Un cerdo que pilota un hidroavión por las aguas del Adriático en el período de entreguerras. No hacen falta más palabras para que la imaginación se estimulara sobremanera ante las posibilidades que se abrían a partir de la premisa inicial que servía a Hayao Miyazaki como trampolín para servirnos en bandeja de plata la que sería su producción número seis. Una que, sin yo saberlo, estaba llamada a convertirse en mi favorita de Ghibli.
Como lo leéis. Tengo en un pedestal, y no soy el único, a dos de los cinco títulos en los que, después del presente, se embarcará Miyazaki en las tareas de dirección. Y no tengo problemas en admitir que ambos filmes, de los que hablaremos en breve en este ciclo, se sitúan muy por encima en infinidad de aspectos de lo que aquí podemos ver. Y aún así, si me preguntáis cuál es mi preferida de los estudios nipones responderé sin vacilar: 'Porco Rosso' ('Kurenai no buta', 1992)
Y es que esta curiosa historia que nada tiene que ver con lo que el cine de Miyazaki nos había ofrecido hasta entonces ni, por ende, nos ofrecería desde entonces, pertenece a ese nutrido grupo de películas que por razones diversas uno tiene en una estima que bien cabría ser calificada como inexplicable por cuanto, a la hora de defenderla, y trascendidos los argumentos "objetivos" —detesto el término, pero en fin— las alabanzas pasan al plano de lo emocional dando por concluído cualquier posible debate.
Objetividades
Ya que lo he sacado a colación y, como digo, por mucho que aborrezca el sustantivo "objetividad" a la hora de hablar de la apreciación del arte, centremos esta primera parte de la entrada en apuntar a las obviedades más evidentes que, bajo parámetros "objetivos", pueden afirmarse sobre 'Porco Rosso'. Y no se me ocurre mejor manera de empezar que hacerlo por el superlativo trabajo que Joe Hisaishi realiza en los pentagramas.
El compositor, que llevaba colaborando con Miyazaki desde 'Nausicaä del valle del viento' ('Kaze no Tani no Naushika', 1984), se imbuye de forma plena en el espíritu mediterráneo y evocador que rodea a la cinta para escribir una partitura asombrosa, de una riqueza temática espectacular que tan pronto se hace eco de la acción más adrenalínica —la huida por los canales de Milan— como refleja, con orquestaciones propias del ambiente en el que se mueve la acción, el candor y determinación de Fiona o la sutil vertiente romántica del relato.
Con Hisaishi dando alas a todas y cada una de las escenas en las que la música tiene protagonismo —porque, ya que es el que suena ahora mismo en mis altavoces, ¿qué me decís del que acompaña a la construcción del avión?— el segundo punto para cuya defensa es innecesario recurrir a justificaciones personales es, qué duda cabe, la maravillosa animación con la que Miyazaki y su equipo nos transportan de forma inequívoca a esa época en la que pilotar un avión estaba envuelto de un romanticismo que, como muchos sabéis, es el mismo que el cineasta siempre ha sentido por el mundo de la aviación.
Dejándolo ver aquí y allá en sus producciones previas —sobre todo en 'Nausicaä' y en la maravillosa 'El castillo en el cielo' ('Tenkū no Shiro Rapyuta', 1986)— es 'Porco Rosso' la primera producción en la que, de forma más plena, Miyazaki puede volcarse en reflejar su absoluta pasión por los aeroplanos; una pasión que de forma directa se transmite aquí al espectador en los muchos instantes en los que la pantalla queda inundada por la simpleza de un avión recortándose contra el cielo y que es, a la postre, motivo fundamental de la inclinación personal por el presente filme.
Conjugando con presteza la belleza sin par de "escenarios naturales" del Adriático —asombrosa es la variedad que se confiere al mar, el cielo y las islas que pueblan el citado mar— con, por ejemplo, el marco de fondo temporal que supone Milán; lo sublime de la animación de 'Porco Rosso', y la genialidad que de nuevo esconden los diseños de sus personajes —atención especial merecen los mastuerzos de Mammaiuto— es el tapiz del que Miyazaki vuelve a servirse para narrar a placer la historia que él mismo escribe.
Una historia que, dejándose llevar, mezcla el humor más socarrón y honesto con el citado romanticismo —en acepciones que varían desde el amor romántico al cómo se mira aquél mundo pasado en el que se ancla el relato—, un sentido épico de la acción y cierta crítica socio-histórica de fondo hacia el surgir del fascismo. Resultado de tan explosiva mezcla es una trama que nunca aburre, que mantiene completamente enganchado al espectador y que es la herramienta perfecta de la que poder echar mano para lucir una dirección ESPECTACULAR.
Porque si la animación quita el hipo, lo que la realización de Miyazaki pone en jaque deja en ridículo a cualquier otra cinta de "dibujitos" que se estrenara aquél año de 1992 —y sí, aquí entra, por supuesto, el filme de turno de Disney—: imaginativa y de una locuacidad extrema, el perfecto equilibrio que logra el trabajo del cineasta entre la enérgica forma en la que se planifican las secuencias de duelos aéreos y el más pausado devenir en el que se arropan el resto hace de 'Porco Rosso' todo un prodigio a la altura de las mejores películas que ha dado esta forma de hacer cine.
'Porco Rosso', MI favorita
Todo lo anterior transmite, de punta a cabo, unas sensaciones que, mesurables en ciertos momentos —cuando la cinta se propone hacer reír lo consigue sin esfuerzo, con una naturalidad asombrosa—, son casi indescriptibles en muchos más: si uno deja prejuicios a un lado, dejarse enamorar por Porco, Fiona, Piccolo, Gina, Curtis o los mamarrachos de Mammaiuto es un proceso que surge de forma tan espontánea como lo haría de tratarse los personajes seres de carne y hueso interpretados por actores reales.
