda mitad se resiente un poco. Tramos demasiado largos en los que aparentemente no pasa nada preceden a un clímax submarino de lo más ingenioso y atrevido.
Dichas secuencias submarinas, filmadas por Ricou Browning —experto en filmar bajo el mar— suponen lo mejor de una película que nunca termina de apasionar, pero que encuentra en ese momento algo de gloria. Ver a los secuaces de Largo (Adolfo Celi) enfrentarse con cuchillos y arpones a los agentes del gobierno, cual sangrienta batalla al estilo de otras realizadas “sobre tierra”, es todo un goce para los sentidos y los amantes de los films de Bond, entre los que me encuentro a ratos. El resto es más de lo de siempre, servido con más gusto del que vino en etapas posteriores.
‘Operación Trueno’ es la única película Bond que, entre otras curiosidades, reúne a todos los agentes 00 en un mismo plano, aunque el único al que vemos el rostro, lógicamente, es Bond. Un majestuoso plano con el que Young muestra más pericia en el uso del formato scope que en la mayoría de los instantes, en los que parece no estar a gusto, incomodidad visible en mucha de la planificación —el momento tiburones—. La saga seguiría filmándose en pantalla ancha hasta la entrada de Roger Moore y los dos primeros títulos que protagonizó.
En 1983 y como producto de una frase dicha por el propio Sean Connery, éste protagonizó el remake de ‘Operación Trueno’ a las órdenes de un experto en secuelas, Irvin Kershner.
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11 comentarios
Bob
Tengo toda la etapa de Connery recientemente revisada y ésta es la mejor de todas: Emilio Largo un gran villano, escenas acuáticas espectaculares, John Barry mejor que nunca en la saga Bond, Connery mejor que nunca como el agente, temazo de Tom Jones. Una maravilla.
multifilm
Impresionante y creo que esta es la gala de Sir Connery como Bond
mr_blue
¿Operación Trueno o Nunca digas nunca jamás? Abro debate. A mí, en lo personal, Operación Trueno. La vi por primera vez hace poco -era la única de la saga que me faltaba- y me quedé muy sorprendido del estilo y de los brillantes diálogos que tiene (Bond nunca ha tenido un sentido del sarcasmo más inteligente).
rafael.garciagonzale
"Estamos ante el film de mayor éxito de toda la serie —teniendo en cuenta la inflación, evidentemente"......
Yo comprendo que siempre se tiende a mitificar y engrandecer el cine de pasado, y los James Bond de Connery de los 60 no son una excepción, pero tampoco es plan de faltar a la realidad pura y objetiva de los números:
http://www.007james.com/articles/box_office.php
Box Office de Operación Trueno con inflación actual: $1,014,941,117
Box Offic de Skyfall con la inflación actual: $1,108,561,008
Y esa mayor taquilla de Skyfall tiene aún más mérito si tenemos en cuenta que la asistencia a cines de hoy en día no es la de los años 60(Por culpa de la competencia de otras formas alternativas de ver cine y otras formas alternativas de ocio) y que Operación Trueno, como toda película de éxito de su época se benefició de reestrenos que ayudaron a engordar su box office y que hoy en día ya no existen para prácticamente ningún film.
edgar.m.barrera
A mi me pasa algo parecido, me gustan algunas películas de Bond, pero no puedo decir que soy fan de la saga. Por ejemplo, "Otro día para morir" es prácticamente basura. Efectos penosos y una historia de lo más ridícula, en serio, hay que hacer un acto de fe enorme para comerse ese cuento. La etapa Craig me ha parecido sobria en cuanto al desarrollo del guión, centrada un poco más en los personajes y no en lo que se quiere mostrar y se agradece mucho.