En otro tiempo, nos habría escandalizado que las películas de Zhang Yimou se fuesen acumulando y que, no solo tuviésemos que esperar dos años para ver una de ellas, como ocurre con ‘Amor bajo el espino blanco’ (‘Shan zha shu zhi lian’, 2010), sino que fuésemos conscientes de que aún hay otra que está tardando en llegar: ‘The Flowers of War’ (‘Jin líng shí san chai’, 2011), con Christian Bale. Por España pasó, sí, pero en una proyección solo para elegidos, en el festival de Valladolid. Ahora, en los cines, ya está al alcance de cualquier público, aunque parece que el que lo elige –al menos así ocurría en la bastante repleta sala donde lo vi– es todo de la tercera edad.
La ambientación en los últimos años de la Revolución Maoísta, cuando el dictador decidió que el campo podría devolver a sus camaradas la inocencia perdida por el consumismo de las ciudades, haría pensar en un film político o politizado conde el régimen fuese el impedimento que estos dos jóvenes encuentran para su romance adolescente, separados cuales Romeo y Julieta, por dos posicionamientos opuestos. Sin embargo, como se nos va dejando entrever, hay algo más y la dificultad pronto se traslada a otro lado para dejar el asunto político como mero marco histórico.

Existe una secuencia, quizá la más conmovedora, en la que la madre de la chica les pide que esperen, añadiendo, en otras palabras, que disponen de todo el tiempo del mundo. Gracias a lo que no se nos ha dicho aún, pero ya hemos ido adivinando, y con solo una mirada del joven, el subtexto carga la escena de emotividad. Si funciona tan bien es precisamente porque nada se dice explícitamente, nada se remarca, no se dramatiza. Por desgracia, en otras ocasiones, no se deja tanto a la imaginación, como en la escena de despedida, que podría haber quedado en off, al igual que todas las cuestiones que Yimou elude a modo de elipsis entre fundidos a negro y nos resume en intertítulos, recurso que me parece de los mayores aciertos de la cinta.
Yimou, gracias a su capacidad para la poesía, la delicadeza y la hermosura transforma la novela de Ai Mi, cuyas intenciones al adaptar una historia verídica probablemente se quedaban en la provocación de la lágrima, en una sencilla narración que nos invita a aprovechar la vida junto a nuestros seres queridos. La depuración que ha llevado a cabo el director se imagina en lo que claramente llega desde el libro, como las frases finales, rayanas en la cursilería de tarjeta romántica, que se refieren a esperar toda la vida.
Por cierto, existe un fallo bastante imperdonable en la copia que ha repartido la distribuidora para los cines de v.o. –me diréis cómo lo han hecho en las copias dobladas–, pues los carteles finales en los que se cuenta lo que ha sucedido a Jing más adelante no se han traducido y en lugar de eso los subtítulos se limitan a descifrarnos la letra de la canción de cierre. Se pierde la conclusión que, por otra parte, ya resultaba escasa incluso con esos datos.

Los colores no son tan intensos en la fotografía como lo eran en otros de los films de Yimou, pero tienen la misma importancia. Las bayas de ese peculiar espino, que nacen de color rojo, símbolo de la suerte para los chinos, representan todos los elementos del film: la pasión, la sangre como sinónimo de muerte y la revolución comunista.
‘Amor bajo el espino blanco’ supone un regreso a ‘El camino a casa’, tras el escarceo con el que quizá solo Yimou se divirtió, de ‘Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos’. La inocencia, el despertar al amor y el encanto que encontramos aquí ya estaban en la de 1999. Y son claramente los mayores alicientes de la que nos ocupa. La debutante Zhou Dongyu, con su sonrisa sincera y espontánea y su desconocimiento de los actos adultos, así como el respeto que él (interpretado por Shawn Dou, quien también tiene aquí su primer papel) le profesa nos convencen de la sinceridad de sus enamoramientos y ponen en marcha todos los sentimientos que la narración de episodios quizá demasiado cotidianos es capaz de provocarnos.
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Usuario desactivado
Esta tengo muchísimas ganas de verla en el cine, el problema es eso que se llama dinero, y es que con la subida que han pegado las entradas me sale más rentable cogerme un avión y pedirle a Yimou una copia de su película que ir a verla a las salas.
joseantonio1975
Tengo muchas ganas de ver al Zhang yimou intimo,ese que nos enamoro con La linterna roja o El camino a casa y esta no quiero perdermela.La anterior,la de la tienda de fideos china no estaba mal pero le faltaba bastante empaque,a ver.Este tipo de cine es ya carne solo de fetival y el que valla mas gente de la tercera edad a verlas no deberia sorprendente ya que aqui en Bilbao,por ejemplo es ya una costumbre ver la sala ocupada con Cotorras que no dejan de hablar,de narrar la peli y de decir,uuuy que bonita.Pero es lo que hay,el que llegue este titulo es un milagro y me da a mi que cada vez mas,solo se distribuye de forma minoritaria,desgraciadamente es asi con el cine de autor.Deseando verla.Saludos.
Usuario desactivado
SPOILER: lo que comento sobre el final y que le falta conclusión es que acaba mal, pero muy mal. Entonces, cuando has estado dos horas viendo a unos chavalines que se quieren tanto y el único destino al que se dirige la peli es a que uno de los dos muerta, te quedas un poco con la cara así, como diciendo, ¿para qué me han contado esta historia? Lo que digo de que la política es solo un marco histórico lo comento por lo mismo: porque puede parecer que sea todo una crítica o reflexión (positiva o negativa, me da igual) sobre el gobierno de Mao, pero no lo es, pues finalmente eso no influye nada.
Buscándole con buena voluntad una razón de ser encuentro lo que decía ahí: que puede ser una lección sobre aprovechar el tiempo y disfrutar de la persona a la que se ama. Pero, si no, lo que parece es que no hay conclusión, que no hay mensaje, que la peli se cuenta simplemente porque ocurrió de verdad y por ningún motivo más. Es lo mismo que me hace meterme con la novela (de forma supuesta, ya que no aseguro nada), pues me imagino que la novela es un dramón con el único propósito de hacer llorar. Esto ocurre mucho últimamente en los bestsellers, pero en una película y más si es de Zhang Yimou, esperaríamos que hubiese algo más que la simple gana de ser dramático.
staryang
LA MEJOR K HE VISTO EN ESTE AñO
Espero que salga en DVD o la pongan en alguna plataforma online de Streaming o descargármela directamente, porque ni en mis mejores sueños pienso que la estrenarán en los cines de mi ciudad. Este es un director que me encanta.
vasilia
Me encanto ‘The Flowers of War’ (‘Jin líng shí san chai’, 2011), con Christian Bale.
Si, no la vi de manera muy legal que digamos, pero es que hay peliculas que si uno espera a verlas en el cine puede llegar el Anticristo sin que aparezcan en cartelera. Y me sorprendio. Zhang Yimou tiene una forma de contar las cosas que si bien puede tocar la fibra sensible, lo hace de una manera tan especial que una pelicula, que si la hubiera dirigido otro, seria vulgar y obvia. Porque The flowers es un poco obvia, pero cautivante.
johan.kiratorrijos
Una lástima que una de las mejores películas del año esté sólo en 11 cines de España, bueno la vere cuando la saquen DVD, aunque con suerte la pueden sacar en Blu-ray... que injusto es el mundo del cine en España!!!!
Manuel Castellanos
Sin haber visto las flores de la guerra, me atrevo a decir que es la mejor cinta que he visto de Zhang Yimou; es sencilla, pero la historia, la música y la fotografía son manejadas de manera magistral. Una maravilla de película.