Si de algo habla tal cualidad, es de la solidez a prueba de bombas en la que casi siempre —su última cinta no terminó de convencerme la única vez que la he visto hasta ahora— se pertrechó armado hasta los dientes un Hayao Miyazaki que demostró a occidente con argumentos de una categoría incuestionable que el cine de animación no era coto de caza exclusivo del mundo infantil.
Lo hizo tan bien y de forma tan imperecedera aquí, en la cinta que hoy os hemos traído; y lo haría tan bien en las dos que seguirían a ésta, que es de todo menos descabellado afirmar sin miedo a equivocarnos que la terna que forman 'Porco Rosso', 'La princesa Mononoke' ('Mononoke Hime', 1997) y 'El viaje de Chihiro' ('Sen to Chihiro no kamikakushi', 2001) se debe contar entre las catorce mejores producciones de animación de la historia del séptimo arte.
De tan extraña cifra, tres van a parar a Disney, una se la lleva Don Bluth, dos pertenecen a Dreamworks y las cinco restantes...¿hace falta decir sobre qué estudio recaen las cinco restantes?. Si os pica la curiosidad y queréis averiguar cuáles son las tres primeras, os insto a que repaséis el especial que servidor dedicó a la casa de Mickey Mouse. Para todas las demás, habréis de esperar pacientes a que se vayan desvelando en el largo recorrido que todavía nos queda en este ciclo de cine de animación.
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14 comentarios
jorge albertocastill
"Prefiero ser un cerdo a un fascista"
ke1chi
Pequeña gran obra maestra.
marcsushi
Hablando de Joe Hisaishi y de las músicas de los filmes de Miyazaki, no hace mucho que descubrí que el tema central de "Nausicaä" estaba escrito por Haruomi Hosono (ya saben el (ex)componente de la Yellow Magic Orchestra).
www.youtube.com/watch?v=_mvuDxs4Ot4
epic
Yo también adoro esta película. Es un maravilloso homenaje al cine clásico de Hollywood; es fácil encontrar alusiones (cuando no escenas completas) de Casablanca, El hombre tranquilo y muchas más. Pero nada parece forzado, todo es sentido y emocionante. Fantástico.
Incluso el doblaje es perfecto: ¡Constantino Romero! Podría haber sido Porco en una versión de imagen real.
Klaus
Ghibli lo descubri a traves de la princesa mononoke, pero cuando vi porco rosso, me di cuenta que no habria otra como ella. Fantastica, llena de un romanticsmo de una epoca pasada, con unos paisajes dibujados a mano increibles y unos personajes muy bien construidos.
El culmen fue ya, cuando el año pasado vi maquetas y demas objetos relacionados con la pelicula en el Museo Ghibli en Tokio. no tengo palabras para definir ese momento de felicidad (en el pedazo de film que te dan con la entrada me toco la escena en la que esta de noche con la lampara preparando las balas).
alfredo.godinez.9634
Yo confundí esta cinta con otra mucho más reciente que fue "El Viento Se Levanta" (pienso que por la temática de aviones) y me perdí de ver esta ultima en el cine, lo que lamento mucho
hudson8
Aquí Miyazaki se dió el gusto de recrear su mundo de fantasía, con sus adorados aeroplanos. Pero se olvidó de contarnos una historia, o darnos alguna moraleja.
Pasan cosas, se entreven tramas, leyendas y vivencias, pero al final no cuenta nada, no dice nada. Es casi como Avatar, que muestra mucho y no dice nada.
Nausicäa tiene una fuerte moraleja detrás, como Mononoke o Ponyo o el Castillo en el Cielo, Nicky nos cuenta la difícil transición de la infancia a la edad adulta de forma tan sutil y hermosa que emociona, Chihiro nos narra una fábula hermosa.
Pero Porco nos da una pincelada de una historia corriente sin más moraleja que el fascismo es una encarnación del mal. Vale.
No sé, a mi no me trasmitió lo que otras películas de Miyazaki, la belleza visual y auditiva de Porco es innegable, pero le faltó algo o yo no lo supe captar :P
Saludos
El Fabuloso Dr. Manga
Auténtica devoción tengo yo a esta película. Por tener tengo una figura de Porco Rosso hablando por teléfono y suena la melodía de la caja de música al final de la película (Cuando Fio habla del presente).
mangafan001
Es curioso como ser los gustos, yo esta, la considereo la tercera peor película de Miyazaki (De Miyazaki, no de Ghibli) El tema es que no hay una sola peli mala de Miyazaki, así que sigue siendo una obra maestra, de hecho la compré el otro día aprovechando una oferta en Amazon por 6€ en Blu-ray.
Para mi, de Miyazaki van en este orden:
-La Princesa Mononoke.
-El Viaje de Chihiro
-Mi Vecino Totoro
-El Castillo Ambulante
-Ponyo en el Acantilado
-Nausicaa
-El Viento se Levanta.
-Porco Rosso.
-Lupin Tercero, El Castillo de Cagliostro.
-Kiki, Servicio por Correspondencia (Me niego a llamarla como aquí)
Poco más o menos. La verdad es que las centrales es las que más cuesta de la lista.
halleck
Porco Rosso es el Corto Maltés de Miyazaki, el último héroe romántico. La película es poesía, ni mas ni menos.