Miremos bien la fotografía de arriba. Situación: un pagafantas (¿necesito explicar lo que significa la palabra?) observa cómo la chica de sus sueños se abraza amorosamente a su novio. Ése es el momento clave de todo pagafantas, el instante en el que todos deberíamos haber dicho: “hasta aquí hemos llegado”. Pero no, hay seres que aún sufriendo dicha escena en su retinas todos los días, pasan de ser pagafantas a ser rematadamente imbéciles. Y es que el pagafantas (todos lo hemos sido alguna que otra vez, y el que diga lo contrario miente vilmente) es ya de por sí un ser patético, alguien que no ve la realidad y se forma en su mente un ideal que no existe ni por asomo. En algún momento de su vida, hicieron (hicimos) el tonto, y ella pasó simplemente a ser su (nuestra) amiga. Luego se desarrollaron como especie y con gran habilidad lograron repetir exactamente lo mismo con toda hembra que se cruzó en su camino.
Seguro que hay pagafantismo femenino (haberlas haylas…), pero creo que es muy diferente al masculino, digamos, que los límites de humillación no están tan abajo, al menos en líneas generales. Pero no es ése el tema del post, evidentemente, aunque mucho me temo que la conversación en los comentarios irá, y sin que sirva de precedente, por ese camino. El tema es la ópera prima de Borja Cobeaga, quien ha tenido la estupenda idea de fijarse en esta especie, tan común en cualquier época de la humanidad, y dedicarles una película tan amable como sincera, aunque no perfecta.
Lo que me extraña de ‘Pagafantas’ es su tibia recepción popular. Con una campaña de marketing que ya quisieran para sí otras producciones nacionales, el film no ha respondido en taquilla como se esperaba. Tal vez muchos no han querido verse reflejados en un tema tan espinoso como el de las relaciones amorosas. Hacer el tonto por la persona que te gusta, dar el brazo a torcer en cosas que antes no se daría ni de coña, y finalmente ser rechazado, o sea, fracasar, es algo que a nadie le hace sentirse cómodo, y rápidamente se intenta borrar de la memoria. O tal vez nada de eso, dado que el film de Cobeaga se estrenó el mismo fin de semana que ‘Ice Age 3: El origen de los dinosaurios’, la elegida por el público español para acudir a las salas, con el consiguiente bombazo en taquilla.

‘Pagafantas’ es una comedia que trata a esos seres patéticos y ridículos con respeto y sobre todo mucho cariño. El personaje central al que da vida un más que acertado Gorka Otxoa, cae simpático al público, y está enormemente mimado por el director y guionista. Su aventura, o desventura, recorre lugares comunes que a todos suenan, logrando una gran empatía con el espectador, quien se podrá sentir identificado en muchas de las situaciones por las que el joven enamorado (encoñado) pasa. Situaciones que en ningún momento caen en la exageración (uno de los males de la actual comedia), aunque su guión esté mas apoyado en el gag que en una trama coherente. Aún así, el film tiene un acertado ritmo, siempre interesa y consigue hacer reír varias veces, ya sea por tratar el tema como si de un documental (ciertamente inspirado) se tratase, o porque el film, en su mala leche (quizá menos de lo deseado) emana buenrollismo por todos lados, y situaciones en principio ridículas (la escena del karaoke) logran despertar nuestras simpatías.
En la película están todos y cada uno de los malos momentos que un pagafantas tiene que soportar a la espera de que su amor se fije de una vez en él. Y aunque todo parece fluir fácilmente, sin llegar a resultar burdo (por muy poco, que conste), me falta algo que considero primordial en toda experiencia pagafanta: la persona amada, siempre, repito, siempre, sabe que el otro se muere por ella. En la película se centran más en las obsesiones del personaje central (Chema), y su mujer ideal (Claudia) nunca llega a darse cuenta de que lo que él realmente siente por ella es un encoñamiento desmesurado y no amistad. El verdadero punto de inflexión, la crucial situación por la que todo pagafantas pasa es precisamente la que el film no presenta. En su tramo final, algo forzado y precipitado, llega a plantearse la posibilidad de que Claudia sí lo sepa, pero se evita con la peor resolución que pueda plantearse. Me imagino que la idea de una continuación ronda por la cabeza de Cobeaga, es la única explicación que encuentro a un final totalmente fuera de tono.

El resto está casi todo en su justo sitio. Una historia sencilla que no se complica inútilmente, bien servida y sobre todo bien interpretada. Al respecto es una delicia encontrarse con actores veteranos como Oscar Ladoire y Kiti Manver, que representan la idea de que el pagafantismo no tiene edad, o la espléndida María Asquerino, cuyas breves apariciones suponen los momentos más hilarantes del film. Gorka Otxoa y Sabrina Garciarena tiene una buena química, aunque la película, por motivos lógicos, descuida a la segunda en un rol no demasiado bien escrito (hasta eso parece una coña de sus autores) y un pelín cargante debido a su excesiva simpatía.
