He aquí un cortometraje sumamente interesante. Yo que no soy mucho de cortometrajes, tal como comentaba anteriormente. Entre otras cosas porque en las escuelas de cine a las que asistí me tragué miles, para mi desgracia, ya que muchos eran infumables bodrios firmados por supuestos geniecillos. Pero he de admitir que esta es una propuesta muy sólida. Aunque con matices.
El tema del maltrato conyugal es espinoso y resbaladizo, y aquí está tratado de forma descarnada y brutal. A pesar de los lógicos balbuceos de Victori, este realizador puede ser una futura promesa por dos virtudes importantísimas de las que a mi parecer adolece el 99% del cine español: el ritmo y la atmósfera. Salvo un inicio y un final dubitativos e imprecisos, nos encontramos con un ritmo que no decae, y con un director que controla con mano firme los resortes del suspense. Por otro lado, su enrarecida atmósfera está muy lograda, y realmente nos incomoda y nos inquieta.
Lástima de una escena inicial, a mi parecer, completamente sobrante, y de un cierre tan precipitado y tan poco satisfactorio. Podríamos haber hablado, en caso contrario, de un corto completamente redondo. A mí Santi Millán nunca me ha gustado mucho, pero aquí está muy bien, al igual que los dos secundarios que le acompañan.
Pero, como conclusión, lo recomiendo sus reservas. Dadle al play, no os arrepentiréis.
P.D: He conocido la existencia de este cortometraje porque su director se ha puesto en contacto conmigo, muy gentilmente.