Desde aquella primera vez que saliera del cine hace seis años, maravillado con el espléndido filme que acababa de ver, nunca he comprendido la mayoritaria aversión que los aficionados al séptimo arte guardan para con 'Ágora' (id, Alejandro Amenábar, 2009), el drama histórico que costó cincuenta millones de euros a las arcas de Telecinco, Himenóptero —la productora del director— y a Mod Productions y que, entre otras apreciaciones, servía al cineasta para seguir intentando acallar a las voces que le exigían un retorno a los palos de sus tres primeros filmes con argumentos que iban dirigidos a afirmar que era mucho más lo que podía ofrecer al mundo del cine.
De entre ellas, de entre esas voces que no supieron o no quisieron ver que lo que aquí pone en pie el director es de una fuerza y un genio asombroso, sólo me haría eco de las que apuntaban de forma certera a que es la ambición de construir una producción bigger than life la que parece mover a Amenábar a viajar a la Alejandría del siglo IV de nuestra era para narrar parte de la vida de Hipatia, una filósofa, matemática y maestra de la escuela neoplatónica fascinada por la astrología en un momento histórico marcado por el brutal aplastamiento de las antiguas creencias que llevaría a cabo el cristianismo.
Licencias, una problemática desierta

Por más que se note a la legua tanto en el guión como en el fastuoso diseño de producción que a la hora de hacer realidad 'Ágora', Amenábar y todos sus colaboradores llevaron a cabo una intensiva campaña de documentación para hacer del filme el acercamiento más realista posible a tan fascinante ciudad y época, mucho se le han criticado a la cinta sus licencias para con el rigor histórico y el cambiar a placer datos relacionados con la protagonista en aras de convertir la acción en mucho más "peliculera" de lo que fue la realidad en la que se basa.
Un hecho éste que hace seis años insistía en el siempre abierto debate acerca del rigor de cualquier tipo en los filmes que están basados en acontecimientos reales pasados o presentes. Yermo en lo que a mi respecta, dicho debate carece de sentido por cuanto, por muy realista y ajustada a los hechos que una película pueda ser, siempre tendrá que asumir ciertas concesiones derivadas de la propia idiosincrasia del medio artístico y la contaminación que, a la hora de transmitir cualquier historia, se da de forma inevitable en el narrador de la misma.
Si para colmo consideramos que mientras que no sea documental, una producción cinematográfica siempre se rinde en mayor o menor medida a la ficción, es opinión de este redactor que los fuertes reproches que 'Ágora' recibió sobre la edad de Hipatia en la cinta —la filosófa murió entre los 45 y 60 años, Weisz tenía 39 cuando se estrenó el filme—, la implicación última del obispo Cirilo en su asesinato —sobre la que sólo se insinúa pero no se sentencia—, o los detalles en cuanto a arquitectura y arte que no corresponden bien a la situación geográfica de Alejandría bien a la época en la que se desarrollan los acontecimientos son de todo punto desproporcionados.
'Ágora', apasionada

Detalles de nimia o inexistente importancia en la construcción del relato que vertebra las dos horas de metraje, las fallas en las que va incurriendo 'Ágora' quedan obliteradas con autoridad por lo mucho que la cinta ofrece en no pocos aspectos, ya sean meramente técnicos, ya en aquellos que se derivan del apasionado libreto redactado por Amenábar y Mateo Gil y las no menos apasionadas reflexiones miradas que la pareja de guionistas vierten sobre la ciencia, la filosofía clásica, la religión y la fe y la lúcida y elocuente crítica que, a través de esos términos llevan a cabo sobre la sinrazón humana, constante inmutable de nuestra especie desde que el mundo es mundo.
De las primeras cabe destacar la fiereza con la que se describe a la Hipatia a la que encarna con igual talante una asombrosa Rachel Weisz, una mujer "adelantada a su tiempo" que en boca de Amenábar y Gil se convierte en maestra de ideas de igualdad sin importar sexo, raza o credo y en una firme creyente de la libertad y la razón científica sobre otros argumentos menos mensurables y más sujetos al capricho de aquellos cegados por la voluntad divina o la supuesta palabra del Dios creador interpretada, transcrita y difundida por el hombre a lo largo de la historia.

