Ioan Gruffudd, Romola Garai, Youssou N'Dour, Albert Finney, Michael Gambon y Rufus Sewell interpretan el drama histórico 'Amazing Grace' (2006), que dirige Michael Apted sobre un guión de Steven Knight. En este film, que se estrena hoy, 11 de septiembre, se narra la lucha de del parlamentario británico William Wilberforce por abolir la esclavitud en Gran Bretaña en el siglo XVIII.
La mitad del film se estructura a base de flashbacks justificados de la manera más tradicional: el protagonista cuenta a sus allegados lo que ocurrió quince años atrás. Mientras vemos estos recuerdos, el resultado que van a dar ya lo conocemos pues se nos ha comunicado antes de retroceder en el tiempo, por lo que su devenir no nos guarda ningún misterio. Además, los hechos están narrados de manera sumamente lenta. Y tanta parsimonia para algo que ya sabemos qué desenlace va a tener no da un buen resultado.
Por otro lado, si bien es correcto que la película muestre a Wilberforce como un héroe y centre su atención en la figura de este protagonista, considero errónea la focalización tan personal que se hace de los acontecimientos históricos. El film dedica mayor atención a mostrar los momentos de duda y convencimiento del parlamentario que a relatar la lucha por imponer una ley tan necesaria. En algunas ocasiones estas escenas en las que el personaje de Gruffudd se da cuenta de la importancia de su cruzada, pueden servir para hacer ver al espectador el terrible trato que tenían los esclavos y así demostrar con más vehemencia que lo que se nos narra en la película fue épico. Pero otras veces ni siquiera sirven este propósito.
Las secuencias que más se despegan de la trama fundamental de son aquellas en la que sale a colación el himno cristiano 'Amazing Grace'. John Newton, su compositor, encarnado en el film por Albert Finney, sirve de mentor al político, que interpreta en himno en más de una ocasión. La sustracción de este metraje beneficiaría al avance de lo narrado, pero limitaría la posibilidad de dar este toque musical y de justificar el título.
Cuando por fin la película se sitúa en el tiempo presente de los personajes y los flashbacks dejan de incluirse, el fluir narrativo cobra ritmo y el interés crece, ya que por primera vez no sabemos cuál va a ser el resultado de las estrategias políticas. Por ello, lo mejor de 'Amazing Grace' es la segunda mitad o quizá el tercer tercio.
El estelar elenco es lo que más llama la atención de esta película. El protagonista, Ioan Gruffudd, interpreta a un personaje tan bondadoso como atormentado, aquejado de enfermedades que dificultan su carrera política, pero inquebrantable en sus convicciones y determinación por lograrlas. La interpretación de este actor no deja nada que desear, salvo quizá la escasa transformación a pesar del paso de los años. Destacan más que él las actuaciones de Rufus Sewell y de todos los intérpretes de avanzada edad que dan prestigio al reparto con sus papeles secundarios.
Pasado tanto tiempo, imagino que sería difícil encontrar a una sola persona que estuviese a favor de la esclavitud, por lo que el film ya tiene ganada la simpatía de los espectadores en el sentido reivindicativo y eso juega a su favor en gran medida. Sin embargo, siempre que veo este tipo de críticas me pregunto si tiene algún valor mostrar atrocidades tan superadas o si sería más útil dar a conocer situaciones de injusticia similar que ocurren en la época presente y contra las que a lo mejor todavía se puede hacer algo.
'Amazing grace' está rodada con corrección, pero también con excesivo clasicismo. Si a esto sumamos que su estructuración provoca la apatía, en total tenemos ante nosotros una película de aparente calidad y que trata un tema que puede tocar la fibra sensible, pero que realmente es anodina y se nos puede olvidar al poco tiempo de su visionado.