Desde hace años la crónica de sociedad se ha establecido en uno de los contenidos que más minutos llena en las parrillas de las cadenas. Paulatinamente, el trato que se da a la crónica rosa ha pasado del respeto a la agresividad, de buscar la información a crearla y pagar por ella, de seguir a los interesados a tenerlos en plantilla. Hemos llegado a puntos de bochorno nacional, pero a día de hoy parece que la fórmula se estuviese gastando. Antena 3 últimamente parece haber perdido el interés en el corazón, y con La 1, las autonómicas y las cadenas jóvenes sin darle cancha, sólo queda Telecinco como único bastión.
Actualmente, ‘Atrapa un millón‘ ha conseguido, viernes tras viernes, ganar a ‘Sálvame Deluxe’ en la franja de coincidencia, sacando así a ‘DEC’ del puesto que ocupó durante años. Los seriales han sustituido al marujeo en las tardes de la cadena, y en la competencia ‘Sálvame’ tampoco es que sea un programa de corazón del uso, sino que el tema es un pretexto para lanzar una serie de desvaríos guionizados que emulan un patio de vecinas. Los programas del corazón suelen estar mal vistos cuando se habla de calidad televisiva e incluso se les tacha de telebasura. Pero durante mucho tiempo esos contenidos poco valorados han sido los que se han llevado de calle a la audiencia. Ahora que no gozan de tanta salud en términos de share, ¿podemos decir que los programas de corazón ya no interesan? Y esto nos lleva a plantearnos, ¿estamos ante un cambio de mentalidad en la audiencia? Queremos saber qué pensáis vosotros, así que dejar vuestra opinión en nuestra sección de respuestas.
Hace una semana, la pregunta que os planteábamos era otra. Ante el surgimiento de muchas series como ‘The Borgias’, ‘Camelot‘ o ‘Hispania’, os preguntábamos ¿por qué creeis que están de moda las series históricas? La respuesta más valorada por los lectores de ¡Vaya Tele! ha sido la que nos dejaba Vasilia:
porque no representan un gran desafio en cuanto a guion ya que las lineas generales de la historia estan escritas, porque no necesitan una mayor promocion ya que normalmente se usa un hecho o un personaje de sobra conocido asi que la publicidad esta mas que hecha, y porque gracias a la pantalla verde y otros recursos y programas informaticos tampoco se necesitan los grandes decorados de antaño.
A la gente le gusta ver como vivian en el pasado y más todavia si la serie tiene a actores como Jeremy Irons, Jonathan Rhys Meyers, Sam Neill, Derek Jacobi, Sean Bean y Lluis Homar, a los que se les puede atraer mas facilmente a participar en estos proyectos porque les es un desafio representar a un personaje sobre el que ya hay una imagen predeterminada y darle su propio estilo. Por ejemplo, John Hannah tenia que hacer un Batiatus diferente al de Peter Ustinov por el que gano un Oscar, y vaya que lo hizo.
Por su parte, radiodegiro centraba más su opinión en porqué está teniendo este auge la ficción histórica en nuestro país:
En España yo creo que es por cierto déficit que ha habido años atrás. En general me parece que es un recurso fácil para captar la atención de gente que le interesa la historia (ya sea para alabarla o criticarla), con la gente que lo que le gusta son las historias sin más. Me parece que de este modo se consigue captar inicialmente más público ya que llama la atención, sobre todo si es bastante novedoso el periodo histórico o el tratamiento. Y por último señalar, que como las ha habido muy exitosas y algunas de calidad, esto se propaga rápido, además de que la crítica por lo general las miran con buenos ojos.
En cambio, Julio C. Piñeiro enfoca su punto de vista más a la libertad creativa que tienen las cadenas de cable, siendo ahí se están desarrollando muchas de estas series históricas:
Una de las posibilidades es que a día de hoy, con la mayor libertad del cable (por menos restricción de exigencias de audiencia y anunciantes y apenas sujección a la censura) se pueden mostrar tramas, personajes, escenas y demás elementos explícitos (sobre todo violencia y sexo) que antes no se querían/podían mostrar. Esa misma “provocación retardada” que vemos en Mad Men, donde 40 años después se nos muestra la realidad de una sociedad cuya televisión de entonces omitía/maquillaba, se lleva a principios de siglo (Boardwalk Empire), Renacimiento (Los Borgia), Edad Media (Los Pilares de la Tierra), la Roma imperial (Spartacus, aunque su licencia ficticia sea bastante exagerada) e incluso los relatos épico-legendarios, con mayor o menor inspiración histórica (Camelot, Juego de Tronos).
Tenéis hasta el próximo martes para contarnos qué pensáis sobre la pregunta que os hemos planteado hoy.
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