A muchos nos pilló por sorpresa 'Arcane' cuando se estrenó en Netflix en noviembre de 2021. Es cierto que se basaba en una franquicia de éxito como 'League of Legends', pero su impacto fue mucho más allá de los seguidores de la misma y se erigió por méritos propios como una de las mejores series de ese año.
Obviamente, muchos estábamos deseando ver su temporada 2, pero la espera ha acabado siendo extremadamente larga, pues han tenido que pasar tres años hasta la llegada de una nueva tanda de episodios que además servirá para dar cierre a la serie. Eso sí, 'Arcane' sigue siendo un caso único en Netflix, ya que se va a seguir la misma estrategia que con su predecesora, lo cual va a ayudar a que se mantenga más en la conversación de los amantes de la ficción televisiva.
Sigue siendo de lo mejor de Netflix
Por ahora, este sábado 9 de noviembre se lanzan los tres primeros episodios, recuperándose la idea de que cada temporada funcione como la unión de tres trilogías. Eso no es algo que se trate de palabras vacías en el caso de 'Arcane', ya que se nota el mimo a todos los niveles, y la estructura narrativa también es uno de ellos. Yo ya he podido ver esos tres capítulos y tengo bastante claro que esta larga espera ha merecido la pena.
Como era de esperar, la temporada 2 es una continuación directa de su predecesora, por lo que hay que lidiar con multitud de frentes abiertos y sentar las bases de lo que está por venir. Por ello, el primer episodio gira más alrededor de Vi y el segundo toma como principal referencia a Jinx, pero eso no supone que su protagonismo sea absoluto y se deje de lado el resto.
La cuestión es que esos dos personajes son el verdadero eje emocional de la serie, por lo que tiene mucho sentido esa decisión de utilizarlas para ir impulsando todo hacia delante y ofrecer un primer gran punto culminante durante el tercer capítulo. Claro que no va a ser algo definitivo, pero 'Arcane' ofrece unos minutos aún más impresionantes de lo habitual en el apartado visual y lleva al límite las diferencias entre ambas que fueron creciendo cada vez durante la primera entrega.
Sin embargo, reducir este universo a esa conflictiva y fascinante relación entre ambas hermanas sería un error que 'Arcane' nunca va a cometer, y en su lugar se convierte en un factor más, aunque sea el más importante en muchos aspectos, de un universo que tiene mucho de olla a presión a punto de estallar. El final del primer episodio es un perfecto ejemplo de ello, pero realmente no es más que un explosivo aperitivo de lo que está por llegar.
Eso no quita para que estos tres primeros episodios tengan mucho de introducción, pero no es una de esas que se limita a echa mano de una sobrecarga de exposición, ya que lo visual sigue teniendo una importancia capital en la serie. Lo mismo puede decirse del uso de la música, en especial de canciones concretas, para subrayar determinadas escenas pero también para añadir una dosis extra de emoción que ayuda a elevar aún más lo que nos está contando.
De hecho, algunos de los mejores momentos de este arranque de temporada 2 se apoyan en el uso de las canciones, pero incluso entonces lo visual brilla por encima del resto. Es cierto que la capacidad de impacto no es la misma que en su predecesora, donde la sorpresa fue mayúscula, pero el impresionante nivel no baja ni lo más mínimo y sí que hay alguna otra escena en la que el despliegue es tal que la única opción razonable es quedarse embelesado con lo que han conseguido aquí. Otro milagro.
Ahora solamente quedan que los seis episodios restantes estén como mínimo al mismo nivel y que 'Arcane' tenga un final realmente memorable. Y es que es una pena que una serie tan buena vaya a quedarse aquí, pero siempre será mejor despedirse por todo lo alto a correr el peligro de que Netflix la deje a medias o que simplemente la cosa vaya a peor.
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