Aprovechando el anuncio de que su remake americano ya tiene director y su reciente lanzamiento en dvd y blu-ray por primera vez en España, me animé a visionar ‘A Bittersweet Life‘ (Dalkomhan insaeng, Kim Jee-woon, 2005), uno de los títulos más reputados del cine asiático de la pasada década. Hacía unos años ya había disfrutado de lo lindo con ‘El Bueno, el Malo y el Raro’ (Joheunnom nabbeunnom isanghannom , 2008), siguiente trabajo de su director, por lo que tenía muchas esperanzas depositadas en ‘A Bittersweet Life’, pero, por desgracia, no estuvo a la altura de lo esperado.
Un arranque relajado y prometedor
Lo habitual en Hollywood a la hora de enfrentarse ante una propuesta como ‘A Bittersweet Life’ sería limitar al máximo la parte que justifica la sangrienta venganza del protagonista. De hecho, no faltan los casos en los que eso ni siquiera se explica, sino que durante los primeros minutos encuentra muerto a algún ser querido y decide tomarse la justicia por su mano ante la incompetencia del cuerpo de policía. Eso no sucede en ‘A Bittersweet Life’, ya que aquí hay espacio más que de sobra para entender sus motivaciones, y eso que la película juega bastante con el hecho de que Sun-Woo no se conoce realmente a sí mismo, sino que actúa movido por lo que otras personas, y en especial su jefe, opinan sobre él. Es su primer acto basado en la iniciativa propia lo que le cuesta perder todo lo que tenía hasta ese momento, siendo algo que él jamás llega a asimilar.

Jee-woon se encarga hasta ahí de dejar respirar la historia a través de un uso muy moderado del virtuosismo tras las cámaras, en el que importa más trabajar hasta el más mínimo detalle los encuadres y el uso de la música o la fotografía que el deslumbrar al espectador a través de travellings u otras filigranas visuales. Básico para lograrlo es la confianza total que deposita en Lee Byung-hun, quien tiene que sorportar todo el peso dramático del relato, algo que se traduce en que varios personajes como la chica que ha de vigilar queden un tanto desdibujados. Y la cuestión es que en las escenas eliminadas hay varias que ayudarían a explicar la relación que tiene con ella (el gran punto débil de la primera mitad de película), pero también, como parece la regla general de todos los descartes, que todo perdería la delicada pero efectiva fluidez con la que la acción avanza durante su primera hora.
Además, la película no se olvida de mostrar el total servilismo de Sun-woo hacia su maestro al mismo tiempo que deja muy claro que ocupa un lugar muy alto en la cadena de mando. Esta dualidad entre lo poderoso y lo servil se apoda en una actitud pasiva por parte de Byung-hun, pues es eso lo que le ha permitido ir ascendiendo.
Los desequilibrios de la segunda mitad de ‘A Bittersweet Life’

No suelo entrar en el terreno de los spoilers y esto es algo que uno encuentra en casi cualquier sinopsis que pueda encontrar de la película, pero quizá convenga matizar que lo siguiente sucede al de ya una hora de metraje, que es cuando los hombres de Kang están ajusticiando a Sun-woo por su acto de deslealtad y se produce el primer chispazo de acción en ‘A Bittersweet Life’, una pequeña explosión de violencia que no termina de casar con el tono general de la función. Además, por mucho que en uno de los contenidos adicionales se nos revelen los sacrificios hechos en aras de un mayor verismo, la secuencia de su huida no transmite el realismo del que había hecho la gala hasta entonces, siendo un punto de ruptura que delimita el comienzo de una segunda hora mucho más irregular e insatisfactoria que la primera.
Y es que la película se pierde en una maraña de momentos de aparente gran fuerza reflexiva que no van mucho más allá de lo evidente y que provocan que todo avance con menos fluidez. Aún hay escenas efectivas (el protagonista consiguiendo sus nuevas armas), pero esta segunda mitad se pierde en reiteraciones hasta alcanzar el inevitable enfrentamiento final (gran acierto el eliminar un primer cara a cara a solas con Kang), secuencia en la que Ji-woon se permite ciertas maniobras con la cámara como el uso de la cámara lenta que ayudan a terminar de resquebrajar ‘A Bittersweet Life’, la cual hubiese agradecido muy mucho varios recortes de metraje durante este tramo de la función.

