‘Admitido’ (‘Accepted’), mucho más que aceptable

Alejándose bastante de la gamberrada de instituto que aparenta ser, ‘Admitido’ (‘Accepted’) utiliza con habilidad la estructura clásica para contar una historia que, al menos, se puede considerar novedosa.

El joven Bartleby ‘B’ Gaines (Justin Long), debido a su excesiva sinceridad en las cartas de solicitud, no ha sido admitido en ninguna de las Universidades a las que ha pedido plaza. En EE. UU., esto es muy diferente y, además de que es difícil que te admitan, parece ser que el estudiar en una Facultad puede servir de algo en la vida. Por lo tanto, B y su familia quedan destrozados al saber que el futuro del chaval acaba de caer por la borda.

Experto en falsificar documentos, como carnets de identidad para que los menores de 21 años puedan beber, decide falsificar su carta de admisión en una de estas prestigiosas instituciones. Sin embargo, el único nombre que se le ocurre es South Harmon Institute of Technology, cuyas siglas se leen SHIT, es decir, mierda en inglés (no sé cómo habrán trasladado el chiste al doblaje). El caso es que los padres no se quedan contentos con saber que ha sido admitido, sino que quieren llevarlo en coche hasta allí. Así que Bartleby tendrá que encontrar un lugar y hacer que parezca una Universidad. El efecto bola de nieve está servido y B y sus amigos se verán envueltos en un engaño que les atrapará a ellos mismos.

Con este punto de partida, algo diferente a los habituales en las películas para adolescentes —que solían contentarse con una trama basada en robar ropa interior o invadir el colegio mayor vecino—, ‘Admitido’ se ve con más interés que estos otros films mencionados, como por ejemplo, los ochenteros del tipo ‘Porky’s’ o ‘La revancha de los novatos’ o los más recientes, como ‘Road Trip’ o ‘American Pie’. Aunque también es cierto que tiene un estilo de humor mucho más contenido y menos descerebrado que quizá decepciona a quien espere la última gamberrada.

Además de esto, la identificación con la época de angustia que precede a la Universidad aquí se producirá mucho menos que en EE. UU. por el motivo que mencionaba en el primer párrafo. Por ello, el mensaje de admitir a cualquier tipo de persona, de no dejar colgados a muchos sin verdaderos motivos, que es la tesis del film, podría quedarse algo alejado y fallar en su intención de causarnos empatía. Dicho esto, hay que admitir que, extrapolando a otras ocasiones la misma sensación de rechazo, probablemente todos nosotros encontraremos un momento en nuestras vidas que nos haga comprender cómo se sentían estos jóvenes.

Dirigida por Steve Pink, ‘Accepted’ comienza con mucha fuerza, pero llega un momento en el que se convierte en formulaica y repetitiva. A pesar de eso, se sigue viendo con interés y no llega a hacerse aburrida ni a perder por completo el humor. El final, con el típico discursito, se puede hacer un poco americano, pero no es especialmente deplorable.

Dejando a un lado estos defectos, se trata de un film mucho más que aceptable, con un humor bien llevado, buenos personajes y un guión construido en base a todas las reglas clásicas de la estructura, la motivación, los obstáculos, etc… Consigue plantear las motivaciones de los personajes con bastante habilidad, al igual que logra ir justificando que cada vez se vayan metiendo más y más en un embrollo del que no podrán salir. También tiene mérito que resulte más o menos creíble algo tan descabellado como la construcción de una Universidad. En definitiva, un film bastante mejor de lo que puede aparentar en su cartel.

Es curiosa la reflexión que surge del visionado acerca de la figura de Internet en nuestra sociedad. Los chavales inventan una página web de SHIT y esto es lo que prueba a todos los escépticos que el sitio existe. En otras épocas, tendrían que haber alterado cientos de libros y de documentos en diferentes bibliotecas. Hoy en día, cualquier cosa que esté en la red mundial, es real.

El trailer se puede ver aquí.

‘Admitido’ (‘Accepted’) se estrenó en España el 9 de febrero.

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