Atender no obstante a la vehemencia con la que Hipatia defiende sus principios o a los momentos en los que el guión se detiene en arrojar hipótesis acerca de lo que el personaje real llegó a descubrir —se juega aquí a que fuera ella la primera en determinar el modelo heliocentrista elíptico que doce siglos más tarde formularía Kepler—, es quedarse sólo a medio camino de todo lo contemporáneo contra lo que la cinta arremete desde la antigüedad del s.IV. Un voluminoso sesgo en el que los artífices del guión no se arredran en hablar de la falta de entidad de los fundamentalismos respaldados por la fe y en el abundante mal que en nombre de ésta y de la religión se ha hecho a lo largo de la historia.
Para reforzar ese concepto de que por más que nos separen algo más de mil seiscientos años es mucho lo que nos une a nuestros antepasados y como recurso habitual a lo largo del metraje, Amenábar ofrece unas espectaculares secuencias en las que éste pequeño punto azul y pálido en el que vivimos aparece flotando en la inmensidad del vacío espacial como clara metáfora de la nula relevancia que en la historia del cosmos han tenido, tienen y tendrán los problemas sobre los que la humanidad lleva debatiéndose a lo largo de unos siglos de existencia que son sólo una breve acotación en los millones de años de vida del universo.
Talante de genio

Sumando a esos puntuales y breves apuntes celestiales las algo más abundantes ocasiones en que se nos lleva en vertiginosos travellings desde la ciudad a las capas altas de nuestra atmósfera o desde éstas al interior de la biblioteca alejandrina, la totalidad del metraje de 'Agora' queda subrayado por Amenábar a través de incuestionables muestras que ponen de relieve de forma categórica que el director que encontramos aquí sigue aumentando en matices la definición de genio del séptimo arte que le debería ser aplicada en clara consideración por su espléndida trayectoria.
Apoyándose como decía antes en un fastuoso trabajo de diseño de producción —decorados y vestuario hablan sin lugar a dudas de los dineros en ellos invertidos—, en el que es el reparto más acertado y redondo de su filmografía junto al que le viéramos en 'Los otros' ('The Others', 2001) —brillantes tanto Oscar Isaac como, sobre todo, Max Minghella— y en una brillante partitura de Dario Marianelli, el director diserta a placer con la cámara desde términos que se mueven entre lo intimista a lo épico.