En definitiva, ‘A Bittersweet Life’ es un acercamiento estimable al tan manido tema de la venganza imposible, ya que consigue darle un barniz dramático inhabitual en este tipo de producciones, sobre todo por la forma de retratar al personaje protagonista. Eso sí, también llega a hacerse algo pesada, pues su carga reflexiva no siempre está a la altura de lo que busca conseguir, algo que seguramente se hubiera arreglado acortando la película unos 15-20 minutos. Con todo, es una buena película, pero no la joya por la que decidí esperar al momento oportuno para verla. Lástima.
Otra crítica en Blogdecine: ‘A Bittersweet Life’, más agria que dulce
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Njorh
Estoy bastante de acuerdo con Mikel. Buena película, pero no todo lo buena que esperaba.
Ayer vi 'The Chaser' y después de haber visto otras películas coreanas como 'I saw the Devil' y alguna más he llegado a la conclusión de que son previsibles y fáciles de adivinar. De hecho, si algo malo puede pasar en una película coreana, pasará. Ponte siempre en lo peor. Los "buenos" suelen pasarlo fatal y el espectador suele acabar con un mal cuerpo del carajo. Pero nos encanta.
Njorh
Por cierto, recomiendo The Man from Nowhere a quien no la haya visto. De estética similar, pero mejor película.
Woodstock
Coincido totalmente.
A mi me ha pasado un poco como a ti. El boca a boca, ves reviews, notas que le pone la gente... y esperas un peliculón que al final no llega. La primera parte está bastante bien planteada pero a partir de la "traición", que básicamente es cuando notas la actitud chulesca del protagonista y el principal motivo por el cual no llegué a empatizar con él, decae considerablemente. El final es un intento de culminar una "obra maestra" del director, muy a lo Oldboy.
Creo que el problema de Jee-woon Kim es que no se le da tan bien escribir guiones como rodar. "I saw the devil" es de guión ajeno y, sin llegar a parecerme redonda, me gustó mas que sus otras películas con sus guiones. Aún así, no es mala en absoluto.
jar84
Muy de acuerdo, sobre todo en que le sobra 15 o 20 minutos, la película tiene mucha falta de ritmo, a mi me pareció una película muy interesante, para mi la mejor parte son los últimos 15 minutos que esteticamente están muy influenciados por Old Boy,a Kim Jee Woon lo vi en el genero del thriller mucho más acertado con Encontré al Diablo, más oscura con mejores interpretaciones y sobre todo con mucho mejor ritmo.
johan.kiratorrijos
Esta no la he visto, pero Encontré al Diablo, The Yellow sea, El hombre sin pasado, sin olvidarnos de la trilogía de la venganza(en especial Oldboy) me gustaron bastante puede que sea verdad que sean un poco predecibles, pero sin duda son grandes películas. Haber como hacen los americanos adaptando Oldboy y esta.
sayrus
Pelicula visualmente impecable, con escenas realmente buenas como son para mi la inicial y la final, pero realmente el guion es un poco flojo. Sin duda es una pelicula muy recomendable que raya a un gran nivel, pero como bien decis no es la obra maestra que muchos esperabamos cuando la vimos.
mrpix3l
A mi me encantó cuando la ví. (no la conocía de nada).
Lo que no sé es de donde sale todo ese hype de la gente cuando iba a verla. Supongo que eso habrá tenido algo que ver con la decepción de algunos.
Yo la vi en su día, y me encantó de principio a fin.
De hecho, cuando la ví la disfrute más que Old Boy, cuyo tramo final se me hizo un poco pesadete...
rencka
Estoy de acuerdo, si bien en fotografía y desplantes de acción es un plato bien servido, la historia parte algo que no puedo considerar trascendental. En ocasiones me pareció un mero pretexto para dictar al protagonico: un personaje bien construido y en mi opinión muy digno. Me gusto pero no puedo justificar la trama con la lógica que suponen desencadena los hechos, me quedo con los encuadres pero no compro el final. Aún así no me arrepiento, creo que los trabajos de Jee-woon Kim realmente valen la pena.