Es inevitable que nuestro parecer sobre las películas evolucione a lo largo del tiempo, ya sea porque con la edad nuestros gustos van cambiando o porque simplemente no supimos percibir sus virtudes o defectos tras verla por primera vez. Obviamente, los revisionados ayudan mucho a ello, pero también es posible que suceda simplemente porque de vez en cuando nos acordamos de ellas y nos da por pensar un poco en qué fue lo que nos gustó o desagradó de ellas.
En el caso de ‘Ahora me ves’ (‘Now You See Me’) mi opinión sobre ella ha ido mejorando desde que la vi allá por julio de 2013. Sigo pensando que su desenlace es una tomadura de pelo, pero por lo demás la recuerdo con más agrado del que pensaba en un primer momento. Quizá eso haya ayudado a que haya disfrutado -con moderación- de ‘Ahora me ves 2’ (‘Now You See Me 2’), una secuela que busca el más difícil todavía para intentar superar a su predecesora.
Ingredientes similares, resultado parejo
Recuerdo perfectamente que la primera entrega iba complicando la historia a través del uso de la magia hasta llegar a un punto en el que la única salida posible era una sorpresa bastante gratuita. Ed Solomon, que ya participó en el libreto de la primera, asume el control y opta por la misma solución, pero liándolo todo aún más para que los trucos no sean los mismos y poder así engatusar al espectador con su toque más vistoso en lugar de prestar atención a los detalles.
Eso lleva a ‘Ahora me ves 2’ a un cruce de magia, ciencia y venganzas en la que hay espacio para la utilización de recursos problemáticos -el hermano gemelo del personaje de Woody Harrelson, el cual permite al actor incidir aún más en que es el alivio cómico de la función-, pero sobre todo cuenta con el problema de que ahora ya estamos dispuestos a desconfiar de todo y todos, lo cual es algo que se maneja mejor de lo esperado.
Cierto que sigue habiendo sorpresas cuestionables -el arco de cierto personaje, ya endeble de por sí, se cierra de forma muy forzada-, pero, en líneas generales, la película no entra demasiado al trapo y simplemente permite que el espectador encuentre un pasatiempo adicional haciendo conjeturas sobre el próximo gran descubrimiento. De hecho, así se hace todo más llevadero, obviando en parte que el guion de Solomon está un poco sobrecargado, lo cual acaba disparando su metraje.
Un pasatiempo con cierta elegancia
Ya en la primera entrega recuerdo que se buscaba cierta elegancia y dinamismo como entretenimiento, para lo cual acababa resultando todo un poco superficial. Aquí Louis Leterrier ha cedido la silla del director a John M. Chu, potenciándose el lado de la elegancia y buscando un mayor equilibrio entre el ritmo vivo y el hecho de que las historias que plantean tengan una mayor entidad.
No puedo decir que Chu triunfe del todo en el último punto, en parte porque lo que plantea Solomon no se presta a detenerse demasiado en la construcción del relato si no quieres ver cómo se viene abajo por varios sitios, pero él hace lo que buenamente puede para tapar esas lagunas narrativas desde la puesta en escena, consiguiendo además la que seguramente sea mi escena favorita de la saga -el robo de cierto chip-, ya que ella misma ejemplifica todas las virtudes de la misma e incluso logra manejar con soltura su lado más inverosímil.
De hecho, cuando ‘Ahora me ves 2’ apuesta abiertamente por ese lado más juguetón es cuando mejor funciona, ya que las acciones de los personajes pasan a ser lo importante y uno puede limitarse a disfrutar con lo que sucede en pantalla. Por desgracia, es una minoría y durante el gran número final vuelve a verse manchado por el factor “Esto no hay quien se lo crea”, aunque justo sea decir que de forma bastante menos acusada que en la primera entrega.
La clave al final es que ‘Ahora me ves 2’ es una continuación que mantiene el espíritu de la primera e intenta expandirlo a su manera para justificar su propia existencia. No creo que fuera a destacarla por encima de otras como sí hice hace unos días con 13 secuelas de cine de terror que merecen la pena, pero eso no quita para que sea un más que digno regreso a la fórmula exhibida con anterioridad en lugar de un mero sacacuartos.
’Ahora me ves 2’, igual de tramposa y entretenida
Con todos esos elementos, la clave final estaba en ver cómo manejaba un reparto repleto de actores que regresaban tras la primera entrega y un par de llamativas novedades que se encuentra entre lo mejor de la función. Sí que es cierto que el personaje de Lizzy Caplan está metido con cierto calzador tras la marcha de Isla Fisher, pero su entusiasmo es contagioso, ayuda a resaltar su lado más dinámico y tiene mayor libertad en lugar de verse limitada al antagonismo con Jesse Eisenberg.
Sin embargo, ya contaba con que Caplan iba a dar la talla, por lo que la verdadera sorpresa es ver a un Daniel Radcliffe muy suelto y que aborda con tanto o más entusiasmo que ella su lado más travieso, sabiendo equilibrar a las mil maravillas el hecho de ser una amenaza, pero también otra fuente de diversión. Inevitablemente, eso se diluye en parte hacia el final, cuando se van sucediendo las grandes revelaciones, pero me encantó cómo lo hace y ojalá siga haciendo personajes en esa línea.
Sobre los regresos creo que ‘Ahora me ves 2’ seguramente hubiera funcionado mejor sin tantos. Los protagonistas tenían que hacerlo -y todos ellos lo hacen a un nivel parejo al exhibido en ‘Ahora me ves’-, pues las secuelas son para contar un nueva aventura suya, pero deberían haberse quedado ahí y que Solomon ideara un relato más sencillo que sí diera a profundizar más en una cosa concreta en lugar de complicarlo todo con demasiadas subtramas. A ver si lo solucionan para la tercera.
Bien reciente tenemos un muy entretenido caso de economía narrativa que aquí también habría sido muy bien recibido por mi parte. Cierto que con más tramas y personajes se consigue una mayor sensación de variedad, pero eso no es algo que compense los problemas que trae consigo en el caso de ‘Ahora me ves 2’, por lo que hubiera sido mejor prescindir, por ejemplo, de la trama que intenta justificar el logo giro final de la primera, perdiendo así 15 o 20 minutos de metraje que hubieran hecho la función más divertida.
En definitiva, ‘Ahora me ves 2’ es una aceptable y llevadera secuela de una película que tampoco era gran cosa. En algunos aspectos hasta podemos decir que esta segunda entrega es mejor, aunque en otros, como su tendencia a complicarlo todo para intentar sorprender al espectador, se queda algo por debajo. Al final el balance la sitúa a un nivel similar al de la primera y muy por encima del ridículo y sobrecargado regreso de Tarzán, el otro gran estreno de esta semana en España.
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