La película en cuestión, aunque estemos hablando de un corto, y qué importa la duración de una obra si está es magnífica, es El gran Zambini. Sin diálogos, solo con las miradas, sabemos lo que piensan los persanojes. Un padre que observa a su hijo sentirse avergonzado por su estatura, y que tratará de demostrarle que todo es posible, que debe sentirse orgulloso de él, con un final francamente emotivo.
A veces sorprenden ciertos nombres, pero conviene recordar los trabajos que tienen realizados, y las gratas sorpresas que nos llevamos.
Vía | Cinencuentro