'1992' es un Álex de la Iglesia en horas bajas. La miniserie de Netflix evita el hundimiento gracias a unos inspirados Marian Álvarez y Fernando Valdivieso

Álex de la Iglesia es uno de los grandes nombres del cine español de los últimos ya más de 30 años, pero además también tiene una cosecha televisiva a tener en cuenta. Desde su aportación a las 'Películas para no dormir' con 'La habitación del niño' hasta la más reciente '30 monedas', sin olvidarnos de esa rareza que fue 'Plutón B.R.B. Nero' en nuestro país. Ahora regresa a la pequeña pantalla con '1992', su primera colaboración con Netflix.

Con apenas seis episodios, a priori '1992' lo tiene todo a su favor para convertirse en uno de los grandes éxitos de la plataforma en este 2024, ya que su premisa también es de lo más estimulante. Por desgracia, este thriller que recupera la figura del mítico Curro ha acabado siendo una tremenda decepción en la que lo único que se salva es su dúo protagonista.

Historias de venganzas tardías hemos visto muchísimas, por lo que tampoco espera ninguna innovación reseñable por ese lado más allá de la curiosidad de que el asesino vaya disfrazado de Curro y que la iconografía alrededor de la mascota de la Expo de Sevilla en 1992 aportase un toque de singularidad a esta miniserie. Lo que sí que me decepciona es que sea todo tan previsible, cargándose así casi por completo todo el interés que pudiera tener la vertiente como obra de suspense de '1992'.

Ojo, con eso no quiero decir que desde el primer capítulo esté todo claro, pero simplemente porque no se ponen ahí todas las piezas sobre la mesa. Eso sí, esta decisión parece más motivada por querer que '1992' sea más que un simple thriller que por buscar cualquier tipo de engaño hacia el espectador. De hecho, esto lleva a que la miniserie tenga una inesperada carga romántica con situaciones que incluso coquetean abiertamente con lo cómico.

Ahí '1992' tenía el reto de encontrar ese difícil punto de equilibrio entre que nos tomemos en serio la investigación, pero al mismo tiempo tengamos una conexión con sus dos protagonistas que vaya más allá de ser los que están al frente de resolver el misterio. Por suerte, tanto Marian Álvarez como Fernando Valdivieso entienden muy bien las particularidades de Amparo y Richi como para que '1992' encuentre cierta redención por esa vía.

Sin embargo, incluso su trabajo se ve un tanto lastrado debido a los múltiples problemas de los que hace gala el guion firmado por Pablo Tébar y Jorge Valdano Sáenz. Desde algunas situaciones o diálogos incomprensibles -pienso por ejemplo en algo que dice el personaje de Paz Vega en cierto momento que resulta absurdo por fuera de lugar- hasta su forma de desarrollar la intriga.

Ahí sí que '1992' nunca llega a funcionar de forma satisfactoria, pero es que además decepciona de dos formas. Por un lado, la parte criminal resulta algo monótona pese a que haya situaciones evidentemente llamativas -que el asesino use lanzallamas o esa escena un tanto siniestra a partir de un "simple" baño-. Por otro, Álvarez y Valdivieso son los que crean una dinámica curiosa entre sus personajes, porque si nos centramos únicamente en los hechos, eso podría haber sido un desastre.

Lo que nos quedaba entonces era la baza de que el autor de títulos imprescindibles como 'El día de la bestia' o, mi favorita personal suya, 'Muertos de risa' exhibiera todo su talento tras las cámaras. Y es que incluso en 'Los crímenes de Oxford', seguramente la película que menos me guste de toda su filmografía, había un buen hacer evidente en lo referente al trabajo de puesta en escena. El último chasco con '1992' llegó por esa vía.

Es cierto que hay algunas decisiones formales para buscar una atmósfera que sumerja más al espectador en la trama que no están mal, pero lo que prima es un acabado sin brillo. Incluso en el primer asesinato, que debería sentar las bases de lo que venga después y funcionar como gancho definitivo de cara al espectador, la cosa no termina de funcionar.

Ahí pensé que podría ser algo puntual por lo falso que suele verse el fuego en pantalla y que era esperable que pasara algo parecido, pero es que luego '1992' no tiene chispa más allá de quizá instantes muy concretos, y ni siquiera eso lo tengo del todo claro. Tampoco es que se sienta neutra, uno de mis grandes miedos con muchas series de Netflix, pero hay siempre ahí un factor de cierto descuido, como si no fuera un título en el que mereciera la pena emplearse a fondo, y eso se transmite en las imágenes.

Con todo, espero que el resto disfrute más con '1992', pero en mi caso acabé muy decepcionado con lo que nos propone esta miniserie de Álex de la Iglesia para Netflix.

En Espinof | Las 12 mejores películas de Netflix en 2024

En Espinof | Las 11 mejores series de Netflix en 2024