‘Pagafantas’ puede presumir de estar muy por encima de la media de lo que se realiza en nuestro país, y más aún cuando la vergüenza ajena es el sentimiento común cada vez que una comedia patria se estrena, aunque tal y como están las cosas, creo que no deberíamos quejarnos. Incluso se permite el lujo de beber de la screwball comedy clásica americana, algo que no todo el mundo sabe hacer. Eso sí, Cobeaga ha pasado de retratar a la alta clase (uno de lo elementos de la screwball) de Bilbao, centrándose en personas más de la calle, con ramalazos argumentales hacia la inmigración, y al estar anclados en los viejos tiempos (el Tío Jaime negándose a poner cámaras digitales en su tienda de fotografía se empareja con la necia persistencia de los pagafantas, incapaces de despertar de su imposible sueño). Dejo para el final, los inspirados chistes sobre Héroes del silencio, punto en el que más se ha sentido identificado un servidor. Mientras me río de Entre dos tierras, me retiro a mis aposentos a escribir sobre el profético título de la ópera prima de Sam Peckinpah.
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10 comentarios
i-chan
Lo cierto es que resulta incomprensible cómo una película con una campaña de márketing tan brillante como la de 'Pagafantas' (la película es buena, pero su campaña publicitaria es incluso mejor) la película no haya tenido la calurosa acogida que sí han tenido 'Fuga de cerebros' o 'Mentiras y gordas'.
Lo que pone en relieve que al público español (bueno, y al extranjero seguramente le pase lo mismo) el género o la temática de una película le da lo mismo, y que el gran secreto para atraer al público a las salas es hacer una recopilación de escenas de ducha de ídolos televisivos y humor zafio.
Por mi parte, no creo que la persona amada siempre lo sepa, aunque sí es cierto que en muchas veces lo sabe y se hace la tonta. Pero creo que en esta película precisamente lo más gracioso es que a pesar de todo lo que hace Chema la tipa ni se entere. Pero sí que es cierto que el desenlace resulta bastante precipitado, y que es una pena que Cobeaga no se haya atrevido a ahondar más en la temática y así firmar la que podría haber sido la película definitiva sobre el pagafantismo (título que, a día de hoy, sigue ostentando 'El apartamento').
Oscar Ladoire lo mejor de la función (fíjate que no me importaría un spin-off basado en su personaje), y geniales los chistes a costa de Bunbury xD
japico
la verdad esk la idea de la pelicula es genial,quise ir a verla pero ya no sta en el cine, y es verdad de que todos emos sido pagafantas alguna vez y nos emos sentido humillados,yo incluso llegué a dormir en ropa interior con una chica pero luego no queria nada XD dios que bajo caemos aveces,la verdad que con la historia de cada uno se podria hacer una segunda y tercera parte de esta pelicula
david__
Pues yo soy más pesimista y creo que la gente no va a verla porque la idiotez abunda y prefieren ver panfletos subvencionados con sexo, drogas, botellón y ministras guionistas con moralina incluida para ser lo suficiente políticamente correctos, en vez de ver una comedia ligera bien hecha y que no tome a nadie por tonto. Hoy me he levantado así..
Por cierto, sería interesante ver la aportación de alguna chica al fenómeno pagafantista tanto víctima como verdugo.
abril.reyes
Hola!! Fui a verla al cine y a mi me encantó!! Mi madre y yo nos reimos de lo lindo con el pobre Pagafantas, la vieja de la silla de Ruedas y Ladoire que está sembrao!!! Que la gente no la haya ido a ver pues no sé por qué y eso que A3 la promociona bastante aunque eso si menos que a la de Fuga de Cerebros... Iker Jiménez tiene otro Misterio que destapar jejeje! Saludos!
El Fabuloso Dr. Manga
Hombre, Borja no "quiere" a sus personajes, sino que es de una crueldad supina con el personaje de Gorka Otxoa. Fue una película con la que me reí bastante, sobre todo con las escenas de después del alcohol y los primeros acordes de "Entre dos Tierras" (yo también aborrezco a Bumbury), también el personaje de Ladoire es desternillante. Y lo que más me sorprendió es que, en una comedia española, no se caiga en la zafiedad barata ni el enseñar carne "por exigencias del guión", lo cual agradecí enormemente. Sin duda alguna, volveré a ver la siguiente de Cobeaga, puesto que esta me cayó en gracia.
elmiha11
¡Qué linda que es Garciarena!
ledorius
La pelicula me engancho desde la primera escena, genial...
willie7
es lo peor q t puede pasar en la vida...
canterpozo
Y que lo digas
ElTamagochiAhoraEn3D
Pues si da pena que no esté triunfando, porque me parece de lo mejorcito que se ha hecho por estos barrios. Pero tiene el problema de que no es fácil de clasificar. Yo fui pensando que vería otra comedia postadolescentes (que aquí también se están poniendo de moda) y me encontré con una película muy bien pensada, con unos actores que hacen que te enamores de sus personajes y que puede gustar a públicos de todas las edades.
Y el final abierto me gustó especialmente, no creo que la cosa se hubiese resuelto mejor con un final más feliz: el que es (hemos sido) un pagafantas lo es hasta que se muere.