Auxiliado en ambos terrenos por la fantástica fotografía de Xavi Giménez —que se muestra en sus mejores valores en los juegos de sombras interiores—, y con abundantes instantes que señalar en su faceta más íntima, es en la épica que arroja el filme al espectador donde descubrimos a un nuevo Amenábar desconocido hasta entonces. Uno que no le teme a las secuencias de masas que jalonan el metraje y que en las visualizaciones aéreas de las mismas ofrece una caligrafía impoluta de cine con mayúsculas.
Un cine injustamente infravalorado aquí que despierta en el espectador un amplio rosario de emociones y reflexiones que, hasta entonces, sólo había suscitado 'Mar adentro' (id, 2004), pero no a la escala que aquí podemos apreciar. Es pues 'Ágora' bajo mi punto de vista un filme soberbio que, hasta poder valorar lo que a partir de hoy podremos ver en 'Regresión' ('Regression', 2015) se alza como la segunda mejor producción en la que se ha visto envuelto Alejandro Amenábar.
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rolando-f7
Es una película que INVITA a reflexionar; eso no le gusta a mucha gente.
josepb1
No suelo comentar pero en este caso me salto la norma, la pelicula me encanto y mi teoria es que Amenabar atacando a la religion catolica, bastante abiertamente para mi, toco las narices a mucha gente y eso se tradujo en toda clase de malas criticas.
mr_blue
La aversión que siente la gente para con esta película no se debe a su calidad cinematográfica sino que se percibe como deshonesta. La calidad fílmica de Ágora es muy alta, seis años después y sin haberla revisionado todavía me acuerdo perfectamente de ella. Eso no me pasa con todas las películas que veo (algunas las olvido a los 10 minutos, afortunadamente). Pero comete un gran error: falsear la Historia a su propia conveniencia. Y no como dice Sergio, en forma de concesiones para una mejor narración, sino para realzar su mensaje. Una vez que Amenábar se dedica a manipular los hechos para presentar a los cristianos como los malos malísimos y a los no cristianos como los buenos buenísimos es inevitable que la película, que se mete en política del siglo XXI contando sesgadamente una historia de la antigüedad, divida y genere polémica. Y se debe a que una parte muy importante de la sociedad -entre la que me incluyo- es cristiana. Además, esto se agrava por el hecho de que si Amenábar quería contar una historia de intolerancia religiosa tenía un buen puñado en donde elegir, sin necesidad de inventar ni de retorcer nada. Así que como película un notable, en dirección un sobresaliente, como adaptación de una historia real suspenso, y como panfleto político -curioso que a su estreno acudiera la plana mayor del Gobierno socialista del momento, ¿verdad?- un 0.
kabe
Aquí otro que se suma a eso de que es una película muy a tener en cuenta, una buena peli sin duda. Es más, me atrevo a decir que tiene poco que envidiar a grandes superproducciones americanas de los 50 y los 60.
Por tanto, tampoco entendí los palos que le dieron en su momento.
PD: Estoy deseando saber qué opinas de "Regresión". No sé qué me da que vas a tener que bajar a Amenábar del pedestal en el que está. Veremos, veremos...
gustavomurawczikpavl
las criticas y la frialdad con las que se recibió a Agora, hacen obvia la aversión de las masas, cuando se critica una de las religiones mayoritarias en el mundo. Menos mal que no habló del Islam. Eso no me sorprendió. Lo extraño, es que haya podido seguir filmando sin problemas. Porque estar en la lista negra, cuando dices lo que piensas, sea a través del medio que sea, puede perjudicarte de por vida.
Una gran película, una gran obra y una gran reflexión, tan sencilla y directa, como contundente. De lo mejor de Amenabar.
Usuario desactivado
La vi en su momento y me gustó bastante, aluciné cuando hace poco escuché hablar mal de ella.
loula2
Puede gustar más o menos, por motivos de religión, posible falta de rigor histórico, o por tenerle manía a su director.
Pero no se puede negar que es una de las producciones más cuidadas hechas por un director español, y una apuesta arriesgada por apartarse de su área de confort....
perikok3
Totalmente de acuerdo. Aunque desgraciadamente, somos pocos los que pensamos así...
mangafan001
No entiendo como se le techa de "la segunda mejor producción" cuando pienso (y creo que muchos comparten este punto de vista) que es la peor del director, o la segunda peor. Y no, no es mala... el tema es que cuando tienes tanta calidad, no hay pelicula mala, pero si que esta por debajo de otras.
Yo el problema que le veo al film es el divagar de un lado a otro sin centrarse en nada en concreto, la falta de empaque y lo poco interesante de la historia. En cambio, es un film tecnicamente impecable, muy bien dirigido y pese a los agujeros del guión, resulta entretenido, lo que demuestra una vez más que si lo diriges bien, puedes subsanar casi cualquier cosa. En realidad todo se lo achaco al guión.
No recuerdo si cuando se esntrenó leí aquí mismo (o en Tublogdecine que visitaba entonces, y que llegué a esta web por medio del parecido de los nombres) una critica bastante parecida a mi forma de padecer.
inostranny
Lo que es incuestionable es lo bellísima que está Rachel Weisz de griega.
🖕🏻
Será porque esperaba demasiado, por el director, el reparto y la historia. Pero a mi si me decepcionó, y mucho.
Lo peor que puedo decir de ella es que después de haberla visto una vez más después de su estreno apenas recuerdo nada de la película, nada.
Aprovechando el especial Amenabar y su reciente estreno, que por lo que he leido tomaré con calma y poco hype, quiero repasar sus películas y le daré una oportunidad más, por si las altas expectativas en su día son las responsables del mal (nulo) recuerdo.
Saludos
calick
¿Aficionada a la astrología o a la astronomía? Creo que Carl Sagan ya dejó claro que no eran lo mismo...
vasilia
AHI ESTABA!!!!
Cuando vi a Issac en Sucker Punch me preguntaba donde antes lo habia visto. Claro, en Agora!!!!
A mi simplemente me parece una pelicula magnifica. Compleja, con muchos aspectos a debatir. Lo malo es que es una pelicula en la que uno necesita sentarse a escucharla y verla, cosa que a muchos no les gusta, y no es una pelicula facil de digerir por la forma como se muestra la intolerancia.
portalpa
La debo otra oportunidad, no se si fueron las expectativas, la influencia de las malas críticas que recibió o lo que fuese pero el caso es que la pelíucla me dejó indiferente.
duhmzdaih
Lo siento, pero falsear la historia siempre será manipulación con todas letras. Hay que ser muy irresponsable teniendo en cuenta que la masa ígnara no lee y no se cultiva y lo poco que conoce del mundo es lo que ve entre otras cosas en las películas. Mira que soy pagano y enemigo de toda la tradición abrahamánica, pero mentir para atacarlos es una vergüenza, como si no hubiesen suficientes verdades para darles garrote.
federpeich
Yo, todavía hoy, no he sacado fuerzas de mi interior para sentarme a verla, es una de esas pelis que sólo ver el tráiler me parecen "marrones" y mis ojos dicen ¡NO! También me pasa con "El paciente inglés". Entre eso y la facilidad de Amenábar para que sus películas resulten indiferentes, capacidad que se agrava cuando intentas revisionar las cintas, difícil lo tengo.
epic
Pues para mí fue una tremenda decepción.
Yo la esperaba ilusionado, porque pensaba que ya era hora de que hicieran una película de romanos en la que los malos fueran los cristianos. Pero lo último que se puede hacer en una película así es predicar, y Amenábar predica demasiado. Falsea la historia, como habría hecho cualquier cristiano: Hipatia no hizo ese descubrimiento, ni tampoco era esa su ideología. Si a esto añadimos que ni siquiera hay un intento de dar a los personajes un carácter con el que nos podamos identificar, y que los actores empezando por Rachel Weisz son totalmente inexpresivos, queda una película totalmente olvidable.
Nadie duda de la capacidad técnica de Amenábar, pero esta historia no ha sabido enfocarla.