Nos habló Teresa de la primera decepción de ‘Corazones solitarios’ ('Lonely Hearts’). Se trataba de la falta de coherencia del papel de Salma Hayek, que interpreta a una oronda psicópata dispuesta a matar y morir por amor, pero que no ha aceptado engordar para el papel (como se puede comprobar en la imagen de la continuación de la crítica). Pero ésa es sólo la que inicia la lista.
La película, que se estrenará mañana, 15 de junio, se presentó en la ceremonia de clausura de la pasada edición del Festival de San Sebastián y está inspirada en hechos reales: En 1951 fueron ejecutados en la prisión de Sing Sing la siniestra pareja criminal formada por Raymond Fernández y Martha Jule Beck. Juntos sembraron el terror en la sociedad estadounidense de posguerra y fueron conocidos como “los asesinos de los Corazones Solitarios”. A través de la mirada de los detectives que consiguieron atraparles conoceremos su sangrienta historia.
Todd Robinson, nieto en la vida real de uno de los protagonistas de la cinta, el agente de policía Elmer C. Robinson, es quien ha dirigido la película demostrando que osadía no le falta, si bien de talento no se podría decir que está sobrado. Se trata de una narración anodina, llena de lugares comunes y exenta de emoción, garra o atractivo.
La combinación en paralelo de la investigación con los asesinatos está creada de forma tan torpe que no se produce la tensión que debería dar el sentimiento de urgencia de la pesquisa criminal. Apenas parece que ambos hilos argumentales estén relacionados. Pero lo que más estorba es la inclusión de las tramas personales y la expresión en voz en off de los sentimientos de los detectives, pues rozan lo burdo además de resultar pesados y sin interés.
Después de ver un film de similar premisa argumental, pero tan superior en todos los aspectos, como es ‘Zodiac’, de David Fincher; se hace aún más difícil encontrar algo positivo en ‘Corazones solitarios’. A pesar de eso, tampoco se puede decir que sea manifiestamente mala, pero sí que es una más, que no pasa de correcta y que deja, cuando menos, indiferente.
La historia narrada en ‘Corazones solitarios’ ya sirvió de fuente de inspiración para los largometrajes ‘Los asesinos de la luna de miel’, ('The Honeymoon Killers', 1970), de Leonard Kastle, con una protagonista que sí estaba gorda: Shirley Stoler; y ‘Profundo carmesí’ (1996), de Arturo Ripstein, con Regina Orozco en el papel de Beck.
Aquí se puede ver otro tráiler, además del ya enlazado arriba.