Marbella es un filón para las televisiones. Desde que Isabel Pantoja elevara a Julián Muñoz a la altura de starlette televisiva, se han ido sucediendo personajes en este absurdo culebrón que, lo que es peor, se desarrolla en la vida real. Mila Ximénez, la Zaldívar, las hijas de la Zaldívar, los novios de la Zaldívar... y todos ellos han protagonizado momentos lamentables que han dado para rellenar horas y horas de televisión y para facilitar los comentarios insulsos de los tertulianos en programas del corazón: que si Isabel y Julián en el Rocío, que si Julián en la cárcel, que si el vis a vis, que si las bolsas de basura de la otra... Pero ahí están los datos. Concluyentes. Definitivos. El triple de personas prefirió ver las andanzas de la lamentable troupe marbellí que el show de Buenafuente. La televisión es el medio democrático por excelencia. Con un mando a distancia, las familias emiten un voto permanente: esto es lo que quiero ver, y esto no. Y lo que quieren ver las familias españolas es Marbella, es Pantoja, es Julián Muñoz, es Zaldívar.
Es lo que hay. No hay que buscar explicaciones más profundas para justificar la deriva de series como 24 o Perdidos por las pantallas de la televisión generalista. La mayoría de la gente prefiere otras cosas. No hay más. Como dice Javier Pérez de Albéniz... ¿esto es la televisión, o solamente España?
PD.- Mayte Zaldívar: ex mujer de Julián Muñoz, a la sazón ex-alcalde de Marbella y presunto "chorbo" de Isabel Pantoja, que a su vez es la viuda de Paquirri y madre de Paquirrín, que es hermanastro de Fran Rivera que está separado de Eugenia Martínez de Irujo que a su vez sale con Gonzalo Miró que... vaya, ¡¡veo demasiada tele del corazón!!)