'8cho citas' u 'Ocho citas' u '8 citas' –como sea que han decidido ahora llamar a la película que se estrena el día 18— es lo que su propio título indica: ocho historias de amor o de desamor que intentan resultar diferentes entre sí y ser atrayentes cada una de ellas por un motivo. Su mayor baza comercial está, claramente, en el enorme elenco que sólo un film como éste, es decir, que habrá rodado únicamente una jornada con cada intérprete; se puede permitir: Belén rueda, Arturo Valls, Fernando Tejero, Verónica Echegui, Jordi Vilches, Raúl Arévalo, Adriana Ozores, José Luis García Pérez, Javier Pereira, Miguel Ángel Solá, Ana Wagener, etc… Los directores son Peris Romano y Rodrigo Sorogoyen.
Los diálogos están bien escritos y los personajes tienen un carácter que ya lo quisieran películas que los van a mantener a lo largo de toda su duración. Algunos de ellos son muy pintorescos y otros entrañables. Esto es mérito del guión, que también lo han escrito Romano y Sorogoyen. Pero también de los intérpretes.
Como decía, la baza comercial de la película son los actores. Pero también son el aspecto más logrado. Todos ellos están de maravilla en sus papeles y construyen muy bien sus personajes. Están bien seleccionados para cada uno de los papeles y, aunque más o menos todos están dentro de los registros que ya conocemos en ellos, algunos se desmarcan bastante, como José Luis García Pérez o Miguel Ángel Solá. También hay algún descubrimiento de rostros no conocidos que tienen papeles simpáticos. Al igual que a cualquier otra película de historias cortas, a '8 citas' le ocurre que algunos de los episodios están bien, pero otros, no tanto. A mí en concreto me gustó el segundo, protagonizado por Raúl Arévalo y Cecilia Freire (en la fotografía); después citaría el de Jordi Vilches y quizá por último el de Arturo Valls y Melanie Olivares. Los demás son bastante poco memorables y caen en muchos tópicos. Cada uno de ellos de por sí se hace largo porque las situaciones se extienden más de lo necesario. Y también pienso que ocho son demasiados, podrían haber sido cinco, por ejemplo.
Otro de los fallos que le encuentro a '8 citas' es su afán por no ser cómica, sino grave, profunda, importante... Parece que los directores pensasen que lo cómico tiene menos categoría que lo serio, cuando la realidad es que hacer algo realmente divertido es mucho más difícil que crear situaciones dramáticas. Pero con esa especie de aires de gravedad, evitan la comedia –no siempre— convirtiendo la película en una nada porque es evidente que tampoco nos están descubriendo la pólvora ni haciendo ninguna reflexión que de verdad se pueda considerar profunda sobre la pareja ni ningún análisis psicológico sobre el individuo. En este sentido, se podría citar el film de Rodrigo García, 'Nueve vidas', donde la observación de la realidad da mejores resultados.
El capítulo final se saca de la manga una excusa para unir a los personajes de los otros siete. Unión que no había sido necesaria, pues hasta entonces ya hemos visto cómo algunos protagonistas aparecen de secundarios en otras situaciones. El funeral del padre de uno de los personajes convoca a personas que no tienen nada que ver con él ni siquiera de rebote para hacer una última historia que se guarda la actriz más famosa, pero que es claramente la peor en cuanto a guión.
Por lo tanto, es una película agradable de ver, que se puede disfrutar si se admira a alguno o a varios de sus intérpretes y que tiene aspectos logrados. No termina de ser redonda por presentar alguna situaciones exentas de originalidad y porque considero que los autores habrían hecho mejor en optar por volcarse de lleno en la comedia, en lugar de dar esas medias tintas. Pero no es un título que se deba descartar, sobre todo ante una cartelera tan pobre como la que nos llega este mes.
Más información en Blogdecine sobre '8 citas'.
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