Hay fórmulas que parecen inagotables y una muestra de ello es el éxito de las adaptaciones de best sellers para adolescentes, como es el caso de 'After, aquí empieza todo'. Es comprensible que este tipo de producciones ocupen una parcela de la taquilla semanal ya que todos los públicos se sienten atraídos a ciertos productos, el problema reside en qué y cómo se transmite.
Si bien hace poco os comentábamos que había esperanza en las últimas ficciones de Netflix enfocadas a un público joven hay un tipo de películas que hacen que retrocedamos mil pasos...
La serie de libros 'After', escritos por Anna Todd, arrasan en la sección de novelas juveniles, motivo por el que nos ha llegado la adaptación a la gran pantalla de su primer título. Jenny Gage dirige la historia de Tessa Young (Josephine Langford), una chica tranquila y sencilla que cursa su primer año de universidad. Su vida apacible se ve alterada cuando conoce a Hardin Scott (Hero Fiennes-Tiffin); los dos pertenecen a mundos totalmente opuestos y verán como su romance debe atravesar diversas pruebas...
Nada nuevo, todo rancio
El propósito es narrar una bonita historia de amor, sin mucha innovación en su argumento pero donde el despertar sexual y el paso a la madurez, sin dejar de lado la locura adolescente, sientan la estructura y la finalidad de la obra. Todos estos puntos sin duda los encontramos en la película, pero la cuestión son los hechos con los que se identifican estos propósitos.
Hay tópicos que funcionan y que no hay por qué cambiarlos en una obra que, sin duda, es un copia y pega más, pero lo que no considero aceptable es tener que seguir tomando como válida la relación entre inocencia y ser comedida o sencilla con la virginidad, y que, aun más, esto se siga usando como mofa o argumento en una narración.
Seguimos viendo cómo, pese a querer incluir una cierta actitud sexual moderna, esta obra es todo lo contrario. El sexo o la virginidad se siguen tratando de manera poco natural en la mayoría de producciones juveniles, lo que hace flaco favor a su público, en especial a las mujeres.
El prototipo de chica ideal y la imagen a la que se relaciona la libertad y la realización personal siempre va de la mano de una relación amorosa. Por supuesto que una relación puede ayudarte a crecer como persona y provocar una introspección de lo que quieres en la vida, sin embargo, es evidente que no es la única manera de realizarte.
Por no decir que, concretamente en esta historia, pese a que se intente dar otra imagen, debido a esa relación de pareja ella encuentra un impedimento constante a continuar y llevar a cabo sus propios sueños.
Tampoco encuentro aceptable contar una vez más con la presencia del típico chico malote con tatuajes (porque obviamente todos los chicos "torturados" llevan tatuajes y piercings) que en realidad es sensible y se enamora perdidamente de la chica buena y recatada. Personajes con nulos arcos emocionales que representan de una manera demasiado simplista esa etapa de juventud.
Estos rasgos están presentes tanto en el libro como en la película, ya que ni en narración ni en la estructura de los personajes se han atrevido a realizar variaciones, es un mero calco página por página.
Una de las peores cosas que encuentro en este producto tan estereotipado es el uso de menciones literarias para dos fines: primero, presuponer un cierto nivel intelectual en los protagonistas (la chica buena por supuesto es estudiosa y brillante, y el chico malo es rebelde pero también es muy inteligente porque lee) y segundo, establecer similitudes entre las lecturas que mencionan y su propia historia.
Y a título personal, me parece un auténtico sacrilegio intentar comparar 'Orgullo y prejuicio' con la historia de Tessa y Hardin.
Por lo demás los tópicos de suceden. Canciones pop ligeramente desfasadas, una cámara lenta que acompasa un juego de miradas entre los protagonistas que se desean, cortes calculados para no mostrar desnudos, una escena de celos que obliga a replantear el estado de la relación...
Un torpe casting termina por arruinar 'After'
Lo que podría salvar la película serían actuaciones que puedan suplir las innumerables torpezas de la historia... pero no. Desde luego Josephine Langford se ha entregado en trasladar a una Tessa sin sangre, monótona y con un (hasta me da vergüenza escribirlo) impuesto aspecto virginal. Deducimos que está enamorada de Hardin Scott por lo explícito de las escenas, no por su acierto en el desarrollo emocional del personaje.
Pero Hero Fiennes tampoco está mejor, por lo que creo que hay un error de casting. Por mucho que ponga empeño este actor no encaja con lo que se supone que debe transmitir tanto física como emocionalmente su personaje. Sin presencia física, plano y sin carisma. Me niego a creer que el único actor solvente y con gancho para películas juveniles sea Noah Centineo...
La montaña de problemas hacen de 'After' una oportunidad perdida en el género del cine romántico-juvenil, donde claro que aún caben los tópicos pero usados con talento y teniendo en cuenta que no pueden fundamentar toda la obra. Tenemos que seguir esperando temáticas más frescas y personajes mejor desarrollados, pero sobre todo, capaces de ser independientes emocionalmente.
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