'Alma' quiere ser la gran serie española de terror y misterio de Netflix pero no se centra y apenas supera a 'Feria: La luz más oscura'

Netflix ha estrenado ya cerca de una treintena de series españolas, algunas muy buenas y otras cuya existencia casi mejor sería olvidar. Esos inevitables son altibajos siempre que das una importancia notable a la cantidad, algo que la plataforma lleva haciendo desde hace años.  La última en llegar ha sido 'Alma' este viernes 19 de agosto, la cual se queda muy corta en su intento de ser la gran serie española de terror para Netflix.

No es que las series españolas de Netflix se hayan prodigado mucho en el género de terror, pues hasta ahora el único verdadero intento en esa dirección había sido 'Feria: La luz más oscura', la cual fue cancelada tras su decepcionante primera y única temporada. De 'Alma' puedo deciros que es algo mejor que 'Feria: La luz más oscura', pero tampoco echemos las campanas al vuelo, porque sigue sin ser gran cosa.

Un misterio atractivo poco desarrollado

Creada por Sergio G. Sánchez, guionista de las dos primeras películas de J. A. Bayona y también máximo responsable de la discreta 'El secreto de Marrowbone', 'Alma' gira alrededor de lo que sucede tras un misterioso accidente de autobús que acaba con la vida de multitud de jóvenes estudiantes. Alma sí que sobrevive, pero en el proceso pierde la memoria y tiene que intentar reconstruir tanto lo sucedido como su propia identidad.

Precisamente uno de los momentos más logrados de la serie es todo lo que precede a ese accidente en el primer episodio. La serie logra crear entonces crear ese clima enigmático necesario para que uno quiera saber qué es lo que ha sucedido exactamente, pero a la hora de la verdad, 'Alma' apuesta por un enfoque más propio de un drama juvenil, donde el principal baluarte es el solvente trabajo de Mireia Oriol, la gran protagonista de la función.

No obstante, lo que realmente ayuda a crear cierta inquietud y a ampliar el universo de la serie es todo lo que rodea al personaje interpretado por Kandido Uranga. Es verdad que se centran más en un componente fantástico que en explorar el lado más escalofriante del reparto, pero son los momentos que se sienten más especiales de la serie, aunque justo sea destacar que en parte sea por los deméritos de todo lo situado en la actualidad.

Demasiadas pegas

Ahí sobre el papel tenemos el acierto de dejar respirar a los personajes para que la historia vaya creciendo a partir de ahí, pero a la hora de la verdad la mayor parte de ellos son bastante monótonos, llegándose a desaprovechar el talento de actrices ya algo más consolidadas como Milena Smit o Elena Irureta. Tengo claro que no era esa la intención -a su manera casi parece más una (discreta) novela filmada que una ficción puramente audiovisual-, pero parece que se busque más igualar por abajo que hacer algo con los intérpretes que sirva para engancharnos.

Eso lleva a que situaciones mucho más dramáticas poco menos que caigan en saco roto, porque utilizar como principal bastión a tus personajes es una buena idea si realmente te los trabajas. Aquí lo que sucede es que agradeces que vayan saltando entre personajes más por la variedad que ofrece que porque cualquiera de ellos te atrape.

Quizá para compensarlo se va saltando entre géneros de forma habitual, desde el drama juvenil hasta el relato de terror, pasando por lo romántico, lo misterioso, lo fantástico y muchas cosas más. No parece que nunca llegue a haber un foco claro y todo acaba sintiéndose más como una introducción alargada al enigma que plantea que cualquier otra cosa.

En lo técnico tampoco puede decirse que 'Alma' sea deslumbrante -cuando más ofrece en esa vía es cuando abraza ese elemento fantástico que, por desgracia, está muy dosificado-, pues en lo visual lo que más destaca es la belleza de algunos paisajes asturianos. Más allá de eso el trabajo de diseño de producción es convincente, pero incluso ahí le pasa lo mismo que a otros niveles: le falta empuje y determinación.

En resumidas cuentas

Por mi parte creo que mi experiencia con 'Alma' acaba aquí. No es que sea una serie despreciable -por ejemplo es bastante superior a 'Bienvenidos a Edén'-, pero sus virtudes son demasiado tenues y sus debilidades bastante marcadas como para querer seguir adelante con ella en una posible segunda temporada.

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